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RENZO ROSSELLO

Marcha atrás. La postergación del permiso final para Botnia tuvo tres efectos inmediatos: despertó el rechazo de la oposición, desinfló una "acción secreta" de los activistas, y provocó malestar en la empresa.

A las 11 de la mañana el ministro Mariano Arana estaba convencido de que rubricaría, por fin, la Autorización Ambiental de Operación (AAO) que permitiría la puesta en marcha de la planta de Botnia. Tanto, que desde el Ministerio y desde el Servicio de Prensa y Difusión de la Presidencia (Sepredi) se convocó a una conferencia de prensa. El documento oficial ya había sido firmado por la directora de DINAMA, Alicia Torres, y quedaba sólo el espacio para que Arana hiciera lo propio.

En ese momento, relataron más tarde fuentes del gobierno, el canciller español Miguel Ángel Moratinos llamó al presidente Tabaré Vázquez. Eran aproximadamente las 6 de la mañana en California cuando el presidente oyó al jefe de la diplomacia española haciéndole un pedido de último momento: que postergara la autorización final hasta la concreción de la cumbre presidencial en Santiago de Chile.

Pocos minutos después el embajador español Fernando Valderrama se ponía en contacto telefónico con el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, para transmitirle un pedido similar, con instrucciones precisas de su gobierno. De inmediato, Fernández llamó a Arana que en ese momento se disponía a comparecer ante los medios de comunicación. La conferencia había sido convocada en principio para las 11 de la mañana, aunque Sepredi la postergó para las 12 y luego para la hora 13. Sin embargo Arana no llegó hasta las 14 para comenzar presentando excusas ante los periodistas.

POSTERGACIÓN. "La demora -explicó Arana- se debe que entendimos que debíamos ponernos en contacto con el señor presidente, que como ustedes saben está en los Estados Unidos", explicó el ministro.

De esa manera transmitió Arana la decisión de postergar, al menos hasta el próximo jueves, la firma del permiso definitivo. "El señor presidente entendió que en atención a los buenos oficios que, tanto el facilitador como el propio monarca han realizado en todo este último período, y más allá de los intercambios que mantuvimos con la propia Presidencia, entendíamos que era conveniente atender ese reclamo", argumentó Arana.

En primera fila los dos representantes de la empresa Botnia - el director para Uruguay, Ronald Beare, y la gerente de comunicaciones, Florencia Herrera- intercambiaron perplejas miradas.

Hasta ese instante los directivos de la empresa finlandesa se habían mostrado contentos y, en cierta forma, aliviados. "Ahora vamos a comenzar a trabajar y se despejarán todas las dudas", comentó con optimismo Beare a El País poco antes de comenzar la conferencia. Pero el optimismo se derrumbó cuando los directivos oyeron las explicaciones del ministro. Beare se comunicó por su celular con el presidente de Botnia, Erkki Varis, que se encuentra en Paysandú y parte hoy para Finlandia.

Una vez que Arana abandonara el hall central del Ministerio, Beare fue abordado por los periodistas. "La planta está lista para operar y, bueno, son procesos que están previstos dentro de las contingencias y de los plazos de comienzo de la operación", dijo cuando se le preguntó cómo había caído en la empresa la decisión.

Sin embargo, distintas fuentes consultadas más tarde confirmaron que todo el procedimiento había caído muy mal entre los directivos.

LA CUMBRE. El último Consejo de Ministros presidido por Vázquez en Suárez fue el lunes 22 de octubre pasado. Allí se examinó la situación de los estudios ambientales pendientes y se resolvió que, una vez que concluyeran, se firmaría la AAO. Eso acordó Vázquez con los ministros y, en particular, con Mariano Arana.

Hasta allí, informaron fuentes del gobierno, nada había cambiado. Incluso la última conversación entre Vázquez y Arana antes de partir a Estados Unidos, ratificó los pasos.

Esta semana se definía la fecha para la última reunión previa a la Cumbre Iberoamericana en Chile (del 8 al 10 de noviembre). La propia Alicia Torres confirmó ayer que había sido "convocada" por la Cancillería para una reunión en Chile "a principios de la semana próxima". En este encuentro preparatorio las delegaciones oficiales de Uruguay y Argentina acordarían con el facilitador español, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, los términos del acuerdo que signarían más tarde los presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner.

El encuentro de Vázquez y Kirchner viene precedido de importantes señales de distensión. El primer saludo que Cristina Fernández de Kirchner recibió el domingo 28 en su celular fue el de Tabaré Vázquez. La presidenta electa dijo en una entrevista concedida a CNN que su primera visita sería "al pueblo hermano de Uruguay".

Sin embargo, el presidente fue cauto ayer en Estados Unidos cuando los enviados de Canal 12 le preguntaron por el tema. "No va a ser fácil solucionar el conflicto. Hay una instancia legal que seguramente va a haber que sustanciar en toda su dimensión", advirtió Vázquez. Pero de inmediato agregó: "Esto no implica que no mantengamos un diálogo fluido entre los dos gobiernos, y ojalá de ese diálogo surja una solución que acorte los tiempos en que el tribunal internacional debe resolver el tema".

La petición de la Cancillería española es interpretada como el preámbulo al acuerdo. "Si no se tratara de un acuerdo, no habría ninguna razón de peso para dejar en suspenso una resolución que el país puede tomar por sí mismo", comentó una fuente de gobierno.

Nada de eso ahorró el mal trago de ayer.

En la cancillería nada sabían; algunos en el gobierno están seguros que detrás de la llamada española está la presión argentina y en la Vertiente Artiguista aseguran que Mariano Arana no quedó mal con lo ocurrido.

Fuentes del gobierno dijeron a El País que la solicitud de la corona española probablemente responda a un planteo formulado por el gobierno argentino. "Fue una iniciativa directa de España que puede obedecer a una gestión de Argentina", señalaron.

Desde la Cancillería se informó que esa cartera no tuvo intervención ni en el anuncio que se iba a realizar sobre la habilitación, ni más tarde cuando se dispuso la postergación. Recordaron que el Ministerio se encuentra abocado a la preparación de la "reunión previa" a la Cumbre Iberoamericana, que se realizará en Santiago de Chile la semana próxima. Si bien admitieron que aún no está definida la fecha, el encuentro entre la corona española y los representantes de los gobiernos de Uruguay y Argentina podría realizarse a partir del 7 de noviembre, día en que arribarán el presidente Vázquez y el canciller Reinaldo Gargano.

En la Vertiente Artiguista se consideró la decisión de Vázquez "como un gesto importante del gobierno uruguayo" para contribuir "a la resolución del conflicto". Para el sector al que pertenece Arana, la orden de Vázquez de ayer, no afecta la imagen del ex intendente, ni está en juego su continuidad en el cargo. Se aseguró a El País, que Arana iba a anunciar la habilitación de Botnia de acuerdo a la decisión del mandatario. "Arana actuó en permanente consulta con el presidente y era una resolución de Vázquez anunciar la habilitación", dijeron integrantes del sector. Agregaron que el tema ya había sido acordado antes que Vázquez iniciara su viaje a EE.UU. Indicaron que Arana anunció la postergación, tras el contacto telefónico que tuvo con Vázquez.

El Estado uruguayo lleva gastados U$S 3.495.000 en la defensa legal ante la Corte Internacional de Justicia, por la demanda de Argentina. Este dinero es el que se ha pagado al estudio jurídico estadounidense Foley, Hoag LLP, contratado por el Estado como asesores jurídicos. Ello se desprende del informe del Tribunal de Cuentas de la República donde se autorizan los gastos.