Primero se hizo una votación nominal, legislador por legislador, dónde cantaban su voto. Ahí fue cuando se retiró el senador (suplente) del Foro Batllista, Washington Abdala. Finalmente se llevaron a cabo dos votaciones grupales a mano alzada que determinaron el empate 15 a 15.
Ayer la sesión debió ser interrumpida tras haberse recibido una amenaza de bomba en el despacho del vicepresidente Rodolfo Nin Novoa, quien preside el Senado.
"Sin dudas fue algo planeado. Alguien lo hizo", consideró la senadora Mónica Xavier, impulsora del proyecto de ley, quien dialogó con EL PAÍS digital. "Es una muestra de intolerancia de quienes no quieren que discutamos estos temas".
Los argumentos esbozados ayer en la Cámara así como también las consultas realizadas por EL PAÍS a los legisladores, confirmaban la hipótesis de que la mayoría simple que se requiere no se alcanzaría para darle media sanción al proyecto. Consultada sobre esto, Xavier acotó que la Ley de Salud Reproductiva se aprobaría incluso sin el artículo que establece la despenalización del aborto.
El diputado colorado Washington Abdala, suplente de Julio María Sanguinetti, ya había confirmado en la sesión de ayer que se retiraría de sala al momento de la votación para evitar expedirse sobre el tema. "Nosotros debemos cumplir con nuestra tarea de legislar", opinó Xavier quien además consideró que la propuesta de Abdala de realizar una consulta popular debe ser posterior a la tarea de legislar.
El retiro de Abdala motivó que los 15 senadores del Frente Amplio que están a favor de la despenalización del aborto no superen en número a los que se oponen, que son los 11 senadores del Partido Nacional, los dos de la Lista 15 del Partido Colorado y a los oficialistas Carlos Baráibar y Alberto Cid.
"Obviamente no comparto el veto y respetuosamente le he solicitado al presidente que no vete y se habilite la consulta para quienes están en contra de la ley", opinó Xavier, una de las impulsoras del proyecto.
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