Polémica por vacuna contra el cáncer

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ROSARIO TOURIÑO

La polémica está instalada. En el mundo se aprobó una vacuna que sería capaz de prevenir hasta el 80% de los cánceres de cuello de útero. Especialistas uruguayos reclaman al Estado que la habilite. Pero éste dice que se requieren más estudios.

En Uruguay fallecen cada año 130 mujeres como consecuencia de cáncer de cuello uterino. Se diagnostican además 350 nuevos casos anuales.

El año pasado los principales organismos de control farmacológico del mundo habilitaron la venta de una vacuna que permitiría evitar la infección de las cepas más peligrosas del Virus del Papiloma Humano (HPV, por su sigla en inglés). Este germen es el principal causante de cáncer de cuello de útero, uno de los tumores más letales en el Uruguay.

La vacuna está diseñada para atacar a las dos cepas del virus que generan el 70% de los casos: los tipos 16 (principalmente) y el 18. La inmunización es recomendada principalmente para las niñas, antes de que cumplan los 12 años. Los expertos coinciden que en pocos años la vacuna reducirá drásticamente la prevalencia de este cáncer. Pero el problema es que es costosa. Se necesitan tres dosis y cada una de ellas cuesta unos U$S 120.

El laboratorio uruguayo que importa la primera vacuna autorizada (Gardasil) es Cibeles. La empresa representante de la multinacional Merck -que patentó el producto hace ya más de un año- presentó su solicitud de habilitación al MSP en octubre de 2006. Desde esa fecha hasta ahora, el Ministerio de Salud Pública no se ha expedido.

DEFENSORES. La situación inquieta a catedráticos de la Facultad de Medicina y a expertos en éstas patologías ginecológicas. Los especialistas enfatizan que "prácticamente" en toda América Latina ya se ha registrado el producto y que Uruguay permanece como una "isla" en este tema.

"Esta es la primera vacuna que tenemos en el mundo para prevenir el cáncer. Los ginecólogos estamos esperando que esta vacuna esté disponible para toda la población en el país a la brevedad, sobre todo teniendo en cuenta que en muchos países de América Latina eso ya ocurre", dijo enfático Justo Alonso Tellechea, profesor grado 5, titular de la Clínica Ginecotológica "C" de la Facultad de Medicina (que funciona en el hospital Pereira Rossell).

Un concepto similar maneja una especialista en el tratamiento de este tipo de patologías como es el caso de Ariadna Caussade. "Yo soy una gran defensora de la vacuna. Es una vacuna que va a prevenir la infección de las niñas y adolescentes con los dos tipos más oncogénicos del HPV y va a disminuir paulatinamente la incidencia del cáncer", resumió la presidenta de la Sociedad del Tracto Genital Inferior, Citología y Colposcopía del Uruguay.

El director del laboratorio Cibeles, Gustavo Zerbino, también remarcó a El País que la vacuna ya está registrada en toda la región: Argentina, Brasil y Chile. También prácticamente en el resto de toda América Latina.

"En Uruguay se mueren tres a cuatro mujeres por semana. La vacuna está registrada en toda América Latina. Yo tengo decenas de llamados de todas las cátedras de la Facultad de Medicina, que están preocupadas por este tema. Y el gobierno está diciendo que aquello que no se le pueda dar a toda la población, no lo va a poder registrar", marcó el empresario de la industria farmacéutica, con una evidente molestia.

Las autoridades del Ministerio de Salud Pública también tienen su respuesta. Recalcan que antes de autorizar la utilización de la vacuna es necesario demostrar que en Uruguay priman los serotipos a los que son sensibles la vacuna de Merck y también del segundo producto que lograría el permiso mundial a la brevedad (la bivalente Cervarix patentada por GlaxoSmithKline).

De hecho, la Intendencia Municipal de Montevideo y la Facultad de Ciencias firmaron un convenio para realizar un estudio de tipificación, que recién está en su fase inicial.

Pero la cartera también admite que debe pensar en una respuesta "integral" y no pretende que la habilitación del producto genere "inequidades" en el acceso.

El viceministro de Salud Pública, Miguel Fernández Galeano, marcó que se trata de una vacuna muy costosa, por lo cual es muy difícil asegurar la cobertura gratuita a toda la población. Por eso, argumentó que es necesario realizar estudios de costo-efectividad, que pasan primero por confirmar que los serotipos combatidos por las vacunas contra el HPV están presentes en el país.

Fernández Galeano destacó que la inmunización completa cuesta entre 20 y 40 veces más que cualquiera de las vacunas que hoy se aplican gratuitamente en el país.

"El Ministerio tiene que tomar una decisión con total autonomía. Aquí hay que asegurar la equidad, la calidad y sustentabilidad de la cobertura", apuntó a El País.

Sin embargo, los especialistas y el director del laboratorio recalcan que si bien en los demás países de la región, el Estado no financia la cobertura de todas las niñas, el producto está registrado y se permite el acceso a quienes puedan pagarla.

"He escuchado que como para el gobierno sería un gasto importante, tampoco permite que ingrese para que la gente que la pueda pagar la adquiera, y así no fomentar inequidades", apuntó Alonso. Para el catedrático ese argumento no es de recibo. "Lo ideal sería que el país la importara o por lo menos dejara que quienes tienen la posibilidad de pagarla, lo hagan. Hay muchos países en los que el Estado no financia, pero está disponible", agregó.

