LEONEL GARCIA
Son parte activa de la ecología domiciliaria. Sus hábitos nocturnos los convierten en seres poco visibles. Según médicos y científicos, se pueden encontrar en prácticamente todas las casas. Sobre todo detrás de cuadros, libros y muebles que no hayan sido movidos en un período de tiempo. No son agresivas, pero a ellas les corresponde la mayor parte de las mordeduras de arácnidos en Uruguay. En la inmensa mayoría de estos casos, no pasa de una pequeña cicatriz. Sin embargo, es un animal potencialmente mortal para el hombre. Se trata de la Loxosceles Laeta: la araña de los libros o araña homicida.
Si bien la convivencia entre humanos y la araña homicida es permanente, la mordedura de estos animales es poco frecuente y los casos graves son excepcionales. Más aun los de consecuencias fatales.
Tanto es así que el araneísmo, término con el que se considera a la mordedura de araña que incluye inoculación de ponzoña, es considerado un accidente.
El Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico (Ciat), que funciona en el Hospital de Clínicas, registra anualmente once mil consultas por envenenamiento a causa de sustancias tanto artificiales como biológicas. El doctor Luis Heuhs, profesor agregado de grado IV en la materia, dice que aproximadamente 150, casi un 1,5%, son por ponzoña de arácnidos.
Un informe de la sección Entomología de la Facultad de Ciencias sobre casos de mordeduras entre 1994 y los primeros seis meses de 1997, a cargo del docente Miguel Simó, establece que poco más del 20% de mordeduras de araña corresponde a esta especie. Es la responsable de la mayoría de los casos cuando el arácnido fue identificado.
Los últimos registros estadísticos que maneja el doctor Heuhs, que datan del primer trimestre del año pasado, mantienen ese porcentaje.
En todo los casos, si bien un 99% de estas mordeduras pueden considerarse "benignas", traducido en una simple cicatriz en la piel, "excepcionalmente puede derivar en un efecto sistémico derivando en hemólisis"; o sea, la destrucción de glóbulos rojos. Ahí es necesario la aplicación de un suero antiarácnido.
El doctor Heuhs recuerda —sin poder precisarlos— solo dos casos fatales en Uruguay entre la última década del siglo pasado y lo que va del presente. Ambos a causa de esta araña. "Por lo cual debe hablarse de casos excepcionales". Sin embargo, este mismo animal provocó en Chile —donde también se la conoce como "araña del rincón"—, a fines del año pasado, la muerte de un joven de 20 años, Manuel Romero en la localidad de Puangue. También en el país trasandino, Karen Ayala, una mujer de 21 años de Antofagasta, perdió a su bebé en gestación tras ser mordida por otro ejemplar.
Cabe destacar que el mencionado informe de Entomología, a cargo de Miguel Simó, no indica ningún caso fatal. Señala sí, un caso "grave" en el que se constató "anemia, ictericia, daño hepático e insuficiencia renal".
EN CASA. Como toda araña, la homicida tiene su cuerpo dividido en abdomen y cefalotórax. El primero es de color ocre o gris y el último castaño anaranjado. Sin contar las patas, mide entre siete y catorce milímetros. Es de hábitos nocturnos y su telaraña tiene aspecto algodonoso.
Es una araña domiciliaria que se encuentra en todo el país, tanto en zonas urbanas como rurales. Se encuentra preferentemente detrás de cuadros, libros o debajo de muebles que se mueven solo ocasionalmente. También en grietas de las paredes e incluso en la ropa doblada guardada en roperos. De hecho la gran mayoría de las mordeduras se producen en los brazos. También se pueden ocasionar tras meter la mano detrás de objetos que hace mucho no fueron trasladados.
Comparte su hábitat con otro artrópodo sumamente frecuente en los domicilios, la araña conocida como "patas largas". Se le llama así porque cada una de sus ocho patas llega a quintuplicar la longitud de su cuerpo (8 milímetros). Pese a ser muy distintas, hay quienes la confunden con la Loxosceles, cuando en realidad es completamente inofensiva.
"Hay que subrayar que la mordedura de esta araña es un accidente", dice Roberto Capocasale, profesor, investigador y científico del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (Iibce). Autor de más de sesenta artículos y conferencista en más de veinte oportunidades sobre el tema, mientras el común de la gente siente adversión sobre estos artrópodos él habla de ellos, se puede decir, con cariño.
"Lo que ocurre es que se siente amenazada —por ejemplo, cuando uno se pone una prenda de vestir y la oprime— y muerde de manera espontánea. Pero no es un animal que vaya directo a atacar". Asiente con Heuhs que solo un porcentaje muy bajo de estas acciones tiene consecuencias peligrosas para el hombre.
La mordedura de esta araña tiene acción necrótica e ictero-hemolítica. Heuhs afirma que una necrosis (muerte de tejido epitelial) pequeña es el resultado más frecuente de un accidente con la Loxosceles. "Son úlceras chicas que podrían infectarse y dejar una pequeña cicatriz".
En casos más graves, ya sea porque la ponzoña alcanza el torrente sanguíneo o —según Heuhs— "alguna reacción alérgica del individuo mordido" puede llegar a producir anemia o ictericia. De agravarse, esta es la causa de la muerte. Sin llegar a este extremo, una necrosis de importante tamaño ya es considerada como "no benigna", ya que la cicatrización es lenta y puede requerir cirugía plástica.
De acuerdo con el informe de Miguel Simó, se registran más casos de mordidas entre noviembre y marzo. La gran mayoría de los accidentes se producen en el hogar (50.9%) y en sus cercanías (26,7%).
