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Luis A. Pérez y Pablo Antúnez

Una denuncia, producto de un mal entendido, motivó que desde Montevideo, la plana mayor de los servicios ganaderos viajara hacia Artigas para revisar tres bovinos de los que se decía eran positivos a la aftosa.

Ni siquiera se trató de una sospecha, porque, según los técnicos oficiales, los animales no manifestaban sintomatología clínica compatible con enfermedades vesiculares. Lo cierto es que la noticia corrió como reguero de pólvora, dentro y fuera de fronteras.

La alarma se generó en torno a un mostrador en Pueblo Palma. Alguien denunció en la comisaría que los animales de José Coper Belén, que es encargado de un establecimiento dedicado al cultivo del arroz y cuyo propietario le autorizó a criar tres vacas Holando, tenían aftosa.

Según conversaciones mantenidas por El País con pobladores de la zona, copas de por medio, alguno de los presentes en la reunión en torno al mostrador, le transmitió a alguna autoridad que los animales de José Coper Belén estaban infectados de aftosa. Horas después, la Policía le notificó al propietario que técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca inspeccionarían su campo y los animales.

"En el predio no se encontró nada tras la revisación de los animales, sólo uno había sido positivo a brucelosis. No había sintomatología alguna de enfermedades vesiculares", aclaró a El País Edgardo Vitale director adjunto de la Dirección de los Servicios Ganaderos oficiales.

SUSTO. El sorprendido productor exhibió a El País la documentación que comprueba que sus vacas están vacunadas contra la fiebre aftosa y dijo saber que una era positiva a brucelosis y que debían enviarla a faena obligatoria (como lo exige el protocolo de la campaña de lucha contra la enfermedad).

"Queremos saber de dónde surgió la denuncia. Lo bueno fue que le hicieron los estudios a las vacas y no le encontraron ninguna enfermedad. Las únicas que hay en este campo son las mías y fíjense en el estado que están", explicó el productor a El País.

Coper Belén es capataz de la firma Amoros, en la zona de Riusa, que se ubica a 10 kilómetros de Pueblo Palma y a 50 kilómetros de Bella Unión.

El productor explicó que a sus vacas se le hicieron estudios para determinar si eran portadoras de brucelosis bovina, en el marco de la campaña de erradicación que emprendió el país, por estar en una zona de riesgo, donde ya se habían encontrado animales con brucelosis que no mostraban síntomas clínicos. "Están lo más bien, nunca se les encontró nada, no se de dónde salió la mentira de que tenían aftosa", dijo ofuscado el productor.

Visiblemente molesto, sostuvo que la falsa denuncia "no puede quedar así como una denuncia falsa, después que los veterinarios informen, vamos a buscar un abogado para que se aclaren las cosas", advirtió.

PREGUNTAS. Hasta ayer no hubo ningún pedido formal de los países a los que Uruguay exporta carne o animales en pie. Sin embargo, desde varios servicios sanitarios de la región se le preguntó a la Dirección General de Servicios Ganaderos qué estaba pasando, cuál era la situación, tras haber circulado en los medios de prensa la falsa sospecha. Incluso, las autoridades de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) se mostraron sorprendidas con la versión y solicitaron, informalmente, saber qué estaba pasando. En el marco de la vigilancia, los servicios departamentales reciben a diario sospechas de enfermedades compatibles con aftosa, todas son atendidas y tienen su diagnóstico.

n El subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Andrés Berterreche, calificó como una "profunda irresponsabilidad" la actitud de la Mesa de Sanidad Animal de la Asociación de Funcionarios de Ganadería, Agricultura y Pesca (Afgap).

El jerarca dijo que, más allá del deterioro de las relaciones con el gobierno, la medida del sindicato atenta directamente contra el posicionamiento del país en sus principales mercados cárnicos. "Este tipo de cosas no son gratis", dijo Berterreche a El País.

Por su parte, el médico veterinario Guillermo Strasser, vocero de los funcionarios de Sanidad Animal, confirmó que la denuncia se recibió a la hora 13:14 del pasado domingo 5, y se procedió a comunicar oficialmente el tema a las autoridades sanitarias.

A la vez, se informó, en la misma comunicación, que esta situación sería atendida recién a partir de ayer lunes, desde la hora 8 y partiendo desde las oficinas, "por la situación gremial que se está atravesando y esto viene a enmarcarse dentro de los planteos a las autoridades por un régimen de trabajo de 8 horas diarias".