Tropas uruguayas en la primera línea de defensa de ciudad sitiada

| Crisis en el Congo. El gobierno considera que la situación militar es "muy crítica". Legisladores de la oposición recibieron informes de que los soldados uruguayos tienen pocas municiones

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DANIEL ISGLEAS

El ministro de Defensa, José Bayardi, y los jefes militares viajarán el 17 de noviembre al Congo. Llevarán municiones y pertrechos para mejorar las condiciones de los efectivos uruguayos, en especial a la hora de enfrentarse al fuego rebelde.

Por más calma que haya, nunca es un día tranquilo en el Congo. Los 600 soldados uruguayos, apoyados por otros 700 efectivos de India, están cara a cara con una fuerza de hasta 8.000 rebeldes apostados a las afueras de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte, informó ayer Bayardi.

Ayer fue un día de cierta distensión en el teatro de operaciones del este de la República Democrática del Congo (RDC) dado que las fuerzas del rebelde líder tutsi Laurent Nkunda se mantuvieron sin ingresar a la ciudad de Goma, respetando el alto el fuego unilateral anunciado el miércoles. Según reportes locales, en Goma las tiendas, el gran mercado y las escuelas no reabrieron desde entonces. La misión de las Naciones Unidas en Congo (Monuc) afirmó que la situación referida a la seguridad "es estable". Sin embargo, distintos organismos humanitarios hablan de "saqueos" y violencia al interior de la ciudad. Los soldados congoleños -acusados por observadores de estar detrás de los saqueos- volvían ayer a los patrullajes.

El jefe rebelde Nkunda aseguró que los cascos azules de la ONU no están en condiciones de "impedir" tomar la ciudad, pero que Goma para él "no es un objetivo estratégico", pues de otro modo ya habría entrado. "Puedo entrar cuando quiera", aseguró. Los soldados uruguayos están en la primera línea defensiva del enclave.

El ministro Bayardi definió la situación como "muy crítica" y dijo que las tropas uruguayas se mantienen en sus posiciones y colaborando humanitariamente con los ciudadanos desplazados de Goma y aledaños.

Bayardi se comunicó con el subsecretario adjunto del Departamento de Estado estadounidense para el Hemisferio Occidental, Christopher Mc Mullen, a quien planteó la necesidad de promover gestiones que conduzcan a superar el conflicto por medio de la diplomacia y la política. Bayardi confirmó que el gobierno solicitó al Departamento de Estado "una intervención diplomática".

Además, el representante del gobierno ha venido realizando gestiones de alto nivel con la ONU tendientes a que los países del Consejo de Seguridad tengan mayor incidencia en el conflicto.

PERTRECHOS. A unos cien kilómetros de la zona de conflicto, la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) controla un aeropuerto que sirve exclusivamente a aeronaves de las Naciones Unidas. Se trata de la estación aérea de Kavumu, en las cercanías de la ciudad de Bukavu, al suroeste del área de máxima tensión.

Fuentes de la aviación militar explicaron que hay "tranquilidad" entre sus efectivos, los que están destacados allí como administradores de servicios aeroportuarios y no en función de la defensa militar de ese enclave estratégico en el este del Congo. De ahí que los aviadores uruguayos en Kavumu estén, en cierta forma, desprotegidos ante un eventual ataque rebelde, según se dijo a El País.

El ministro Bayardi ordenó alistar el Hércules C-130 de la FAU para viajar el 17 de noviembre al Congo. Irá acompañado por los jefes del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada así como del director del departamento de Operaciones de Paz del Ejército, general Felicio de los Santos, confirmaron a El País fuentes oficiales. En ese vuelo, el ministro y los jefes militares llevarán a los soldados unas nueve toneladas de equipamiento, municiones y repuestos para los vehículos "Cóndor" en que se movilizan en aquellas agrestes zonas. Los efectivos atraviesan una compleja situación desde el punto de vista logístico, dado que una de las dificultades mayores que tienen es la carencia de municiones en cantidad como para soportar un largo enfrentamiento con los rebeldes.

De acuerdo con informaciones procedentes del teatro de operaciones, hace casi un año que los jefes militares en el Congo habían advertido al mando en Montevideo sobre las necesidades en munición y repuestos.

En contactos telefónicos con personal en África, legisladores de la oposición supieron que el problema mayor es con las municiones, suficientes para "unos días" de fuego intenso.

