Grupos cristianos huyeron de la ciudad iraquí de Mosul ante el incremento de la violencia contra las personas de esa fe, por lo cual autoridades locales reforzaron la seguridad de barrios e iglesias.
Desde el viernes fueron 932 las familias cristianas que dejaron sus hogares para refugiarse en poblados al norte y al este de Mosul, dijo Duraid Kashmuola, gobernador de la provincia de Nínive, de la cual esa ciudad es capital.
"Dos brigadas fueron enviadas a los barrios cristianos de Mosul y las iglesias fueron puestas bajo vigilancia", manifestó por su parte Abdel-Karim Jalaf, portavoz del ministerio de Interior.
De los operativos participan unos 900 policías, mientras dos equipos de las fuerzas de seguridad fueron enviados para investigar los incidentes.
Al menos 11 cristianos fueron asesinados desde el 28 de septiembre en Mosul, norte de Irak, según reportes oficiales, aunque otras fuentes aseguraron que la cantidad de víctimas mortales es mayor.
ANSA