MATÍAS CASTRO
La Feria del Libro volverá el año próximo a la explanada municipal. Lo confirmó ayer Álvaro Risso, presidente de la Cámara del Libro. Es que los resultados arrojados este año, parecen ser muy auspiciosos.
La Feria cumplió sus treinta años. El domingo cerró sus puertas bajo la Intendencia. Luego de haber estado diez años en el Latu, volvió al Centro de Montevideo con entrada gratuita. La Cámara del Libro asumió un riesgo, como lo definía Risso, luego de haber recibido la propuesta de la Intendencia para cambiar de lugar. "Si bien nos habíamos dado cuenta que la Feria en el LATU estaba decayendo, nos generó dudas al principio porque las instalaciones allí son adecuadas. Además, teníamos dudas sobre cómo resultaría al instalarse en el Centro, una zona muy disminuida desde el punto de vista comercial", dijo Risso.
VENTAS. La Feria, este año, duró casi una semana menos que en ediciones anteriores, y sin embargo demostró rendir mucho más para los expositores consultados.
Las editoriales consultadas coincidieron en la visión positiva del cambio. La editorial Océano, una de las dos que ocupaban los mayores espacios, duplicó su venta con respecto al año anterior. Según su gerente de ventas, Gustavo Bosca, sus ventas en estos diez días fueron de unos 1500 ejemplares. La editorial Santillana, cuyo stand era del mismo tamaño, vendió más del doble que el año anterior pero fuentes de la empresa estimaron que vendieron aproximadamente 5500 ejemplares en los diez días del evento. Si bien Océano no tenía casi libros de ofertas, el espacio de Santillana sí los tenía.
El stand El Rebusque, propiedad de la distribuidora Gussi y especializado en ofertas, aumentó sus ventas al doble, con respecto al año pasado. Según Álvaro Fuentes, uno de sus responsables, allí se vendió un promedio de 200 libros diarios, con precios que iban de 50 pesos en adelante. La editorial Fin de Siglo, aumentó sus ventas en un sesenta por ciento y llegó a 1460 libros según su director, Edmundo Canalda. Y a diferencia de los otros, Pablo Harari, director de la editorial Trilce, no destacó que sus ventas hayan crecido, aunque se mostró satisfecho porque la Feria haya cumplido su objetivo de convertirse en "un lugar de encuentro con el libro". Otra editorial que se manifestó más prudente en cuanto a las declaraciones sobre el éxito, fue Sudamericana. Santiago Chouy, gerente de la editorial, afirmó que este año fue para ellos un éxito de público y ventas, aunque reconoció que la recaudación fue la misma que el año pasado.
CAMBIOS. La instalación en la explanada le generó a la Cámara un costo extra en infraestructura y en seguridad. Además, este año no se cobraba entrada. La Intendencia, que fue la que hizo la propuesta para el cambio de lugar, no puso dinero en efectivo, aunque sí puso infraestructura y otros servicios, como el escenario al aire libre o la actuación de la Comedia Nacional. Este año, según la propia Cámara del Libro, la esponsorización fue menor a la esperada. "El resultado económico para la Cámara fue inferior al del año anterior. Si bien es cierto que el dinero recaudado acá sirve para financiar las actividades que hacemos a lo largo del resto del año, el objetivo final de la Feria sigue siendo la promoción del libro", dijo Risso.
Al público específico de la Feria, es decir los consumidores de libros, se sumaron este año los curiosos y los que consumen libros pero habían dejado de ir a la Feria para evitar el viaje hasta el LATU. "Era todo un paseo", comentaba Santiago Chouy de Sudamericana.
Chouy, cuyo stand al igual que el de Planeta optó por buscar un perfil que no compitiera con las librerías del Centro, afirmó que "acercar el libro a la gente fue una medida saludable". "El que haya contacto con los libros es un logro. En el LATU hay mejores condiciones materiales, pero no iba gente. La Feria tiene que ser un lugar de encuentro", afirmó Pablo Harari, de Trilce.
Edmundo Canalda destacó que la Feria confirmó para él que la producción de ficción nacional está viviendo su "mejor momento", pero que eso no se refleja en las ventas. Es que en algunos stands, la llamada "no ficción", es decir los libros periodísticos, los ensayos y las biografías, aumentaron sus ventas. Una pauta la venía dando la editorial Santillana, que a lo largo de este año ha reforzado sus series de estos géneros, en respuesta también al aumento de la demanda por este tipo de títulos.
Julián Ubiría, de Santillana, afirmó que para ellos fue una oportunidad para mostrar su catálogo y sus autores, "Como evento cultural, llevarla a la Intendencia la popularizó y sobre todo llevó más diversidad de público".
Para la Cámara quedan algunos puntos pendientes, como mejorar la infraestructura y traer más invitados extranjeros, entre otras cosas.
