BRASILIA - Los cancilleres de los ocho países amazónicos debatirán el martes en Manaos (norte de Brasil) proyectos de integración regional, incluso en materia de defensa, a fin de reafirmar la presencia de los Estados en vastas zonas libradas al narcotráfico y la depredación humana.
Los cancilleres de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela) firmarán ese día un Plan Estratégico sobre temas tan variados como gestión del agua, ordenamiento territorial, asuntos indígenas, salud, educación e infraestructuras.
Ese plan se propone dar respuesta a los desafíos planteados por una región de 5,5 millones de km2 (70% en Brasil) que contiene el 20% de las reservas de agua dulce en estado líquido del planeta, y en la que viven unos 30 millones de personas, en su mayoría pobres.
La OTCA se propone precisamente conjugar esas dos necesidades. "Creo en la protección del medio ambiente y en la necesidad de pensar en la calidad de vida de los habitantes", dijo a la prensa Rosalía Arteaga, secretaria permanente de la entidad.
"El ser humano es el principal elemento del medio ambiente. Muchos ambientalistas a veces lo olvidan", añadió Arteaga, quien en 1997 ejerció brevemente la presidencia de Ecuador.
Además, la cuestión de la defensa irrumpirá por primera vez en una reunión de la OTCA, una organización formada en 1995 que se dotó en 2002 de una secretaría permanente, instalada en Brasilia.
"La seguridad formará parte de las conversaciones formales e informales entre los ministros", adelantó el viernes el canciller brasileño Celso Amorim, para quien "los temas de seguridad en América del Sur tienen que ser tratados cada vez más por los países de América del Sur".
Brasil siempre expresó su temor a una internacionalización de la Amazonia, una área que forma parte de las rutas del tráfico de la cocaína colombiana y del de armas.
Esas inquietudes se reforzaron desde que Estados Unidos puso en marcha el Plan Colombia, como se denomina a las cuantiosas ayudas financieras dadas por Washington al combate de las autoridades colombianas contra el narcotráfico y las guerrillas de izquierda.
La región amazónica también está amenazada por las talas ilegales y por el avance de las actividades agropecuarias mediante quemas que desde los años 70 devoraron unos 630.000 km2 de selva.
"Cada país está preocupado por sus respectivas regiones amazónicas", dijo Arteaga.
Brasil ofrece a sus vecinos compartir el Sistema de Vigilancia del Amazonas (SIVAM), que incluye radares, sensores, estaciones receptoras de datos satelitales, aviones de guerra y plataformas aerotransportadas.
"Brasil intenta abrir el SIVAM a otros países, a costos razonables, sin buscar ningún lucro, sólo para cubrir los costos. Estamos trabajando en ese sentido con Colombia y Perú, y ciertamente si otros se interesan, lo haremos", dijo Amorim.
El ministro recordó que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva evoca la posibilidad de constituir un día una "nación sudamericana", y que con tal fin Brasil impulsa la multiplicación de acuerdos comerciales, de obras de integración física y el refuerzo institucional del subcontinente.
El Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) está en proceso de asociación con los cinco países andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), todos ellos pertenecientes a la OTCA, hizo notar Amorim.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, banco brasileño de fomento), anunció este mes la creación de un fondo internacional de inversiones para obras de infraestructura en los países amazónicos, que arrancará con un capital de 500 millones de dólares.
AFP