La necesidad de concurrir a las misiones

¿Qué lleva a un soldado a participar de las misiones de paz? Puede existir quien sienta el deseo de estar en una zona de riesgo; pero, sobre todo, el militar que es enviado a participar de estos contingentes fuera de la región tiene como gran incentivo poder dar un salto en lo económico.

Las Naciones Unidas les entregan un mínimo de entre 800 y 1.000 dólares mensuales a cada uno, dependiendo del grado militar, más un viático mensual de unos pocos dólares para distracción y entretenimiento, también en base a una escala que depende de la jerarquía. Además, la familia percibe en Uruguay el sueldo íntegro con lo cual en un plazo de seis meses -promedio de duración de la misión- pueden reunir una suma interesante. Está claro que no se harán millonarios, ni aun los oficiales de mayor jerarquía, pero es suficiente para comprar una casa modesta o un auto usado, lo cual de otra manera sería casi imposible.

Uruguay ocupa actualmente el tercer lugar en número de efectivos militares en misiones de paz en relación a su población, después de India y Pakistán, y tiene presencia en once de las dieciséis misiones desplegadas por la ONU en todo el mundo. Hoy, hay unos 2.500 militares uruguayos en el exterior. Hace unos 70 años que Uruguay participa en esas misiones.

Esos efectivos hoy representan aproximadamente el 10% del personal de las Fuerzas Armadas. En caso de que todos ellos estuvieran en sus respectivas unidades en el Uruguay, tendrían que ser alimentados diariamente y equipados, lo que incidiría en el presupuesto de las Fuerzas Armadas, cada vez más recortado.

Es por eso que muchos de ellos participan en más de una misión. La primera les podría permitir la adquisición de un terreno; la segunda, los materiales para la casa; la tercera, el sueño de la vivienda propia.

Claves para entender la crisis

Los nuevos enfrentamientos

El gobierno del Congo había prometido prevenir las ofensivas de la etnia hutu en el interior del territorio. Sin embargo, hasta fines de agosto, cuando se le había acabado el plazo para actuar en tal sentido, no había tomado medida alguna. El líder rebelde Laurent Nkunda, un tutsi, insiste que lucha para proteger a su comunidad. Unos 800 mil tutsis y hutus moderados fueron asesinados en la vecina Ruanda durante el genocidio de 1994. Pero cuando los tutsis tomaron el poder en aquel país, miles de hutus se refugiaron en el Congo. Y el odio persiste. Nkunda dijo ayer que quiere mantener conversaciones directas con el gobierno sobre la seguridad en la región.

Riqueza mineral en la región

Otros analistas apuntan a que el verdadero interés en controlar el este del Congo radica en que se trata de una región muy rica en minerales, como el oro y el llamado "coltán". Este se utiliza como materia prima en la fabricación de teléfonos celulares.

La financiación desde Ruanda

El presidente ruandés, Paul Kagame, es tutsi al igual que Nkuda. El gobierno congoleño acusó a Ruanda de apoyar al líder rebelde con tropas y artillería pesada. Ruanda niega las acusaciones pero en el pasado ya invadió dos veces a su país vecino. No se descarta que ayude a Nkunda para presionar al Congo a cumplir su promesa de desarmar a las milicias hutus.

El rol de la misión de la ONU

La Monuc cuenta con 17 mil soldados en el Congo. Es el mayor ejército bajo bandera de ONU en el mundo. Su rol primordial es el de proteger a la población civil (la que se queja de que eso no ocurre). Sin embargo, esta misión está contemplada en el capítulo VII del mandato del Consejo de Seguridad de la ONU, la que habilita a las misiones al uso de la fuerza militar si eso es necesario para mantener o restablecer la paz. Es un uso defensivo de la fuerza militar.

El desastre humanitario

El genocidio de Ruanda está siempre presente en el Congo. En este último capítulo y desde el reinicio de las hostilidades en agosto, se calcula que entre 220 mil y 250 mil personas debieron abandonar sus hogares. Las fuerzas de Nkunda son conocidas por su crueldad; el ejército congoleño no ofrece mejores garantías; y la población civil no confía en la Monuc. Las denuncias de saqueos y tiroteos son diarias. (Fuente: BBC Mundo y agencias)

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