SUERO. "Casos graves, sistémicos, hemos registrado cuatro o cinco en el Ciat", recuerda Heuhs. Ese departamento funciona desde 1975. En esos casos, se aplica el suero antiarácnido proveniente del Instituto Butantán, en Sao Paulo, Brasil. En ese país, las mordeduras de araña representan un problema mucho más grave, sobre todo por la tristemente célebre Phoneutria, o Araña del Banano.
Ese suero es polivalente y se aplica, si el caso lo requiere, ante cualquier mordedura de arácnidos, incluyendo escorpiones. Hay dosis permanentemente en el Ciat. En los centros de Salud Pública del Interior sólo se envía ante un requerimiento específico, a diferencia del suero antiofídico, que ya está presente en varios departamentos donde son comunes los ataques de ofídeos.
Sobre este aspecto, Capocasale apunta que "debería haber suero permanentemente en todos los centros de Salud Pública del país por más caro que sea. El costo ocurre porque, además, son sustancias con vencimiento". Afirma esto entendiendo que, si bien según la estadística está muy lejos de constituir una amenaza, "se trata de un animal potencialmente mortal para el hombre".
El suero que hay en Uruguay es utilizado para toda mordedura de araña. Capocasale afirma que lo ideal es que "hubiera uno particular para toda especie". Heuhs apunta que en muchos casos "se identifica al animal por la evolución de la herida; nunca trajeron a la araña agresora, lo cual sería óptimo para el tratamiento".
Más allá del bajo porcentaje de complicaciones tras la mordida, es el carácter "para nada agresivo" de la Loxosceles Laeta, según Capocasale y Heuhs, la explicación para que no se registren en Uruguay más casos graves tras un araneísmo. Sobre todo tomando en cuenta que, aseguran, está presente en todos los hogares "por más limpieza que se haga". "Uno puede tener en el dorso de su mano una de estas arañas, o una Latrodectus (Viuda Negra), caminando sin ningún temor porque no va a atacar", dice el experto del Iibce. De todas formas, no hay muchos que se animen a hacer la prueba.
Habitantes de jardines de aspecto temible
En Uruguay hay 177 especies registradas de arañas, divididas en 36 familias.
Además de la Loxosceles, en el país hay otras dos arañas cuya mordedura puede tener consecuencias graves para el hombre, y son potencialmente mortales. Ellas son la "viuda negra" y la "araña del banano". Esta última es, en realidad, "importada" de Brasil aunque es posible su presencia en el país debido al ingreso de camiones que transporta esta fruta.
La viuda negra, o araña del lino, es común en jardines, cultivos o en las cercanías de las casas, sobre todo en zonas rurales. Su mordedura es benigna en casi la totalidad de las oportunidades. "En toda la historia del Ciat", recuerda el doctor Heuhs, "tuvimos dos o tres casos ‘sospechados’ de Latrodectus". En casos graves, su ponzoña tiene acción neurotóxica afectando los mecanismos de acción neuromuscular.
Las hembras son totalmente negras, miden aproximadamente un centímetro de longitud y son tres veces más grandes que los machos, a quienes devoran luego de la cópula, acto que dio nombre a la especie.
A diferencia de la anterior y de la Loxosceles, la araña del banano puede ser agresiva. En Brasil, donde representan un problema, el Instituto Butantán llegó a atender 600 casos en un año. Son de color castaño claro y pueden llegar a medir cinco centímetros. Al igual que la viuda negra, la acción de su ponzoña es neurotóxica.
Roberto Capocasale recuerda, "aunque no con certeza", un par de casos lejanos en el tiempo ocurridos en Uruguay. Las víctimas eran trabajadores del mercado que tenían que cargar los grandes racimos de bananas. Estos animales eran introducidos al país en los cargamentos de esta fruta. Luis Heuhs dice que "desde hace años, con las nuevas técnicas de importación, que estas arañas dejaron de ser un problema". En el informe de Simó, entre 1994 y 1997 se registraron 3 mordeduras de esta especie.
DOLOR. Las arañas pertenecientes a la familia de las Licosas, vulgarmente llamadas tarántulas o arañas de jardín, no representan un peligro mortal. Sin embargo, el Ciat ha registrado varias mordeduras. Su coloración es castaña y puede llegar a medir tres centímetros.
Su mordida puede generar, en los casos más graves, una necrosis cutánea extensa. "Pero lo más común es que no pase de una dolorosa inflamación", señala Heuhs. Su temible aspecto es, en realidad, lo peor de la más conocida de las especies arácnidas. Tanto que cuenta con una conocida y popular melodía de origen italiano que lleva su nombre.
El araneismo
Como prevenirlo
1) Sacudir vestimenta y calzado colgado en el exterior de los domicilios antes de utilizarlos.
2) Limpiar periódicamente detrás de camas, armarios, cuadros, cortinas u otros muebles ubicados contra las paredes de las habitaciones.
3) Mantener limpios de materiales de construcción, restos de podas y desperdicios en un radio de dos metros de los domicilios.
4) No colocar la mano en agujeros o bajo piedras.
5) Aplicar insecticidas con el asesoramiento de personal capacitado.
Como actuar
1) Lavar con agua y jabón la herida y mantener en reposo la zona afectada.
2) Si la araña causante de la lesión está viva, tratar de conservarla en un recipiente.
3) Si está muerta, igual tratar de colectarla para entregarla al especialista.
4) Mantener la calma y concurrir lo más rápidamente posible al Ciat (7º piso del Hospital de Clínicas) en Montevideo, o a cualquier centro médico asistencial del Interior con el recipiente conteniendo al arácnido.
Fuente: entomologia.fcien.edu.uy