Presiones en la interna del Partido Nacional llevaron a que el diputado Daniel Peña pidiera disculpas en público al herrerista Luis Lacalle Pou por leer su correo privado. De esta forma, evitó que su caso llegase a la Comisión de Ética del Partido.
"Con postes podridos no se hace un alambrado", le dijo por teléfono el diputado Lacalle Pou al presidente del Directorio del Partido Nacional y líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, el miércoles por la noche cuando le comentó lo sucedido.
Esa frase la había utilizado en 1998 el propio Larrañaga, citando al caudillo blanco Aparicio Saravia, aludiendo a la poca posibilidad de que la colectividad triunfara en las elecciones de 1999 después de que se conocieran denuncias de presuntos actos de corrupción que involucraban a dirigentes herreristas.
La frase estuvo ayer en boca de dirigentes del sector y se la recordaron a Larrañaga cuando le avisaron que el diputado Lacalle Pou estaba dispuesto a presentarse ante la Comisión de Ética del Partido y ante la Justicia para denunciar que Peña había leído sus correos electrónicos.
Por la tarde, la idea de la dirigencia herrerista era que Peña reciba una sanción ejemplarizante, que podía pasar por la solicitud de renuncia a su cargo por el delito de violación de correspondencia privada. "No podemos sacar a (Leonardo) Nicolini del Senado y no sacarlo a él", dijo a El País un diputado herrerista.
EL PERDÓN. Como diera cuanta ayer el diario La República, durante la sesión del miércoles de la Cámara Baja, el diputado Lacalle salió unos minutos hasta la bancada nacionalista a chequear información que le había llegado a su correo electrónico privado. Cuando estaba terminando de leer su correspondencia debió regresar al recinto. Fue allí cuando el diputado Daniel Peña al ver que el correo de Lacalle estaba abierto, reenvió sus mensajes a su propia casilla del Parlamento para poder leerlos.
Cuando Lacalle miró su correo horas más tarde se percató que en la bandeja de elementos enviados tenía varios correos con la dirección del diputado Peña. Fue allí que tomó conciencia de lo que había sucedido y se dirigió al despacho de su correligionario para increparlo.
Según relataron fuentes nacionalistas, Lacalle descubrió a Peña leyendo sus correos, discutieron y lo obligó a borrarlos tanto de la bandeja de entrada como de los elementos eliminados para que no quedara rastro. Peña culpó primero al secretario de bancada de Alianza Nacional, Carlos Torres, de haber sido el autor. Posteriormente, reconoció que había sido él.
"Es un tarado", le dijo Larrañaga al indignado diputado durante la conversación del miércoles por la noche. "No, no es un tarado. Es un delincuente", le respondió, según fuentes del Herrerismo.
El senador Larrañaga y sus allegados estuvieron trabajando en el tema en la tarde. Las llamadas de teléfono se cruzaron entre los principales dirigentes del Partido Nacional. Además, Larrañaga coincidió con el senador herrerista Luis Alberto Heber en la reunión que mantuvieron ayer con el ministro de Educación, Jorge Brovetto, por la designación del fiscal de Corte. El tema estuvo presente en un mano a mano entre ambos.
Por la noche, y ante la posibilidad de que el tema sea resuelto por la Comisión de Ética del Partido, se acordó que Peña pida disculpas y que Lacalle desistiera de presentarse ante el organismo partidario. "Si aceptó el error y pidió disculpas calculo que no va a haber Comisión de Ética", dijo anoche Lacalle a El País.
Solidaridad con el diputado Lacalle
Una vez conocidos los hechos, el diputado Luis Lacalle Pou recibió un importante cúmulo de llamadas y visitas personales a su despacho para solidarizarse con él. El diputado herrerista Pablo Abdala comentó a El País que expresó su solidaridad a su colega y su "sorpresa, asombro y desagrado" ante la conducta del legislador Daniel Peña. El País presenció cuando Gustavo Borsari hizo lo propio. El martes por la mañana se reunirá la bancada de legisladores del Herrerismo y analizará el tema.
Ayer por la mañana, Peña negaba haber leído la correspondencia de Lacalle. Por la tarde, cuando la presión aumentó en la interna blanca, lo reconoció y pidió disculpas.
Comisión de ética partidaria
La actuación de la Comisión de Ética del Partido Nacional está prevista en los artículos 95, 96 y 97 de la Carta Orgánica de la colectividad y actúa después de que una persona, el Directorio o la Convención Nacional del partido pide su participación. Al expedirse, lo que hace es aconsejar al Directorio la adopción de una medida determinada. Es lo que ocurrió después de que un grupo de dirigentes blancos de Canelones resolvieran acompañar la fórmula municipal del Partido Colorado en 2000. Entre esos dirigentes se encontraba Yamandú Castro y Agapo Palomeque. La Comisión está integrada por cinco miembros y "entenderá en los casos de violación flagrante de la Carta Orgánica, y en general, en cualquier desviación de conducta que comprometa valores éticos, de cualquier integrante del Partido, en el ejercicio de una función pública o partidaria", según los estatutos del partido.