Luego de dos intensas jornadas, con la actuación 20 bandas nacionales y dos extranjeras, la quinta edición del festival de rock más importante del país llegó a su fin, con la concurrencia de más de 100 mil espectadores al Parque de la Hispanidad.
El segundo día de festival fue, sin duda alguna, el mejor. Con los "motores ya calientes" del día anterior una marea humana invadió desde temprano el predio del Pilsen Rock. A los que ya estaban se les sumaron los que no habían podido llegar el sábado por cuestiones laborales y aquellos a los que los conquistó el sol. Sol que se dignó a aparecer para secar carpas, championes y banderas y amenizar el último día de festival.
Horas antes, el centro de Durazno ya vibraba al ritmo de los grupos que más tarde se presentarían. En todas las esquinas se escuchaban cánticos y se veía como los fanáticos aprontaban sus banderas para la noche. Algunas más improvisadas, otras con mucho trabajo encima. Las más predominantes: las de Uruguay y las de Buitres, una de las bandas uruguayas más esperadas.
Dentro del predio no se produjeron accidentes de ningún tipo. Los tres controles de la entrada y el operativo policial y de coraceros, sumados a la "onda" pacífica de los asistentes, permitieron que los dos días de fiesta fueran eso: una verdadera fiesta.
Hereford fue la banda que estremeció al público desde las primeras notas de "Bienvenida al Show", canción característica del evento desde su primera edición. Cuando cantaron "Lo más simple de las cosas" invitaron a prender encendedores y celulares, lo que iluminó el parque y convirtió ese momento en uno de los más emotivos del Pilsen Rock.
Luego de Hereford se presentaron en el escenario contiguo los tan esperados Buitres, tocando canciones de su último disco "Canción de cuna para almas en pena". Los ya consagrados músicos hicieron saltar al público al ritmo de sus canciones, se encendió más de una bengala y los trapos se agitaron como nunca.
A altas horas de la noche Trotsky Vengarán cerrarrá la racha de presentaciones uruguayas para dar lugar a la "frutillita de la torta", la actuación de los argentinos Catupecu Machu, que harán temblar el suelo del Parque de la Hispanidad.
DATO CURIOSO. En las pantallas gigantes distribuidas en el parque (pensadas para una mejor visión) se invita al público a enviar mensajes por la módica suma de $10. Desde declaraciones de amor hasta insultos pasan ante la vista de más de 100 mil asistentes. Pero el mensaje "ganador" es el de una persona que daba su número telefónico y ofrecía un pasaje de vuelta con asiento para mañana a las 12. Sin duda que debió de haber recibido más de una llamada.