Coro de 50.000 voces por la paz

Crisis andina. Juanes cantó por la paz en la frontera de Colombia y Venezuela | El presidente Uribe no asistió a pedido de la organización | Hoy la OEA pondría punto final al conflicto

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2008-03-17 00:00:00 300x300

CÚCUTA | EFE, AP Y AFP

Unas 50.000 personas, la mayoría vestidas de blanco, coparon el puente de la frontera entre Colombia y Venezuela en un inédito concierto organizado por Juanes, cuyo lema "paz sin fronteras" celebró el fin de una crisis diplomática andina.

Al llamado de Juanes por la paz entre Colombia, Ecuador y Venezuela respondieron los españoles Miguel Bosé y Alejandro Sanz, el dominicano Juan Luis Guerra, el ecuatoriano Juan Fernando Velasco, el venezolano Ricardo Montaner y el colombiano Carlos Vives.

Éste último abrió el concierto con un llamado para que "los secuestrados vuelvan a casa". "Soñemos que los secuestrados, policías y militares vuelvan a casa", dijo. Y agregó que "toda esta energía va para ellos, para que eso ocurra".

Los artistas estuvieron presentes en el escenario montado especialmente para esta ocasión sobre el puente Simón Bolívar, que comunica a la ciudad colombiana de Cúcuta con la venezolana San Antonio.

Cerca de medio millón de flores blancas y varios metros de tela del mismo color cubrirán los 350 metros de largo que tiene el paso fronterizo sobre el río Táchira, cuyas orillas "históricamente" llenas de basura tuvieron que ser adecuadas para recibir a las decenas de miles de personas que se estima asistieron al espectáculo.

Juanes, a su llegada a Cúcuta el sábado, dijo que a pesar de ser un concierto "simbólico" y no una superproducción, la idea era construir paz desde el arte, al tiempo que esperaba que los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y Venezuela, Hugo Chávez, fueran al evento.

Sin embargo, el presidente colombiano canceló su asistencia al concierto por pedido del manager del cantante, quien comunicó al gobierno que el recital tiene carácter neutral y no político.

Según una nota de la secretaría de prensa de la presidencia de Colombia, Uribe "había considerado asistir en compañía del vicepresidente Francisco Santos, los altos mandos (militares) y varios integrantes del gabinete para atender la invitación, agradecer a los artistas y tener un gesto de afecto con los compatriotas de las fronteras colombiana y venezolana".

Juan Esteban Aristizábal, más conocido como Juanes, ideó el concierto en medio de la crisis diplomática surgida por la incursión de militares colombianos el 1° de marzo a Ecuador para matar a un jefe guerrillero de las FARC.

Aunque la crisis diplomática se solventó el 7 de marzo entre los presidentes Uribe, de Ecuador Rafael Correa y Chávez en una cumbre de mandatarios regionales, Juanes continuó con el concierto. En los hechos fue abatido "el número dos" del grupo guerrillero alias "Raúl Reyes", cuyo verdadero nombre era Luis Édgar Devia.

La mediación de la Iglesia, Francia, España y Suiza para liberar a los rehenes de las FARC está paralizada desde entonces. Reyes era el contacto para el canje de secuestrados por rebeldes presos.

Como símbolo de unión entre los países también se acordó que un grupo de 25 niños de las escuelas de música infantil y juvenil de Colombia y Venezuela participarán en el concierto con una cumbia colombiana y un popurrí de joropo venezolano, típico de ese país.

El cantante español Alejandro Sanz, quien fue el tercero en salir al escenario, dijo que ahora "se está haciendo historia en esta frontera". En la última de las cuatro canciones que interpretó, "Corazón partío", se hizo acompañar del resto de los artistas invitados, todos vestidos de blanco. "El mensaje es muy claro: no queremos guerra", dijo.

Ecuador espera que OEA "condene" a Colombia

Cumbre. Supedita la reanudación de las relaciones diplomáticas, al resultado de la reunión

Washington

Los cancilleres americanos debatirán hoy en la OEA la formación de una comisión que vigile el cumplimiento de acuerdos fronterizos entre Colombia y Ecuador, epicentro del ataque militar colombiano del 1° de marzo, que causó una crisis regional.

Las deliberaciones se realizarán en un clima más distendido que hace diez días, pero sin certidumbre sobre si habrá satisfacción a la demanda del gobierno ecuatoriano de una determinación precisa de esos hechos y su condena.

Ecuador supedita a los resultados de la reunión a una normalización diplomática con Colombia, con cuyo gobierno cortó relaciones por la acción en su territorio contra un campamento de las FARC, en el que murieron el vocero y negociador del grupo guerrillero, Raúl Reyes, y 24 personas.

La reunión parece encaminada a mostrar a un primer grupo de países que piden la condena al ataque militar y garantías de que Colombia no realizará en adelante acciones similares, en línea con el pronunciamiento del Grupo de Rio, el 7 de marzo en Santo Domingo.

Frente a ellos, en especial Colombia y Estados Unidos, intentarán dar preponderancia al valor de la "seguridad" y a la doctrina según la cual son por sí mismas legítimas las acciones propias de la denominada lucha contra el "terrorismo".

Los cancilleres recibirán el informe de la comisión especial formada por la OEA para investigar los hechos y que, encabezada por el secretario general, José Miguel Insulza, estuvo en la zona del conflicto y se reunió con las autoridades de los dos países.

El sábado, el presidente Correa advirtió que en la OEA "los poderosos de siempre" intentarán justificar la acción colombiana, "respaldando al agresor".

El mandatario volvió a rechazar el argumento colombiano de acusar a su gobierno de connivencia con las FARC por no adoptar las políticas de Bogotá y Washington basadas en la doctrina de la "seguridad" como valor superior a cualquier otro.

"Ojalá ese informe de la OEA sea contundente y no como siempre la OEA trate de contentar a los dos lados (...) Acá ha habido una agresión al suelo ecuatoriano y eso es irrefutable", señaló Correa en su programa semanal de radio.

El embajador de Colombia ante la OEA, Camilo Ospina, se declaró satisfecho con el informe de la comisión dirigida por Insulza y sus recomendaciones, entre las cuales figura la de reanudación de relaciones.

Ospina dio a entender que para la reunión de hoy Colombia no espera que haya una expresión de condena a la violación de la soberanía territorial ecuatoriana, es decir, la expectativa exactamente inversa a la de Quito.

En la toma de posición previa a la reunión del lunes, el gobierno ecuatoriano deslizó además la posibilidad de llevar el conflicto a la ONU, si la decisión que adopte la OEA no le resulta satisfactoria.

Venezuela, en tanto, llegará con su postura conocida en este tema: adoptar las acciones necesarias para que el conflicto interno colombiano se solucione pacíficamente, porque a su entender no será superado jamás por la vía militar.

En consonancia con el clima que viene propiciando desde su intervención en la cumbre del Grupo de Rio, Chávez llamó dos veces en los últimos días a Uribe, le propuso reunirse y avanzar en la normalización de relaciones. ANSA y AFP

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