Amman - Jordania buscaba hoy a los responsables de los peores atentados perpetrados en el reino, que el miércoles dejaron 56 muertos en tres hoteles de Ammán y fueron reivindicados por la facción iraquí de la red terrorista Al Qaida.
Las fuerzas de seguridad arrestaron a "sospechosos" por su presunta implicación en los tres atentados suicidas, los primeros de esta magnitud en el reino, anunció la Seguridad General.
La búsqueda de sospechosos continúa, precisó la Seguridad General, afirmando que "no había recibido informaciones previas a los ataques terroristas".
El dispositivo de seguridad fue reforzado en la capital, donde los kamikazes perpetraron casi simultáneamente atentados contra los hoteles Radisson SAS, Hyatt y Days Inn el miércoles al anochecer, en los cuales 56 personas perdieron la vida, incluyendo a 11 extranjeros, de acuerdo con un último balance oficial, y 93 heridos.
El anterior balance señalaba 57 muertos. Entre ellos había 11 extranjeros. Por otro lado se precisó que 15 jordanos murieron y que 30 cadáveres todavía no fueron identificados.
En el Radisson, el kamikaze hizo estallar su cinturón de explosivos durante una boda en una sala de baile. A menos de 1 km de distancia, otro kamikaze hacía estallar poco después su bomba en la entrada de otro hotel cinco estrellas, el Hyatt. El tercer kamikaze lanzó casi simultáneamente su coche bomba contra el Days Innn, situado en otro barrio de la capital jordana.
El rey Abdala II, que prometió castigar a los responsables de estos ataques, regresó el miércoles de noche a Ammán, acortando su visita a Kazajstán.
El soberano "insistió en la importancia de tomar medidas para proteger a los ciudadanos y los invitados del reino para que Jordania siga siendo un ejemplo de seguridad y estabilidad", después de visitar los hoteles Radisson y Hyatt.
Los hoteles que fueron blanco de atentados estaban rodeados por barreras metálicas y sus accesos eran controlados por el ejército.
Los ministerios, escuelas y todos los establecimientos públicos estaban cerrados en el país, donde se decretó un "duelo nacional".
Las misiones diplomáticas, cuya protección policial fue reforzada, también estaban cerradas.
Jordania reabrió sus fronteras terrestres, que habían sido cerradas después de los ataques. Pero se tomaron medidas de seguridad muy severas en las fronteras y los aeropuertos.
El reino tiene fronteras con Irak, un país devastado por la violencia de la guerrilla, incluyendo a la rama de Al Qaida, dirigida por el extremista jordano Abu Musab al Zarqaui.
Este grupo reivindicó en un comunicado que le es atribuido en internet los atentados de Ammán, en el cual critica los vínculos del rey Abdala II con Estados Unidos.
"Nuestros bravos leones lanzaron (...) un nuevo ataque (...) en Ammán", afirma el comunicado de la Organización de Al Qaida en el País de los Dos Ríos (el Tigris y el Eufrates), nombre oficial del grupo de Zarqaui.
El comunicado, cuya autenticidad es casi imposible de comprobar, fue colgado en el portal de internet al-saf.net, generalmente utilizado por los grupos islamistas.
Jordania es un aliado de Estados Unidos y uno de los dos países árabes de Medio Oriente que firmaron un tratado de paz con Israel (octubre de 1994).
Zarqaui, condenado a muerte en Jordania en varios casos y que en diversas oportunidades amenazó a su país natal, es el enemigo número uno de Estados Unidos en Irak. El gobierno norteamericano ofreció una recompensa de 25 millones de dólares a quien permita su captura.
Las autoridades iraquíes manifestaron su solidaridad con Jordania este jueves. Luego de condenar los ataques, el gobierno iraquí manifestó el deseo de que estos atentados "provoquen un impacto saludable en la opinión pública jordana, que hasta ayer era solidaria de los takfiris y los partidarios de Saddam Hussein", el derrocado presidente de Irak.
AFP