RODOLFO SIENRA ROOSEN
El Nuevo Espacio existe para vengar las víctimas de la represión dictatorial. Sus principales figuras, los hermanos Michelini, son hijos de uno de los más emblemáticos luchadores por la libertad a quien hoy se le recuerda como un mártir de la violencia imperante en aquellos años trágicos del Río de la Plata.
Pero se limita a cumplir con ese signo de identificación muy respetable, y pese a que lleva décadas con representación parlamentaria no se le recuerda por ningún otro aporte de ideas que le sirvan al país.
Últimamente propusieron la creación de una especie de Ministerio de Justicia.
El mismo conglomeraría, además de bolsones administrativos del Poder Judicial, a los Fiscales, dejando la sensación hasta de pretensiones ministeriales, pero no pasó nada.
Desplazado en la opacidad política, el mencionado sector resolvió hacerse oír, y en estos días anunció convocar a un Congreso Extraordinario del Frente Amplio para considerar la "anulación" de la Ley de Caducidad.
Otra vez la pelota en la casa del vecino justo bien cerca del 1º de mayo en que en el acto del PIT-CNT se insistirá con la campaña para llevar adelante este dislate, aunque también es verdad que cada vez tiene menos fuerza.
Pero con algo tienen que batirse el parche.
Sería tedioso reiterar una vez más que la hipótesis de la anulación de una ley es un aborto jurídico universal, salvo en Argentina, excepción que confirma la regla.
Si no hay nulidad sin ley que la establezca, hablar de leyes nulas por el pronunciamiento de no se sabe quién ni cómo, no se le puede ocurrir sino al que asó la manteca.
La cuestión es plantearse porqué se pretende insistir en el imposible al menos por parte de algunos que por tontos no se venden.
Impugnar la ley de inconstitucionalidad no les sirve. La Corte desechó esa pretensión y los efectos de la sentencia no son generales.
Derogarla tampoco, porque la derogación de una ley opera sólo para el futuro.
Entonces echan mano a una fantasía, la de hacer como si en el derecho positivo uruguayo esta ley, que lleva más de veinte años de vigencia, no hubiera existido nunca.
Se quiere abarcar así el pasado, y entonces la idea sería meternos en la máquina del tiempo, poner marcha atrás hasta el 22 de diciembre de 1986, fecha de sanción de la ley, imaginando que lo que fue, en realidad no fue.
Pero no tanta risa. Alguien se debe traer algo debajo del poncho.
Tiempo atrás difundí una versión que se corre por ahí -no sé si es cierta, no tengo pruebas- según la cual lo que se busca con este disparate es revivir la búsqueda de los restos de la nuera de Gelman, que un Fiscal tuvo la valentía de liquidarla judicialmente porque el Poder Ejecutivo ya había declarado el caso comprendido dentro de la ley, y no podía ser que el mismo órgano aunque con otra integración la incluyera después.
Se sabe que Gelman tiene antecedentes de colaboración con los montoneros, que parte de éstos gobiernan Argentina y Kirchner se interesó mucho por este asunto.
Según esa versión, Gelman necesitaría una partida de defunción de su nuera para liberar toneladas de dinero de la guerrilla argentina depositadas en un banco suizo.
Es sólo una versión. Pero si fuera cierta, los que empujan esta locura ¿van solo por la camiseta o bailan por lo que el mono?