Las cifras
100 mil Es la cantidad de público que habría visitado esta edición de la Feria, según Álvaro Risso. La Cámara no tuvo forma de medir.
50 mil Es la cifra en dólares que cuesta el armado de la Feria, para la Cámara Uruguaya del Libro. Aparte van los auspicios y canjes.
40 mil Es la cantidad de personas que visitaron la Feria en su última edición, de acuerdo a Álvaro Risso, presidente de la Cámara.
La Feria otorgó los premios Bartolomé Hidalgo
Si hubo un sello editorial que el sábado marcó presencia fuerte en la entrega de los premios Bartolmé Hidalgo, fue Fin de Siglo. Antonio "Taco" Larreta resultó el ganador en la categoría de "Narrativa". Su novela Hola Che, editada por Fin de Siglo recientemente, se llevó la distinción. El libro trata sobre un marchand de arte que emigra a España en plena dictadura. Al mismo tiempo, un joven militante lo busca sin explicar sus motivos. El libro, según las reseñas, plantea una trama de suspenso con un marco histórico reciente.
De la misma editorial es El arcón viajero, que, escrito por Isabel Amorín, ganó en la categoría de "Literatura infantil y juvenil". En el rubro "Ensayo político y periodístico", otro libro de la editorial se llevó el premio. Fue Donde hubo fuego, de Adolfo Garcé. Se trata de un libro de análisis histórico que toma como tema la historia reciente y el MLN en los años sesenta y setenta. El autor, según las reseñas, recrea la época a través de entrevistas y documentos.
En la categoría "Poesía", el ganador fue La tienta, libro de la periodista Ivonne Trías. Y como "Revelación", la distinción se la llevó el ex basquetbolista Horacio "Tato" López por su autobiografía La vereda del destino.
Horacio "Tato" López, un premiado outsider de la literatura
Una de las mayores sorpresas de la Feria la dio el libro del basquetbolista Horacio "Tato" López. Su autobiografía, La vereda del destino, fue distinguida con el premio Bartolomé Hidalgo en el rubro "Revelación".
El mismo autor confesó ayer a El País que, a pesar de ser visitante de la Feria del Libro, hasta no hace mucho tiempo no sabía de la existencia de estos premios. "Fue una sorpresa ganarlo. Ya antes la nominación escapaba a lo que yo podía imaginar. Es que lo de este libro es una realidad que supera el sueño", cuenta.
En el libro, López repasa su carrera en el mundo del básquetbol, donde empezó muy chico y debutó en la selección uruguaya a los 15 años, y continúa en la etapa en la que dejó el deporte y se dedicó a viajar, mochila al hombro. "Yo soy un outsider, estoy aprendiendo", confesó ahora. A lo largo de las 344 páginas explora su vida personal y también la de su familia, durante la dictadura.
Ahora mismo, luego del premio, López prefiere no adelantar planes con respecto a la escritura, lo único que tiene claro del todo es que no está en sus planes convertirse en un escritor profesional. "Sigo parado en el lugar de la persona que le gusta escribir, pero no del escritor", se preocupaba por aclarar. Para Santillana, su libro fue uno de los más vendidos durante la Feria.
Algunos de los más vendidos
En el stand de editorial Fin de Siglo los dos libros más vendidos tuvieron sus peculiaridades. El primero, "Una historia de vida", autobiografía del dirigente comunista Wladimir Turiansky, vendió unas 80 copias, y se editó días antes de la Feria. El segundo se ubica en el otro extremo, ya que es "La locura uruguaya", un bestseller del sicólogo Gustavo Ekroth, que lleva vendidos unos 60 mil ejemplares desde que se editó en 1991, y que en estos días de feria vendió aproximadamente 70 copias. El tercero más vendido fue "Hola, che", de Antonio "Taco" Larreta.
Océano, que se ocupa solamente de distribución señaló que el autor más vendido fue Szandor Márai, aunque no tenía cifras concretas. Destacaron que se vieron sorprendidos por la buena venta de libros del sello Gedisa, especializado en temas universitarios y académicos. También en su caso aumentaron las ventas de libros de diseño y arquitectura, cuyos precios son de más o menos mil pesos. "Harry Potter", sin embargo, vendió poco con respecto al resto del año.
En el caso de la editorial Sudamericana, el título más vendido fue "Las aventuras de Súper Pocha", de Helen Velando, con 64 copias. "La suma de los días", de Isabel Allende, se quedó en el segundo lugar, con 62 ejemplares.
La editorial Trilce destacó que el libro más vendido fue "El caso Mitrione", de Clara Aldrighi. Si bien no tenían cifras definitivas de ventas, destacaron que otro título muy vendido fue "La tienta", poemario de Ivonne Trías. El género infantil tuvo, en su caso, una venta muy alta, gracias a autores como Roy Berocay, Magdalena Helguera o Susana Olaondo.