El Papa pidió en Francia por un "laicismo positivo"

| París. Pontífice celebrará misa ante unas 200.000 personas

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PARÍS | EL PAÍS DE MADRID Y AFP

El Papa comenzó ayer una gira de cuatro días por Francia, habló de "laicismo positivo", "antisemitismo" y "fanatismo fundamentalista". Hoy lo esperan 200 mil fieles en Los Inválidos, y mañana participará de los festejos de la Virgen de Lourdes.

Rodeados de una nutrida representación de la Francia laica y republicana, Benedicto XVI y el presidente francés Nicolas Sarkozy sellaron ayer una alianza ideológica por un laicismo nuevo, más tolerante y abierto.

Sarkozy y el Papa intercambiaron elogios y complicidades en el Palacio del Elíseo, durante un encuentro que transcurrió en un ambiente versallesco y cordial, que contrastó con la olímpica indiferencia de los parisinos a la visita papal.

Benedicto XVI afirmó que es "fundamental insistir en la distinción entre el ámbito político y el religioso", siguiendo el consejo de Cristo: "a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César", pero reclamó una "nueva reflexión sobre la laicidad", que tenga en cuenta que "la religión es insustituible para formar conciencias" y en la búsqueda "de un consenso ético de fondo en las sociedades".

"En este momento histórico donde las culturas se cruzan, es más necesaria que nunca una nueva reflexión sobre el verdadero sentido y la importancia de la laicidad", dijo el Papa, que apoyó sin fisuras el concepto de "laicismo positivo" lanzado por Sarkozy durante su visita a Roma en diciembre de 2007.

En un mundo que ofrece pocas aspiraciones espirituales y pocas certezas materiales, dijo el Papa, la Iglesia puede contribuir específicamente, educando a los jóvenes, asistiendo a los más necesitados y ayudando a buscar soluciones más justas a las desigualdades.

Durante el vuelo a París, el Papa había afirmado que la laicidad "en sí misma no está en contradicción con la fe", "incluso es fruto de la fe, porque la fe cristiana fue desde el principio una religión universal".

Antisemitismo. Luego, ante una delegación de la comunidad judía francesa, Benedicto declaró que "ser antisemita" es "ser anticristiano" y agregó que "la Iglesia se alza contra toda forma de antisemitismo, que no tiene ninguna justificación teológica".

"Una vez más quiero rendir homenaje a aquellos que murieron injustamente y a quienes obraron para que los nombres de las víctimas permanezcan en la memoria", afirmó el Papa nacido en Alemania.

Además, destacó el "papel eminente desempeñado por los judíos de Francia en la edificación de la nación y su prestigiosa contribución a su patrimonio espiritual". Al término del encuentro, el rabino francés, Joseph Sitruk, declaró que Benedicto XVI "ha tenido una actitud de humanidad. Es un hombre muy simple y nos ha recibido como amigos", y agregó la visita del Papa llega justo para recordar que se puede ser francés laico y creer en Dios".

Razón y fe. En la tarde el Papa dio un discurso sobre la relación entre la fe y la razón, ante 700 intelectuales y académicos del colegio medieval de los Bernardinos. Allí advirtió que las nuevas generaciones deben enfrentar "los extremos de la arbitrariedad subjetiva y del fanatismo fundamentalista".

"Sería fatal si la cultura europea de hoy llegase a entender la libertad sólo como la falta total de vínculos y con esto favoreciese inevitablemente el fanatismo y la arbitrariedad", sentenció el Papa.

Notre Dame. Benedicto XVI se dio un baño de masas en el centro de la capital al recorrer en el "papamóvil" la distancia entre el colegio de los Bernardinos y Notre Dame.

En la catedral ofició unas vísperas antes de dirigirse a unos 60.000 jóvenes de diferentes países congregados en la explanada. Grupos juveniles que integraron la organización del acto distribuyeron pequeñas banderas del Vaticano.

La multitud también pudo seguir la llegada del Papa y el posterior sermón, por pantallas instaladas en las calles.

Al hablar ante los jóvenes, Benedicto XVI denunció la "superficialidad" de la "moral disoluta", alertándolos del peligro de las "pseudosabidurías religiosas o filosóficas".

En la medianoche, una procesión con antorchas partirá de Notre Dame en dirección a la Explanada de Los Inválidos, donde Benedicto XVI oficiará mañana un misa al aire libre a la que se espera que asistan entre 150.000 y 200.000 fieles.

Luego partirá hacia Lourdes para las celebraciones de mañana del 150º aniversario de las dieciocho apariciones de la Virgen María a la pastorcita Bernadette Soubirous, en 1858.

Manifiestan contra Benedicto

París | "Misión Imposible": así calificó el diario francés, Liberation la aspiración de que la visita del Papa despierte nuevos bríos de catolicismo en este país, llamado la "hija primogénita de la Iglesia".

Ayer, unas 500 personas, según la policía, se manifestaron en París contra la visita del papa Benedicto XVI, convocadas por la asociación "Manda a paseo a tu Papa".

Los manifestantes reclamaban que la "Iglesia no se entrometa en la política" y el "acceso libre y la gratuidad total de todos los medios anticonceptivos y el aborto", según los panfletos repartidos en el acto.

La protesta duró una hora y media. El colectivo que la organizó reúne a partidos y asociaciones como la Liga Comunista Revolucionaria (LCR) y Alternativa Libertaria.

Aunque la religión católica es, y por amplio margen, la más importante de Francia, con 35 millones de personas bautizadas en un total de 63 millones, un sondeo difundido en 2007 por la revista Le Monde Religions, mostró que esta tendencia va en bajada. Solo el 51% de los franceses se consideró católico, frente a un 80% que declaraban ser de esta religión a principios de los 90.

Francia desde 1905 establece una radical separación entre Iglesia y Estado.

Según una encuesta publicada el jueves por Le Parisien, más del 75% de los franceses lo consideran al Papa un "conservador", y el 25% dice tener una mala opinión de él. AFP

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