EDUARDO DELGADO
La compra de lanchas estadounidenses para que soldados uruguayos patrullen una zona de Haití, como parte de la misión para la imposición de la paz de la ONU en esa isla, está en el centro de una polémica hasta ahora interna en Defensa.
El ministerio de Defensa decidió adquirir a la empresa estadounidense Boston Whaler 16 lanchas, mediante compra directa, a un precio de US$ 6.200.000. Las lanchas son para controlar 12 millas náuticas de la costa de Haití, donde deberán colaborar con la policía local en la lucha contra el narcotráfico y el contrabando, en especial de armas.
No hubo licitación, aunque se llamó a posibles interesados a que presentaran sus propuestas de acuerdo a ciertos requerimientos técnicos de las embarcaciones, los que variaron en tres ocasiones, informaron a El País fuentes del sector.
Oficiales de la Armada y la empresa estatal rusa de armamento Rosoboronexport, que ofertó lanchas, manifestaron en ámbitos reservados su molestia por la opción de compra, ya que se prevé que el trabajo de los militares uruguayos será de alto riesgo y consideran que las embarcaciones elegidas no cumplen con las condiciones de seguridad para el personal asignado, como es el blindaje adecuado de las naves ante ataques con armas de fuego.
Jerarcas del Poder Ejecutivo y legisladores están al tanto de los cuestionamientos y definen en estos días si aprueban un préstamo del BROU por US$ 6.200.000 para la compra de las lanchas, monto que luego será recuperado de las partidas que paga la ONU.
Fueron cuatro las empresas que presentaron propuestas al ministerio de Defensa, una estadounidense, una rusa, una ucraniana y otra coreana, informaron fuentes políticas y militares a El País.
La oferta estadounidense fue la de más bajo costo y ofrece las lanchas que el ministerio sostiene son las mejores para la misión.
Molestia rusa. Fuentes consultadas indicaron que representantes de Rosoboronexport expresaron por escrito al ministro José Bayardi y otros miembros del gobierno su malestar por la oferta elegida. Consideraron en una carta a la que accedió El País que la situación es "grave" y "afecta la seriedad de la política de compras gubernamental", puesto que en la adquisición de lanchas para una misión militar en una zona de conflicto "no se respetan los más elementales criterios técnico profesionales que permitan que el equipamiento cumpla la función con eficiencia y con seguridad para los tripulantes".
Los representantes de la empresa de armamento ruso señalaron además que "seguramente" no fueron seriamente consultados quienes podían aportar elementos conceptuales, vinculados al uso de este equipamiento. "Es de elemental sentido común que vehículos que pueden ser o probablemente sean atacados, deberían tener condiciones de protección en su casco para rechazar agresiones de armas cortas o largas", agrega la nota.
"El proyecto de selección de las ofertas ha sido al menos curioso, los interlocutores de los proveedores americanos han festejado varias veces la compra de las lanchas que sólo pueden usarse para el rescate y no (para el) patrullaje de zonas costeras. En tanto el otro oferente que está iniciando un proceso serio de desarrollo de intercambio comercial, se siente afectado luego de haber sido convocado a un proceso en que parecería haber sido utilizado como un partenaire de lujo, sólo para revestir a la compra de un cierto proceso de validez", concluye la carta de confusa sintaxis.
El gobierno de Rusia ha incrementado sus compras en la región, donde además tiene previsto realizar millonarias inversiones. Lo sucedido en esta compra está en conocimiento de autoridades rusas y puede dificultar de futuro el relacionamiento comercial entre ambos países, expresaron las fuentes.
adecuadas. Sin embargo, una fuente de la Armada cercana a quienes aconsejaron inclinarse por la oferta de la empresa estadounidense dijo que se hizo un estudio de las lanchas ofrecidas y que si bien las rusas son mejores, tienen problemas de repuestos y son más caras. Agregó que las estadounidenses se adaptan mejor al perfil de la labor de policía marítima que harán las fuerzas de paz en Haití y que, en caso de enfrentar a narcotraficantes, deberán pedir apoyo a naves de mayor envergadura.
Estas lanchas tienen blindada una parte de la cabina, a diferencia de las rusas cuyo blindaje incluye casco de titanio, señaló. Agregó que La DEA y las aduanas de Estados Unidos utilizan lanchas similares a estas.
El ministro Bayardi, el subsecretario Jorge Menéndez, y el comandante en jefe de la Armada, Juan Fernández, estuvieron en la Comisión de Defensa del Senado, donde explicaron el proceso de elección de las lanchas.
En tanto, hoy ingresa al Parlamento el proyecto de ley para que se autorice al BROU a dar el préstamo que se destinará a la compra de las lanchas.
Las lanchas rápidas
Las lanchas elegidas por el ministerio de Defensa son de la empresa de Florida (Estados Unidos) Boston Whaler, reconocida mundialmente en el ramo. Se trata de lanchas rápidas y sin uso, que tienen un costo aproximado de US$ 350.000 . Si el Parlamento aprueba el préstamo solicitado, las embarcaciones comenzarán a entregarse de a cuatro en mayo.
Ayer, partió a Haití un Hércules que traslada a personal de la Fuerza Aérea afectado al Aviocar, que realizará observación, vigilancia para la misión de ONU y cumplirá funciones de evacuaciones aeromédicas, transporte logístico y de personal, transporte VIP, fotografía aérea y patrullaje con capacidad de operación diurna y nocturna.
Piden al gobierno investigar
La Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD) solicitó al gobierno que investigue la posible implicación de militares uruguayos en la muerte de tres personas en Haití.
Medios de comunicación de ese país relacionan a militares uruguayos con la muerte a principios de abril de tres manifestantes en la ciudad de Les Cayes, dijo a la agencia EFE la representante de PIDHDD, Mariana Labastie.