MATÍAS CASTRO
La calle Colón verá llover hoy y mañana. Pero sólo a lo largo de una cuadra. De Cerrito a Piedras. El tramo está irreconocible, por las falsas fachadas de locales, que incluso vistas en vivo y en directo, engañan a la vista.
El enorme equipo de producción de Blindness, que cada día comienza a trabajar entre las cuatro y las cinco de la mañana, prepara sistemas de riego para simular lluvia. Lo que se filmará serán escenas en la calle, donde decenas de ciegos saquean comercios en busca de comida y abrigo. Los extras que interpretan a los ciegos son uruguayos y desde hace algunas semanas se vienen preparando en la parte actoral y en los vestuarios, para lo que les toca hacer en estos dos días.
No es fácil acercarse al rodaje. Las calles son cortadas a una cuadra de distancia, y a veces más, como ocurrió el sábado desde las cinco de la madrugada. Ese día, el equipo filmó en la puerta de la sucursal 19 de Junio del Banco República, pero el tránsito estaba cortado ya seis cuadras antes. Había vigilancia en todos los cortes laterales y no era posible acercarse. La única excepción eran los vecinos y quienes trabajaban ahí. Tal vez el hecho de que la zona cortada fuese muy extensa, y que era el primer día, contribuyó a que cada calle tuviese distintos grados de dificultad para acercarse un poco más. Hoy, mañana y pasado, la situación continuará de la misma forma. Ayer por la mañana el equipo de producción se trasladó a una casa en Punta Gorda, cercana a la Plaza Virgilio. A pesar de que las tomas que se filmarían eran en interiores de la casa, las vallas que impedían el acceso estaban instaladas a una cuadra de distancia.
Lo que se filmó en esa casa, donde se fingió el hogar de la pareja que hacen Mark Ruffalo y Julianne Moore, se complementa con otras escenas que se realizarán en San Pablo. De este modo, la casa que aparezca en la película, se construirá, en realidad, en dos ciudades bastante alejadas entre sí.
Al mediodía de ayer el equipo se trasladó nuevamente a la Ciudad Vieja, para filmar en el interior del local de La Ópera en Juan Carlos Gómez. El corte de calles esta vez fue menor.
Algunos curiosos se agolpaban para ver si pescaban al pasar algún famoso, e incluso un avispado vendedor de panchos aprovechó la oportunidad para ponerse bien cerca del espectáculo del rodaje y llevarse a casa unos pesos más. No eran muchos, como cabría esperar en otros países, pero un puñado alcanzó a cruzarse con Julianne Moore, en las entradas y salidas al set de filmación. Un ómnibus estaba estacionado transversalmente en Juan Carlos Gómez, aunque no se pudo saber si era parte de los escenarios.
Todo parece cuestión de perspectiva. Estos cinco días de rodaje montevideano han puesto la película en boca de todos. Entre los cortes de calles, los famosos que llegan, la historia, los extras y el despliegue, es todo un acontecimiento para una ciudad tan pequeña. Para los productores, sin embargo, es una parada más en un trabajo que cada vez más a menudo se realiza de esta forma: de una ciudad a otra. Sigue San Pablo.
Las cifras
50% Es lo que puede llegar a ahorrar un productor extranjero al filmar en Uruguay. Lo que se ahorra se invierte en actores más caros.
700 Es la cifra en dólares que se habría pagado al propietario de un local que debía ser usado para escenas de la película.
450 Es la cantidad de uruguayos involucrados en este rodaje de cinco días. Incluye 150 técnicos y 300 extras.
El encuentro entre el director y el escritor
El director Fernando Meirelles relató en su blog cómo fue su encuentro con el escritor José Saramago, en Lisboa, Portugal. La reunión fue con Pilar, la esposa del escritor, en su restaurante favorito. Fue el 27 de agosto, cuando la producción ya estaba en marcha.
Fue resuelto de golpe, mientras Meirelles volvía de viaje desde Pekín. Y junto a ellos estaban el guionista y actor Don McKellar y el productor Niv Fishman.
"Es una figura un poco intimidante, yo estaba nervioso, pero él fue muy amable e incluso afectuoso", apunta Meirelles. Agrega que, al momento de conversar sobre el elenco para la película. Saramago estaba totalmente conforme con la elección de Danny Glover como el "Anciano con parche en el ojo". "La venda en los ojos (de su personaje) y las cataratas que tiene otro, guardan alguna relación con los pesados anteojos del autor", dice el director. Aumentar la presencia de ese personaje en la película, reflexiona, sería como colocar al propio Saramago en la pantalla.
En el texto Meirelles explica los temores que le surgieron a partir de ese encuentro. Saramago siempre ha desconfiado de las adaptaciones de sus libros, diciendo que "el cine destruye la imaginación". Sin embargo, el escritor estaba interesado en lo que harían con su obra. "Ninguna proyección de Blindness será tan tensa como la que haré para mostrársela", dijo.
Cuatro actores que están en la película pero no en Uruguay
Gael García Bernal
Al igual que todos los personajes en esta película, el de García Bernal no tiene nombre. Mientras el equipo se trasladaba a Uruguay, él estuvo en Toronto, donde presentó "Déficit", la primera película que dirige.
Alice Braga
Se la vio por primera vez en Ciudad de Dios, dirigida también por Fernando Meirelles. Interpreta a una Chica con Lentes Oscuros. Se la verá además en enero en Soy leyenda, adaptación del clásico de Richard Matheson.
Don McKellar
Este actor, guionista y director canadiense interpreta a un ladrón en este film. Además de escribir el guión a partir de la novela de Saramago, fue uno de los responsables de convencer al premio Nobel.
Sandra Oh
Es la Ministra de Salud de la ciudad sin nombre donde se desarrolla la película. A esta actriz de 36 años también se la ha visto trabajar en la serie de televisión Grey´s anatomy.