Hay personas, instituciones o empresas que han nacido para destacarse. Para ser primeros. Otros, lamentablemente, no. Están predestinados a moverse en el pelotón de los mediocres y lo gracioso es que cuando pierden -lo que es lógico y habitual- intentan justificar su derrota echando culpas a diestra y siniestra y buscando descalificar al ganador.

Algo de eso volvió a ocurrirle a un matutino con la aparición del primer fascículo de la Historia Reciente que publicó ayer El País, con un éxito excepcional, un datito extra para que le aumente el malhumor.

Y si de Historia Reciente se trata, también sería conveniente que -por las dudas- revisen Encuestas Recientes para analizar sus tirajes que son, justamente, lo del pelotón de los mediocres. Por favor, ubíquense.