Europa se abre a la inmigración calificada

Proyecto. Fue presentada la "Tarjeta azul", a la usanza de la "Green Card" de EE.UU.

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2007-10-24 00:00:00 300x300

ESTRASBURGO | AFP, EFE y EL PAÍS DE MADRID

La Unión Europea (UE) quiere mostrarse como una alternativa atractiva a Estados Unidos o Canadá para trabajadores inmigrantes altamente calificados, y al mismo tiempo, rejuvenecer su población. Es por eso que ayer presentó su "tarjeta azul".

Este proyecto de la UE, a la usanza de la "Green Card" de EE.UU., fue presentado ayer por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y deberá ser aprobado de forma unánime por el bloque de los 27 en el Consejo, lo que debería ocurrir en diciembre.

Se basa en una premisa muy simple: la población del continente tiende a envejecer y las oportunidades laborales que ofrece no lo hacen atractivo para los trabajadores inmigrantes considerados de alta calificación.

Mientras el porcentaje de esos trabajadores en la UE es de sólo 1,72%, en Australia alcanza el 9,9%, en Canadá el 7,3%, en Estados Unidos el 3,2% y en Suiza el 5,3%, según un estudio difundido por la Comisión Europea al dar a conocer su propuesta.

"Europa es un continente de inmigración, no hay dudas sobre eso. Somos atractivos para muchos. Pero no somos lo suficientemente buenos para atraer a las personas altamente calificadas", dijo Durao Barroso, en el Europarlamento en Estrasburgo (este de Francia.

De acuerdo con el proyecto de "Tarjeta Azul", el inmigrante tendrá derecho a un permiso de residencia y de trabajo de dos años renovable entregado bajo las mismas condiciones en cada uno de los 27 Estados miembros del bloque. Luego de este período inicial, el inmigrante podrá ir a trabajar en las mismas condiciones a otro país de la UE, según la propuesta.

Sin embargo, las condiciones exigidas al potencial inmigrante siguen siendo estrictas: un diploma reconocido, por lo menos tres años de experiencia profesional y una oferta de empleo procedente de una compañía basada en la UE.

El cónyuge del trabajador con "tarjeta azul" se beneficiará con permiso de trabajo y residencia en la UE en ese período.

Para evitar un "dumping" social temido por los sindicatos, la Comisión propone que los ingresos de estos inmigrantes sean tres veces más altos que el salario mínimo del país en el que trabajarán. Además, se estipula la "preferencia comunitaria", en caso que haya una vacante laboral.

Cuando se hicieron los primeros anuncios de este proyecto, en septiembre, se mencionaba que en la UE había tres millones de puestos de trabajo vacantes; incluso se dijo que durante las próximas dos décadas el bloque debería esperar la llegada de 20 millones de trabajadores calificados inmigrantes. El propio Durao Barroso se encargó ayer de minimizar esas previsiones -sobre todo ante las críticas de los sindicatos europeos- al afirmar que no se le está abriendo la puerta "a más de 70 mil inmigrantes".

Las críticas no provienen sólo de los sindicatos europeos o de países miembros del bloque. También llegan del exterior, sobre todo de los países pobres, donde se acusa al proyecto de fomentar una "fuga de cerebros".

La cifra

5% Porcentaje de trabajadores inmigrantes calificados que optan por irse a Europa; a Estados Unidos va el 85 por ciento

PROS Y CONTRAS DEL PLAN

ENVEJECIMIENTO. Uno de cada cinco europeos tiene hoy más de 60 años. Para 2050, esa proporción será de uno cada tres. Se cree que para 2025 la población europea comenzará a reducirse.

DÉFICIT. Cuando comenzó a difundirse el plan de la "Tarjeta Azul" se divulgaron varios ejemplos: en Alemania, el año pasado faltaron 23 mil ingenieros; en toda Europa y para 2010 se piensa en un déficit de 300 mil trabajadores en el área de la tecnología de la información.

PROPORCIONES. El 85% de los trabajadores inmigrantes no calificados viajan hacia la UE, mientras que el cinco por ciento lo hacen a Estados Unidos. Por el contrario, el 55% de la mano de obra especializada va a EE.UU. y sólo el 5% opta por Europa.

CONTROVERSIAS. Dos miembros de la UE, Alemania y Austria, son particularmente reacios a darle margen al gobierno europeo en el tema de la inmigración.

URUGUAY. Cuando este tema saltó a la luz, en septiembre, el director del Departamento 20 de Cancillería, Álvaro Portillo, dijo a El País que este tipo de medidas no le hacían nada bien al país: "Lo que se hace es seguir estimulando que los uruguayos calificados se vayan". Además, dijo que aunque se apruebe esta medida, no significaría cambios para los ya residentes en Europa ni para la mayoría de los que viajan ahí a probar suerte.

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