DANIEL ROJAS
El intendente de Colonia espera que Ence ocupe mucha mano de obra de la zona. Criticó a los ambientalistas.
-Usted se retiró molesto de la audiencia pública sobre Ence en Conchillas. ¿Qué pensó?
- Molesto no, me retiré cansado, porque fue una alternancia de los temas entre dioxinas, furanos y olores, donde unos decían que sí y otros decían que no. Se habló explicando con una biblioteca una de las posiciones y de la otra postura también con su bibliografía respaldándola; era un tema de no acabar. No había un espíritu constructivo en la discusión sino que había en algunos sectores un espíritu de beligerancia, incluso a una persona que habló, (Luis) Anastasía, que prácticamente no pudo hablar, le gritaron de todo. No me molestó por la cartelería porque estamos en democracia y ojalá todos se puedan expresar como se han expresado. La empresa expresó su situación, los que estaban en contra expresaron las suyas, pero se reiteraban los conceptos, por eso es que me retiré cansado. No hubo ningún aporte positivo, aún en la discrepancia para poder encarrilar el tema.
-Participaron muy pocos vecinos de Conchillas…
-Exactamente, allí había de todos lados, de Fray Bentos, de Agraciada, algunos de la zona, pero eran muy pocos. Hacían mucho ruido los grupos ambientalistas que se están moviendo en Colonia y que se oponen a todo.
-Hoy se habla de la cantidad de servicios y proyectos a desarrollar como parte de la euforia que viven los habitantes de Conchillas, que con mucha expectativa ven las posibilidades que se van a generar a partir de la instalación de Ence. Incluso un lugareño dijo que usted le aconsejó poner prostíbulos.
-Se lo menciona en una charla, en la que se sugiere uno de los tantos servicios que obviamente más allá de que sean tabú para una sociedad, es necesario cuando llegan tantos miles de operarios a la zona. Yo me entero por la prensa. En su diario, sale un artículo que realmente me dejó anonadado, porque jamás pensé que salieran este tipo de comentarios que además yo no los hice. Como dice el artículo, el señor (Sergio) Cabrera que estuvo en Conchillas, me presentó una vez (un proyecto) para una estación de servicio, gomería, restorán… Hay gente que tiene campos cercanos al emprendimiento que están pensando qué jugo le pueden sacar. El tema prostitución es un tema delicado. Sin duda que en todo emprendimiento aparecen este tipo de situaciones y nosotros estamos preocupados por la prostitución infantil, la trata de blancas, todo lo que sea el comercio y manejo ilegal de la prostitución. Cuando el señor Cabrera me comenta el tema, yo le digo que es muy delicado. Aparentemente había recibido (alguna propuesta) de poner en la zona este tipo de emprendimiento, pero yo dije: "Creo que lo mejor es que te dediques a lo tuyo si considerás que tenés que poner una estación de servicio, pero jamás poner cuatro o cinco prostíbulos.
-Es una zona que además tiene que prepararse para este tipo de cosas.
-Va haber camiones estacionados, camioneros que van a tener que tener un lugar donde comer y dormir y evidentemente eso va acompañado, y nosotros lo estamos viviendo en Nueva Palmira, por un tema de prostitución que nos preocupa y estamos tratando de controlarla. Está la (prostitución) legal y sobre todo la que es más grande, la ilegal, que queremos justamente hablar con el INAU porque infructuosamente hemos intentado controlar la prostitución infantil que está organizada desde Nueva Palmira, pero mayoritariamente vienen desde Montevideo. Es un tema que nosotros no le podemos hincar el diente porque no tenemos las herramientas y la autoridad.
-¿Sigue con la idea de que los colonienses tengan prioridad a la hora de trabajar en Ence, teniendo en cuenta que en Botnia Fray Bentos, trabajó y se capacitó mucha gente de todo el país?
-Sin duda, llegamos a un acuerdo (con Ence) para que la mano de obra no calificada sea de Colonia primero y después de departamentos vecinos. En cuanto a la gente que estuvo trabajando en Botnia, que tuvo una experiencia y está desocupada y los prefiera la empresa, estamos de acuerdo en que puedan venir a Ence, sin traer gente del extranjero.