DIEGO PÉREZ

Los niños y jóvenes que van a la piscina del Campus de Maldonado deben sentirse orgullosos. Es que aprenden a nadar de la mano de uno de los mejores deportistas que ha tenido el país. Carlos Scanavino supo convertirse en un prestigioso representante uruguayo en las piscinas del mundo. Campeón nacional y sudamericano, Scanavino sabe que tuvo todo para llegar a una final olímpica. Pero no pudo y esa es la espina que más profundo se clavó en su corazón. También cuenta -con un dejo de resignación- que tuvo la oportunidad de ir a entrenar a Estados Unidos, pero una "calentura" del momento le jugó una mala pasada y volvió a Uruguay. Y sabido es que acá, más que nadar, hay que "remarla" para triunfar. Récord tras récord, el legado más importante que le dejó Carlos a la natación nacional tiene nombre propio: Antonella.

Nombre: Carlos Scanavino Villavicenio.

Fecha de nacim.: 11 de marzo de 1964.

Juegos Deportivos Sudamericanos: Oro en 100, 200, 400 y 1.500 metros libres. Plata en 4x100 combinados, 4x100 libres y 4x200 libres (Argentina, 1982).

Oro en 100, 200 y 400 metros libres, y en 4x200 libres. Plata en 4x100 combinados. Bronce en 4x100 libres (Perú, 1990).

Juegos Deportivos Panamericanos: Bronce en 1.500 metros libres (Caracas 1983).

Plata en 200 metros libres (Indianápolis 1987).

Juegos Olímpicos: Participó en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988.

"El tiempo lo dirá, por ahora es una nadadora que está surgiendo. No le perdemos pisada tanto la Federación, el Comité Olímpico, mi señora como yo. Tiene un futuro tremendo y si consigue el apoyo necesario va a ser mejor que el padre".

"Me gustaría volver a nadar como en mi mejor época, en los 80. Pero le agregaría los adelantos tecnológicos que hay ahora y también los sponsors de ahora, que realmente pueden ayudar a los deportistas. Es lo único que cambiaría".

"Cuando quedé afuera de la final olímpica en los 1.500 metros, me ofrecieron quedarme a entrenar en Estados Unidos. Pero yo con la amargura que tenía dije que no y me volví a Uruguay. Se me dio la oportunidad, pero estaba muy mal".

"Compartí muchas cosas con la selección de fútbol que ganó en los Panamericanos de 1983. Me llevaba tan bien que terminaron `adoptándome`. En la final, estuve en el banco con los suplentes. Dirigía Tabárez, que fue a verme a las finales".

"La verdad es que se me dieron las condiciones y no las pude o no las supe aprovechar. En ese momento no salió lo mejor de mí y fue tremendo. Estuve 20 años tratando de llegar, no pude y fue una tristeza que me quedó en el corazón".

"La que más me marcó fue una del Sudamericano de 1984. Salí campeón con récord en estilo mariposa, para el que no había entrenado. Fui como relleno y terminé ganando y a menos de dos segundos del récord mundial".

"Más que un buen presente, veo bien el futuro. La de menores de 18 años es una camada que está surgiendo y muy bien. Tenemos un semillero muy bueno, que viene repuntando a nivel sudamericano y no hay que perderles pisada".

"Considero que pocos pueden discutir sus condiciones. Era un nadador muy completo, tenía récords mundiales en distancias cortas y largas. En cualquier distancia ganaba. Otro gran nadador, pero de mi época, fue Vladimir Salnikov".

"Ahora tenés las eliminatorias, semifinales y finales casi juntas, por lo que los nadadores deben ser más completos y resistentes. Y Phelps lo ha logrado, en el último mundial ganó siete medallas y parece ser el único capaz de hacerlo".

"A nivel nacional fue el rival más grande que tuve cuando empecé a nadar. En esa época los duelos con él eran fuertes. Y a nivel sudamericano, un gran rival que tuve fue el argentino Alejandro Lecoq. Siempre definíamos uno contra otro".