Para Caussade, el hecho de que la vacuna sea cara, no es un argumento para que Uruguay sea prácticamente el único país del continente que no la autorice. "Mis pacientes están cruzando el charco, para vacunar a sus hijas del lado de enfrente. No se puede ser un país aparte. Aunque no esté registrada en Uruguay, no se va a poder evitar la diferencia de clases, porque hay gente que la va a obtener igual", remarcó.

Pero la ginecóloga también discrepa con la necesidad de realizar en Uruguay una tipificación de los serotipos más frecuentes. Aclaró primero que los estudios "para tener peso", deben realizarse sobre pacientes con cáncer de cuello uterino, y no sobre la población en general. "Pero, en segundo lugar, es un poco raro pensar que en un país tan chico tengamos una cepa diferente al resto del mundo. Si el Ministerio quiere esperar los resultados del trabajo, bueno...creo que no tiene fundamento ese planteo", señaló.

DISCREPANCIAS. La especialista asegura que los serotipos oncogénicos en todo el mundo son el 16 y el 18. El catedrático de Infectología de la Facultad de Medicina, Eduardo Savio, informó en 2006, en un seminario, que el HPV 16 es responsable del 53,5% de los cánceres, y que si se suma el 18, explican el 70% de los tumores. Pero además si también se consideran los serotipos 45 y 31, se tienen los gérmenes que causan al 80,3% de los cánceres. Savio es también asesor de la Dirección General de Salud de la cartera sanitaria.

El catedrático vertió estos datos en junio pasado, en el simposio "Nuevas estrategias para prevenir el cáncer de cuello de útero". Savio dijo que la infectología tiene un gran campo de acción en la atención terciaria (el nivel hospitalario), pero que no se debe ignorar la importancia de la atención primaria. Así, destacó el rol de las vacunaciones por su alto valor de prevención, y ponderó el papel de la vacuna antineumocóccica y en un "futuro cercano" la que combate el HPV.

Los panelistas destacaron que la vacuna no excluye a los controles en base al Papanicolau, por lo cual se deberían asumir los costos de ambas estrategias de prevención.

Caussade admite que la vacuna es cara, pero cree que con "el uso se van a ir bajando los costos, e incluso se van a poder plantear financiaciones".

"Soy una gran defensora de la vacuna, pero no lo hago por defender a un laboratorio. Lo hago porque es una opción de futuro, que protege a los niños y jóvenes. Tal vez ahora no nos demos cuenta, pero con las dos vacunas se podría llegar a disminuir el 80% la prevalencia del cáncer de cuello uterino", enfatizó. Para Caussade es obvio que los laboratorios quieren vender más productos. "Pero hay una realidad más fuerte que la razón económica de un laboratorio: la evidencia científica", concluyó.

Papanicolau: sigue siendo ineludible

El 80% de las mujeres uruguayas tuvieron o van a tener el Virus del Papiloma Humano (HPV). Sin embargo, esto no quiere decir que todas vayan a desarrollar un cáncer de cuello de útero.

La forma más común de detectar alteraciones precancerosas de cérvix uterina es a través de la colpocitología oncológica (el Papanicolau). En ese examen se extraen células del cuello uterino para su análisis.

Si se detecta el virus, luego se hace un estudio más preciso: la colposcopía. Y si es necesario se realizará también una biopsia.

El HPV se transmite en la mayoría de los casos por las relaciones sexuales. En pocos casos la transmisión es materno-fetal o a través de toallas o ropa interior.

La mayor probabilidad de transmisión del HPV ocurre por debajo de los 20 años. Sin embargo, el "pico" de detección del cáncer se da en la franja de entre 45 y 65 años. Esto ocurre en mujeres que nunca se han controlado.

Se trata de uno de los tipos de cáncer con mayores tasas de curabilidad, si es detectado precozmente. Se estima que entre el primer contacto con las cepas oncogénicas del virus y el cáncer hay un promedio de 10 años.

Si las mujeres se hicieran un control anual, se disminuiría drásticamente la mortalidad.

Recursos se buscan

A fines del año pasado, La Organización Mundial de la Salud instó a la comunidad internacional a aportar recursos para que los países en desarrollo puedan adquirir la vacuna contra el HPV. También el Fondo de Población de Naciones Unidas pidió a los donantes internacionales que conviertan en prioridad la distribución de la vacuna en los países pobres. La OMS admitió que es un producto que podría salvar a "cientos de miles de mujeres".

La pelea de dos titanes

GARDASIL - Es la primera vacuna registrada a nivel internacional. Fue inventada por el laboratorio alemán Merck. Es una vacuna cuatrivalente (ver infografía). Inhibe a cuatro cepas: 16 y 18 (las mayores causantes del cáncer cervical), y 6 y 11 (vinculadas a la aparición de las verrugas genitales). Los reportes indican que ya van más de cinco años de protección contra el virus demostrada en miles de mujeres que fueron inmunizadas con esta vacuna.

CERVARIX - GlaxoSmithKline (GSK) presentó el jueves 19 la solicitud de licencia ante la FDA de la vacuna. Este producto está destinado a prevenir los tipos 16 y 18, pero además posee un sistema de adyuvantes que evitaría la transmisión de los tipos 31 y 54 (también oncogénicos, pero no tan frecuentes). Las pruebas clínicas de GSK comprendieron a unas 30 mil mujeres de entre 10 y 55 años. El laboratorio también ha solicitado autorización a la Agencia Europea de medicamentos.

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