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Álvaro García tiene 47 años, es casado y padre de dos hijos. Se recibió de contador en la Universidad de la República en 1985. Ejerció como docente entre 1995 y 2002, y en el 2005 fue designado presidente de la Corporación Nacional para el Desarrollo.

Sin embargo, no sólo es reconocido en el entorno político, sino que también supo deslumbrar en la fiesta de Momo ya que durante varios años integró y escribió para la murga Contrafarsa.

Desde el año 1989 hasta el año 2004 tuvo una vinculación directa con el carnaval. En ese período obtuvo varios primeros premios con Contrafarsa y en 1991 logró un reconocimiento personal logrando la mejor despedida del carnaval, la cual era de su autoría. En 1991, 1992 y 1993 García se pintó la cara y subió al tablado para vivir el carnaval desde el escenario.

En conversación con El PAIS digital el director escénico de Contrafarsa, Eduardo "Pitufo" Lombardo, aseguró que tiene muy buenos recuerdos de esos años "inolvidables" de Contrafarsa. "La murga se sintió muy cómoda cantando las letras de Alvarito y yo personalmente logré un buen relacionamiento artístico", comentó.

Lombardo aseguró que por aquellos años García dejaba traslucir su vocación política y que incluso en los últimos años que escribió para la murga lo hacia por mail ya que se encontraba trabajando en San Pablo. "Esa era una de sus tareas y nosotros sabíamos que era un tipo que tenía mucho futuro en lo político", agregó.

Aunque ni Lombardo ni García han participado del último carnaval, "El Pitufo", se animó a aventurar que "Alvarito volverá a salir en Carnaval".

"Seguramente este escribiendo, no creo que deje la veta artística a un costado aunque es obvio que a partir del 15 de setiembre asume una gran responsabilidad", afirmó.

Por otra parte, Lombardo aseguró que al igual que en lo artístico, le tiene mucha "fé" en su nuevo cargo.

La Murga Contrafarsa nació el 10 de agosto de 1980 como murga de niños con el nombre de Firulete, festejando el Día del Niño en el barrio de Sayago.

En el año 1986, la murga Firulete participa en los festejos del carnaval de la ciudad de Durazno y es a partir de ello que en el año 1987 se decide competir en el Concurso Oficial de Montevideo. Debido a esto, y por razones reglamentarias, la Murga debe cambiar su nombre para concursar. Allí surge el de Contrafarsa.

El PAIS digital