XIMENA AGUIAR
"Meteorología ha tenido, lo conocen todos ustedes, un muy grande deterioro", dijo ayer su director, el brigadier general retirado Ariel Pérez, y los asistentes a su conferencia por el día Mundial de la Meteorología asintieron en silencio.
Entre ellos había representantes de los ministerios de Defensa, de Agricultura, Ganadería y Pesca, de Vivienda y Medio Ambiente, de UTE y otros organismos. Y son sólo parte de las áreas de gestión de gobierno en las que el conocimiento del clima es esencial. Por eso seguramente haya poco desacuerdo con la afirmación de Pérez, de que el servicio "necesita tener un punto de inflexión, necesita empezar una recuperación".
La esperanza de mejorar el servicio nacional está depositada en una oportunidad que brinda el contexto internacional: una misión de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) que vendrá a mediados de abril a testear el interés estatal en la asistencia para un proyecto de reestructura.
CARENCIAS. Pérez afirmó que el problema prioritario en la Dirección Nacional de Meteorología (DNM) es la falta de recursos humanos. "Hemos llegado a un nivel en que con cada persona que se va hay que cerrar un área, dejar de hacer una tarea", dijo en entrevista con El País.
Es la consecuencia crítica de un proceso que se arrastra desde hace 25 años, durante los cuales la dirección no pudo contratar personal, y pasó de tener 400 personas a tener 200, contó Pérez. En este tiempo se fue dejando de realizar estudios y cerrando direcciones, como Agro-meteorología.
La DNM quedó relegada entre las prioridades del país. "Tal vez porque todos los meteorólogos hacen esfuerzo de más, y responden. Entonces el país supone que tiene un servicio que funciona", señaló.
Diariamente, Pérez recibe una decena de pedidos de informes variados: desde personas que consultan para colgar la ropa hasta juzgados que quieren averiguar si en determinado día del año hubo niebla en la carretera. Las demandas se priorizan. Muchas de ellas son contestadas.
Sin embargo, Pérez admitió que hay carencias en la comunicación a través de la página web de la DNM, que se hizo gratuitamente en convenio con Antel. Pero sostiene que para mejorarla -el problema se repite-, habría que contratar a alguien para esa tarea.
"Se ha ido prescindiendo de lo prescindible, y en los últimos tiempos de cosas que deterioran la información. Por ejemplo, el aeropuerto de Colonia tiene una estación meteorológica prevista para que trabaje 24 horas, pero no tiene gente para cubrir 24 horas. Es un caso importante, porque el mal tiempo suele venir por Colonia", contó.
La dirección tiene además una gran complejidad administrativa, al tener un marco jurídico que establece una estructura militar, pero estar integrada por personal civil. Aunque su traslado sería complicado, lo pertinente para Pérez sería que la DNM no dependiera de un ministerio, sino que tuviera un lugar similar al del Comité de Emergencia. El equipamiento de la DNM también necesitaría una actualización. "La última vez que se hizo una fuerte incorporación fue a fines de los `90, una cantidad de estaciones automáticas. El tema es que el software que tenían caducaba con el cambio de siglo. Quedaron obsoletas en el año 2000", contó Pérez. Hace 8 años.
Sin embargo, la inversión en recursos humanos es lo prioritario, insistió. "El único bien de inversión que preveía el presupuesto quinquenal era un servidor para instalar una base de datos, porque muchos datos están en papel. El equipamiento se compró, hubo una licitación en 2006, lo recibí en 2007. Está guardado bajo llave, pasando a ser obsoleto. Tengo servidores, pero no tengo gente para destinar a un área de base de datos".
MES CLAVE. A partir del próximo mes podría comenzar el esperado cambio en la DNM. En primer lugar, se concretaría el contrato de 60 personas para Montevideo, la primera mitad de una incorporación de 120 para todo el país.
"Creo que la resolución por la cual se contratan tiene fecha 1º de marzo. Antes de semana santa fue firmada por el nuevo ministro de Defensa, faltarían la firma de Astori y del presidente. Esos primeros 60 son un respiro muy fuerte", dijo Pérez.
Además, para mediados de abril se espera una delegación del proyecto Clima Iberoamericano (ver recuadro), que financian España y la OMM. Si se llevara adelante, empezaría a revertirse la frase de Mark Twain que cita la OMM. "Todo el mundo habla del tiempo, pero nadie hace nada al respecto".
Dependiendo de la voluntad de los funcionarios
"Hay carencias de recursos tanto materiales como humanos", dijo Gabriel Labrador, integrante de la Agrupacion de Trabajadores de la Meteorología Nacional.
"Faltan sensores remotos, no tenemos receptores de imágenes satelitales, no hay una estación de radiosondeo. Para las imágenes satelitales dependemos de internet. No necesitamos un satélite propio, pero sí una receptora de imágenes satelitales, que tienen por ejemplo los cruceros", señaló.
También hay carencias en las estaciones de metereólogicas, denunció Labrador. "Algunas no tienen computadoras, otras tampoco fax, por lo que terminan llegando los avisos a las emisoras radiales antes que a las estaciones", que deberían ser también difusoras del pronóstico, contó.
La situación es más grave en el interior, pero también afecta a Montevideo. "La estación del Prado tiene ADSL, pero, la computadora es un rejunte de piezas que compraron los funcionarios. Meteorología dio el teclado y el mouse".
Una de las razones es, según Labrador que "en el Ministerio de Defensa tienen prioridad los servicios militares", por lo que el sindicato pide salir de Defensa.
Preparando el clima
El Proyecto Cliber (Clima Iberoamericano) es una reedición de un programa que se realizó en 1997 y 98 en 13 países iberoamericanos, diseñando un detallado plan de reestructura de los servicios nacionales, pero los Estados no lo continuaron, contó Pérez. Ahora se relanzará, pero pidiendo un compromiso mayor a los países que se integren al proyecto. Para Pérez es una oportunidad que no puede desaprovecharse. El proyecto proveería de consultorías y podría ayudar en la financiación de la necesaria reestructura de la Dirección. "El país tiene que decidir qué es lo que va a necesitar de su futura meteorología, y va a tener que aceptar pagarlo".