LA PAZ / AGENCIAS
Con un volumen de votos récord para la historia boliviana, el líder cocalero Evo Morales consiguió ayer un rotundo triunfo en las elecciones realizadas ayer en ese país. Si bien las cifras oficiales recién se darán a conocer a partir de hoy, las encuestadoras barajaban ayer a última hora la posibilidad que el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) consiguiera la mayoría absoluta del electorado.
Esta posibilidad recibió ayer más sustento cuando el candidato de Poder Democrático y Social (Podemos), el ex presidente Jorge Quiroga, felicitó a Morales por su triunfo.
El candidato de Podemos dijo en conferencia de presna que "la difusión de las encuestas previas están señalando un resultado. Felicito a don Evo Morales (...) por su desempeño electoral", reconociendo que la diferencia de votos lograda por el MAS era indescontable.
Según las proyecciones realizadas por consultores independientes, Morales superaría el 50% de los votos, necesario para ganar en primera vuelta, y relega a Quiroga que logra 31%.
"Empieza la nueva historia de Bolivia", dijo Morales en Cochabamba, durante su primer discurso luego de las elecciones.
SORPRESA. Casi ningún boliviano dudaba antes de la elección de ayer que Morales sería el candidato más votado. Así lo de terminaban las encuestas e incluso las proyecciones y sondeos a boca de urna de la víspera. Pero ninguno de ellos presagiaba un triunfo en primera vuelta.
Incluso, las primeras proyecciones a boca de urna emitidas ayer, si bien le daban a Morales una diferencia de hasta doce puntos porcentuales a favor, ninguna le daba más del 45% de los votos. La balanza comenzó a torcerse definitivamente del lado del MAS con el correr de las horas luego que las mismas compañías encuestadoras comenza ran a procesar una suerte de "escrutinio rápido".
Las encuestadoras otorgaban a última hora más del 50% de los votos a Evo Morales, quien se convertiría en el primer indígena de América Latina en llegar a presidente. Incluso si la tendencia se revirtiera y no alcanzara la mayoría absoluta, el candidato del MAS cuenta con una buena base para obtener la victoria en el Congreso.
Lo que ya consiguió Morales fue convertirse en el candidato más votado en la historia de Bolivia, superando el récord que desde 1993 ostentaba Gonzalo Sánchez de Losada con el 37% de los sufragios.
CONGRESO. Según la Constitución de Bolivia, si ningún candidato obtiene en las urnas la mayoría absoluta, es el Congreso el encargado de nombrar al presidente entre los dos postulantes más votados, en este caso Morales y Quiroga. No sería un hecho nuevo en la historia de ese país, que un candidato que no haya ocupado la primera colocación a nivel popular fuera finalmente ungido presidente. El caso más notorio fue el de 1989, cuando Jaime Paz Zamora fue elegido pese a resultar tercero en los comicios de entonces.
Sin embargo, este no parece ser el caso. El candidato Samuel Doria Medina, tercero en la elección con aproximadamente el 10% de los votos según las proyecciones, también felicitó a Morales y dijo que en caso de que sea el Congreso el encargado de elegir al nuevo mandatario, le dará el apoyo al líder cocalero.
Todo esto ocurre en medio del silencio de la Corte Nacional Electoral (CNE), quien ayer no brindó ninguna cifra oficial. El diario La Prensa de La Paz, en su edición online, informó ayer que portavoces de la CNE afirmaron que "recién mañana (por hoy) lunes, se estará en condiciones de emitir cifras sobre el cómputo y las tendencias de votación en las elecciones nacionales y prefecturales".
Ante la falta de información oficial, la algarabía en los votantes de Morales y la desazón en la de los seguidores de Quiroga se basa en proyecciones de la encuestadora Apoyo que señalaba que Morales obtenía 51,3% de votos contra 31% de Quiroga; mientras tanto, Mori daba 51% contra 30%.
Estas mismas proyecciones también le dan a Morales una fuerza parlamentaria muy sólida: sobre 27 senadores, el cocalero obtiene 13, contra 13 de Quiroga y uno del tradicional Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Y en la Cámara de Diputados tendría 65 de los 130 escaños, contra 45 de Quiroga, 10 del empresario Samuel Doria Medina, 8 del MNR y otros dos de agrupaciones menores.
Con todo eso, en caso de que finalmente los resultados electorales oficiales no le den la mayoría absoluta, Morales, de 46 años, tendría asegurada su victoria en una segunda vuelta parlamentaria, en enero.
TRANQUILIDAD. Más de 3,6 millones de bolivianos estaban habilitados a votar ayer en las 121 mil mesas de votación distribuidas en todo el país. Unos 26 mil militares, 24 mil policías y 250 observadores internacionales vigilaron por el normal desarrollo de la jornada.
Con la excepción de protestas relacionadas al depuramiento del padrón electoral (ver nota aparte), la jornada se desarrolló en un clima de calma y tranquilidad.
"Todos los partidos políticos y todos los que están interviniendo en el proceso han venido obrando correctamente, eso es motivo de una gran alegría", declaró el colombiano Horacio Serpa, jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Morales quien gusta definirse a sí mismo como "un indio aymara negro, loro y feo" debería asumir la presidencia el 22 de enero en reemplazo del actual mandatario, Eduardo Rodríguez.
CLAVES
La victoria de Evo Morales, de 46 años, puede generar un cambio radical en Bolivia porque el líder cocalero ha promovido la libertad de cultivo de coca una planta medicinal que es la base de la cocaína y un control férreo del Estado sobre las multinacionales de los hidrocarburos. Bolivia tiene la segunda reserva de gas más importante de América del Sur, después de Venezuela.
Morales dijo ayer luego de votar, que en su eventual administración habrá cero cocaína, cero narcotráfico, pero no coca cero . La coca ha parido este movimiento de los pueblos, a este instrumento político, la defensa de esta hoja levantó al pueblo organizado , afirmó.
Pese a que también habló de la nacionalización del gas, también mencionó que es necesario trabajar con las multinacionales .
Las elecciones son seguidas con interés especialmente en Estados Unidos, que no mira con buenos ojos los vínculos de Morales con el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el líder cubano, Fidel Castro.