El gobierno argentino ofreció a Uruguay pagar un estudio de impacto ambiental por las plantas de celulosa que se instalan en Fray Bentos, a las que Buenos Aires considera contaminantes.
También ofreció hacerse cargo de los salarios caídos por una eventual paralización por 90 días de las obras de las plantas de la finlandesa Botnia y la española Ence.
El gobierno del presidente Néstor Kirchner reclama que se detengan las obras por 90 días para dar lugar a un estudio que determine si ambas industrias contaminarán el entorno del limítrofe río Uruguay.
Ambas medidas fueron reseñadas el miércoles por Kirchner a su par brasileño Luiz Inacio Lula da Silva durante un encuentro que sostuvieron en Sao Paulo, previa a una trilateral con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, indicó el periódico.
La propuesta fue formulada semanas atrás durante las negociaciones que mantuvieron el jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, y el secretario General de la Presidencia de Uruguay, Gonzalo Fernández, según la fuente.
En tanto, en declaraciones al diario argentino La Nación, el presidente de Botnia en Uruguay, Ronald Beare, dijo que el gobierno de Tabaré Vázquez "nunca nos pidió parar las obras", como lo reclamaba Argentina.
Botnia había aceptado detener la construcción de su planta en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, separada de la argentina Gualeguaychú por el fronterizo río Uruguay, pero luego dio marcha atrás.
Según el empresario, la compañía finlandesa está dispuesta a brindar toda la información necesaria para la realización de un nuevo estudio ambiental, aunque sostuvo que para eso "no es necesario paralizar" las obras que lleva adelante en Fray Bentos.
"Respecto a los estudios de impacto ambiental, ya se han realizado dos estudios. La empresa reitera que está con toda la mejor disposición para facilitar la información que sea necesaria para realizar otro estudio de impacto ambiental, si es que así los gobiernos lo solicitan", dijo Beare.
AFP