Durante la primera jornada de inscripciones para participar en el Plan de Atención Nacional de Emergencia Social (Panes), casi 25.000 personas pasaron ayer por los más de 90 locales del Banco de Previsión Social (BPS) en todo el país.

Hasta las 16.00 horas de ayer —cuando cerraron sus puertas todas las sucursales del BPS— se retiraron 19.161 formularios en el interior y apenas 5.247 en Montevideo, lo cual suma 24.408 personas interesadas en ser incluidas en el plan. Casi 10.000 (9.715) devolvieron el formulario ayer mismo: 8.281 en el interior y 1.434 en Montevideo.

El presidente del BPS, Ernesto Murro, dijo a El País que las cifras de personas inscriptas son "absolutamente impresionantes" para tratarse del primer día, aunque no supo explicar la enorme diferencia entre los registros en Montevideo e interior. "La evaluación es altamente satisfactoria. Posiblemente haya 30.000 o 40.000 personas inscriptas en función de que son 10.000 los hogares que han sido registrados", explicó.

Durante la primera jornada prácticamente no hubo inconvenientes, según se afirma desde el BPS. Sólo se produjeron algunos "pequeños problemas" que fueron subsanados. En Piriápolis, por ejemplo, los formularios para las inscripciones llegaron en forma tardía.

REFUERZO. Las autoridades indican que en varias localidades hubo colas a primera hora, pero que la situación ya era absolutamente normal cerca del mediodía. En algunos locales, incluso, se comenzó a atender más temprano de lo previsto, desde las 7.00.

Para absorber la gran demanda se realizó una "redistribución" de funcionarios, y el departamento de prestaciones fue reforzado con empleados de otras áreas, tanto en Montevideo como en el interior. "Ese refuerzo del personal permitió atender la situación. En el mismo régimen seguiremos la próxima semana", comentó Murro.

El jerarca sostuvo que, pese a la "masiva" concurrencia, no se alteró el funcionamiento del BPS. "El comportamiento de la gente que vino a informarse o a solicitar amparo fue ejemplar, al igual que la labor de los funcionarios", indicó Murro, que destacó la labor voluntaria de organizaciones sociales y sindicatos que "asesoran a la gente y ayudaron a llenar los formularios".

GIRA. En forma paralela a las inscripciones abiertas, el Ministerio de Desarrollo Social también comenzó a recorrer asentamientos y zonas carenciadas de todo el país, en busca de posibles beneficiarios que no se acerquen a los locales del BPS.

Unos 400 estudiantes y docentes de la Universidad de la República, junto a personal de la cartera y del Ejército, trabajó ayer en Cerro Largo (Noblía, Medio Luto y Cerro de las Cuentas), Río Branco, Canelones (Villa Felicidad), San José (Delta del Tigre), Salto (capital), y Tacuarembó (Paso del Cerro, Cardozo y Pedro Barilla).

En Montevideo se cubrieron los barrios La Chancha, Joaquín de la Sagra, Usina 5, Puntas del Indio, Servando Gómez, Aquiles Lanza, Candelaria, 11 de Febrero y Curi.

"Nos encontramos con las realidades esperadas. Sabíamos a dónde iban nuestros compañeros del ministerio con los estudiantes. Tenemos un millón de pobres, de los cuales 250.000 se encuentran en situación de extrema pobreza y vulnerabilidad", dijo a El País la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi.

Las recorridas continuarán en los próximos días, al tiempo que el BPS comenzará a procesar los formularios ingresados, que luego serán pasados a Desarrollo Social.

Funcionarios de la cartera irán luego casa por casa a realizar un relevamiento socioeconómico de los inscriptos. Una vez que la cartera decida la lista de beneficiarios, se comenzará a pagar el "ingreso ciudadano" de 1.363 pesos en la segunda quincena de mayo, a través de la red de pagos del BPS.

Las inscripciones, sin embargo, se mantendrán abiertas durante los dos años de funcionamiento del plan. "Esto sigue, es continuo. La gente que hoy no concurrió puede ir el lunes, el martes, o el miércoles. No hay una fecha de cierre", concluyó Arismendi.

DOCUMENTACION

Quienes concurren a los locales del Banco de Previsión Social a inscribirse deben llevar cédula de identidad de todos los miembros del núcleo familiar. Si alguno no posee documentación, deberá dejar la dirección domiciliaria para que asista a su casa un equipo de la Dirección de Identificación Civil.

OBJETIVO

Los destinatarios del Plan de Atención Nacional de Emergencia Social (Panes) son jefes y jefas de hogar "en condición de pobreza crítica". Es decir, que no logran cubrir las necesidades mínimas de alimentación.

BENEFICIARIOS

Se estima que el plan atenderá a unos 40.000 hogares (unas 200.000 personas), que recibirán un "ingreso ciudadano" de 1.363 pesos. En contrapartida, los beneficiarios deberán llevar a sus hijos a la escuela y atenderse en Salud Pública, entre otras exigencias. El Panes está compuesto por siete programas: Alimentario Nacional, Emergencia Sanitaria, Ingreso ciudadano, Educación en contextos críticos, Trabajo transitorio, Asentamientos precarios y pensiones, Alojamiento de personas en situación de calle.

Desde las 9.00 de la mañana había una extensa fila de gente frente al edificio central del Banco de Previsión Social (BPS) para anotarse en el Plan de Emergencia, en Montevideo. La mayoría de los concurrentes declaraba "no tener ni idea" de qué se trataba, pero asistían porque sabían que "les iban a dar una ayuda".

Funcionarios del BPS a cargo de poner orden entre la cantidad de personas que se acercaba, indicaron que algunos preguntaban cuánto dinero les iban a dar o cuándo empezarían a trabajar. Casi todas las personas consultadas por El País aseguraron que se acercaron hasta allí porque se enteraron "por la televisión".

Cerca de las 10:30, Carmen de Carrasco Norte ya había completado el formulario. "Espero que esto resulte, sé que nos van a dar plata y que va a ir una visitadora a controlarnos", comentó la mujer. Y agregó que no podía trabajar por problemas físicos y que tenía a su hijo y varios nietos a cargo.

La gran mayoría aguardaba pacientemente su turno, mientras otros que llegaban al local de la calle Mercedes se iban para regresar más tarde en vista de la cantidad de gente que había. Algunas personas informaron que debieron aguardar más de una hora y media para finalizar los trámites, pero destacaron que todo transcurrió en perfecto orden.

"La única entrada que tengo es la asignación familiar, además de alguna changa que consigue mi marido, así que si me dan algún trabajito aunque sea por tres o cuatro horas es bienvenido", dijo Nancy de 40 años que tiene cinco hijos a su cargo y vive en un asentamiento en el Cerro. Aclaró que se enteró esa misma mañana en el ómnibus y se acercó hasta el BPS "para probar suerte".

Roberto y Marcela de 27 y 25 años viven juntos y se acercaron con la esperanza de conseguir trabajo, ya que los dos están desocupados. "Espero que me den algo de plata", dijo el joven que reconoció que no sabía de qué se trataba el plan.