La Nike 10 k hizo teñir de rojo el atardecer

La fiesta que, ya es tradición, fue todo un éxito y esta vez el dueño de la rambla fue Martín Cuestas

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RAÚL MERNIES

Contra el reloj, contra el viento, contra los demás y principalmente contra uno mismo. Así entendieron la Nike 10K los casi 8.000 participantes que ayer llamaron al Sol con sus aplausos previo a la largada e hicieron temblar la rambla de Montevideo, para terminar coronando a Martín Cuestas como el ganador.

La lluvia y una intensa humedad pegajosa se habían adueñado del aire de ciudad unas horas antes, cuando por todas la veredas se empezaban a vislumbrar las remeras rojas que se dirigían hacia el Templo Inglés.

El récord de participantes de esta edición -oficialmente 7.705- y las más de 12.000 solicitudes en la página web nikecorre.com no fueron un hecho aislado. Ese entusiasmo se vio reflejado en la largada, cuando sonó el disparo que habilitó a dar el primer paso.

Esta vez no hubo cuenta regresiva porque la carrera fue avalada por la Confederación Atlética del Uruguay y en caso de registrarse un récord sería homologable; pero la multitud no se quedó con la ganas de gritar a toda voz y alentarse unos a otros, como lo hicieron en varias etapas del trayecto.

Había 5.700 hombres y 1.900 mujeres con un mismo objetivo: cruzar por debajo del reloj que colgaba del arco de llegada, en Kibón.

Pero la máxima gloria quedó en manos de un corredor que ya conocía el podio de Nike.

Martín Cuestas salió entre los primeros, junto a Andrés Zamora, Pablo Gardiol, Eduardo Gregorio y otros candidatos, pero ya en el quinto kilómetro asumió la responsabilidad de ser el que "sinchaba", para cortar el viento.

Así fue que con un notorio cambio de ritmo el corredor que había logrado el tercer puesto en 2005 y el segundo en 2006 se despegó en el kilómetro siete y siguió corriendo solo hasta el final.

Pasaron solamente 31`28" entre el disparo y la llegada de Cuestas. Detrás de él entró Pablo Gardiol (31`56") y el tercer puesto fue para Andrés Zamora (32`03").

En la categoría femenina los dos primeros escalones de la carrera quedaron en manos de las argentinas Nadia Rodríguez (36`08") y Roxana Preussler (36`21"), mientras que el bronce fue para la uruguaya Camila de Mello (40`00").

Una vez más los 10 kilómetros que Nike organiza cada año fueron un éxito que pudieron disfrutar los protagonistas y los espectadores que acompañaron desde afuera durante todo el circuito.

Las chicas mataron. Se robaron los aplausos

El grupo de chicas que estuvo a cargo del pre calentamiento se ganó, bien merecidos, todos los aplausos, silbidos y demás manifestaciones masculinas. Las campeonas sudamericanas de body fitness le pusieron calor y ritmo al comienzo de la carrera y luego, en la llegada, fueron las encargadas de apoyar a los corredores y demostrarles cuáles eran las mejores posiciones de elongación para evitar dolores posteriores.

Hidratación. Hubo dos puestos y bomberos

Una vez más Nativa se hizo cargo de la constante hidratación de los participantes de la carrera. Antes de largar cada uno recibió una botella de medio litro de agua y además había puestos de hidratación, en los que se repartían vasos de agua, a los tres kilómetros y medio y los siete. Además, en la rambla y Bulevar Artigas estaba ubicado el puesto de bomberos que regaba agua y refrescaba todo lo que pasaba por debajo.

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