AGENCIAS
Es un drama de película. Un juez le retiró el sábado a Spears la autorización para visitar a sus hijos dos veces por semana. Eso, que parece una noticia menor, se dio luego de horas entre bomberos, patrullas, policía, ambulancias y un helicóptero.
Además de todos esos vehículos rodeando la casa de Spears en Los Angeles, el jueves por la noche los paparazzi acosaron el lugar, agolpándose contra la ambulancia, pujando contra los cordones policiales y dándose codazos para obtener las mejores fotos.
¿El motivo era para tanto alboroto? Spears debía entregar sus dos hijos James y Sean Preston, de 1 y 2 años, respectivamente, a su ex esposo Kevin Federline, luego de la visita regular, que había sido pactada y autorizada judicialmente. La chica se encerró en el baño con uno de ellos y no quería salir.
El lío adquirió tales proporciones que convocó más gente que un secuestro de terroristas. Todo por una ex estrella de la música pop, que desde hace más de dos años perdió totalmente el control de su vida entre crisis, drogas, escándalos, un divorcio millonario, disputas legales, críticas por parte de opinólogos de la farándula y un demorado regreso al mundo de la música. Su historia parece no acabar más.
El jueves por la noche, cuando se desató el escándalo, además, estaba bajo los efectos de drogas. Por eso pasó la noche del viernes y por lo menos la del sábado en el famoso centro médico Cedars-Sinai, de Los Angeles. El diario británico The Sun, fiel a su estilo, ha sido cruel con lo que publicó. El tabloide afirmó que Spears estuvo tomando un tipo de drogas que se administra habitualmente a los caballos de carreras. Además también habría estado tomando metadona cristal, anfetaminas y éxtasis, todo ello regado con abundante vodka, afirma el periódico, citando a "fuentes próximas" a la diva del pop.
Según la versión del tabloide de Londres, Spears empezó a tomar clenbuterol, substancia que ayuda a respirar a los caballos de carreras y tonifica sus músculos, en la creencia de que la ayudaría a perder peso. "Comenzó a tomarla después de que fracasara su matrimonio porque creía que podría recuperar la forma que tenía antes de dar a luz a sus dos hijos... Los efectos secundarios de esa substancia son sin embargo terribles y hacen que la persona se comporte histéricamente. Si además uno la toma más de seis semanas seguidas, tiene efectos muy dañinos, y es lo que ella ha estado haciendo", dijo el informante del periódico británico.
Federline, que tenía hasta ahora la custodia temporal de los niños, pasará a disponer de la custodia plena hasta el 14 de enero. Ese día se celebrará otra audiencia en la que se determinará si él sigue con la custodia plena de los niños. Continuará.