Barack Obama será el presidente

| Histórico. Por primera vez un negro tomará las riendas de la principal potencia mundial

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El País

"¡Change, change!" "¡Obama, Obama!". Los gritos atronaron el Parque Grant de Chicago. Se oyeron cantos, se vieron lágrimas. Las cadenas televisivas acababan de hacer el anuncio. Barack Obama había ganado las elecciones de Estados Unidos.

Un final histórico para unas elecciones históricas, luego de una campaña de 21 meses. El del demócrata Barack Obama era también un triunfo anunciado, que revoluciona la historia política del país y lleva por primera vez a un hombre de raza negra a la Casa Blanca. Es una figura joven y carismática, de 47 años, de brillante oratoria, pero que también despertaba cierto temor, aún entre sus seguidores, por su presunta inexperiencia.

Pero pese a los temores de un posible "factor racial" que negara los pronósticos de las encuestas -que unánimemente vaticinaban su triunfo- no se vieron reflejados en las urnas. A las 2.02 de la madrugada uruguaya de hoy, Obama había superado los 270 votos electorales necesarios para obtener la Presidencia de su país. Ganó en los estados que debía ganar, como California y Nueva York, pero también en aquellos donde realmente se decidía la elección: Pensilvania, Ohio y Florida. El triunfo demócrata fue total: reforzó su mayoría legislativa en ambas cámaras y también sacó ventaja en el voto popular, que no siempre coincide en el que termina en el Colegio Electoral.

final. Hay una realidad que golpea y alegra a todos por igual, aún los derrotados seguidores del republicano John McCain. Se termina la era presidencial más impopular que ha vivido el pueblo estadounidense a lo largo de los 43 períodos ininterrumpidos desde 1789. La gente, prioritariamente, votó contra George W. Bush (cuyos índices de desaprobación son del 71%), contra el vicepresidente Dick Cheney, la imagen detrás de bambalinas más criticada, peligrosa y con mayor poder digitando desde la sombra del mandatario, y el maquiavélico asesor, renunciante hace unos meses, Karl Rove.

Millones de estadounidenses respiraron anoche con menos tensiones. Se distendieron nervios y músculos. Obama ha despertado admiración, pasiones y sacado de su letargo a miles y miles de ciudadanos que decidieron sumarse a la interminable columna que salió a la calle y votar, sacudidos contra el ostracismo de décadas. El "cambio" que él pregona fue posible, tanto como lo asegura su lema "Yes, we can" (Sí, podemos).

Desde las tiendas de campaña de Obama -que sólo un día antes había sufrido la muerte de su abuela Madelyn Dunham, fundamental en su crianza- los más altos dirigentes repetían a la prensa y a los simpatizantes: "La fiesta será sólo por esta noche, mañana estaremos con el equipo de transición de gobierno trabajando, preparando para dar vuelta el país después del primer minuto del 20 de enero, día del cambio de mando. Los problemas no permiten demoras ni esperas, hay que unir a los estadounidenses para salir lo más rápidamente posible de la crisis y encontrar el mejor camino, con honor, para terminar las guerras y las tensiones mundiales". El primer paso, la prioridad, apuntará a "restablecer la credibilidad en Estados Unidos como líder mundial", agregaron.

El primer presidente negro de Estados Unidos tendrá muchos desafíos por delante. Deberá devolver a la extensa y trabajadora clase media estadounidense el "status" que la había convertido en el histórico "motor" de la primera economía del mundo. Deberá restaurar el prestigio internacional minado por años de unilateralismo y desgastado por dos guerras, en Irak y Afganistán.

Pero sobre todo deberá apuntar sus baterías a la economía. Una de las tantas encuestas a boca de urna realizadas ayer, ésta a cargo de la agencia AP, indicaba que seis de cada diez votantes mencionó a la economía, en referencia directa a la actual crisis financiera, como el problema principal del país. Obama goza hoy de la confianza de la mayoría, y se espera que esté a la altura.

McCain y Bush felicitaron al nuevo jefe de la Casa Blanca

washington "Llegamos al final de una larga jornada, el pueblo habló y habló claramente", señaló el republicano John McCain, a las 2.38 de la madrugada de Uruguay, ante sus seguidores en Phoenix, en el estado de Arizona, minutos después de llamar a su rival.

"Llamé a Obama para felicitarlo por haber sido elegido presidente del país que ambos amamos", señaló el héroe de Vietnam.

El republicano aceptó su derrota minutos después de que las cadenas de televisión dieran a Obama como vencedor de los comicios tras el cierre de las urnas en California, el estado de mayor peso electoral del país.

McCain dijo "reconocer" el "especial significado" que la victoria de un ciudadano de raza negra tiene para los afroamericanos.

El republicano no dudó en reconocer que el "fracaso (electoral) es todo mío", y luego se declaró "en deuda" con sus seguidores.

También el presidente George W. Bush felicitó a Obama. "Señor presidente electo, felicitaciones. Qué fantástica noche para usted, su familia y sus seguidores. Laura y yo lo llamamos para felicitarlo", manifestó el mandatario.

"Prometo que será una suave transición. Felicitaciones y disfrute", le dijo Bush a Obama, según informó la Casa Blanca. agencias

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