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El gobierno de Estados Unidos decidió a última hora de ayer rescatar al grupo financiero Citigroup con un osado plan que incluye la compra de US$ 20.000 millones en acciones y el ofrecimiento de garantizar cientos de miles de millones de dólares en activos riesgosos.

El proyecto, anunciado de manera conjunta por el Departamento del Tesoro, la Reserva Federal y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), tiene el propósito de apuntalar a la enorme institución financiera cuya quiebra habría complicado la situación en el sistema financiero y la economía de Estados Unidos.

El plan está encaminado a contener la crisis de confianza en el grupo financiero, cuyas acciones bursátiles retrocedieron en las últimas semanas por la inquietud que generó su estado financiero. "Con estas transacciones, el gobierno de Estados Unidos adopta las acciones necesarias para fortalecer al sistema financiero y proteger a los contribuyentes estadounidenses y a la economía estadounidense", dijeron los tres organismos en un comunicado.

El apoyo ofrecido al Citigroup es otra de las decisiones de gran magnitud que ha tomado el gobierno norteamericano para salvar de la quiebra a diversas instituciones financieras. La Fed aportó en marzo apoyo financiero para el rescate del banco de inversiones Bear Stearns mediante su adquisición por JPMorgan Chase. Tan sólo seis meses después, el gobierno se vio forzado a intervenir las grandes firmas hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac y arrojar su salvavidas financiero a la aseguradora American International Group.

Los críticos de las medidas gubernamentales temen que éstas pudieran poner en riesgo miles de millones de dólares de los contribuyentes y alentar a las instituciones financieras a tomar riesgos desmedidos con la convicción de que el gobierno las sacará de sus problemas.

Citigroup ha visto derrumbarse alrededor de un 60% el valor de sus acciones en la última semana, en un reflejo de la crisis de confianza entre los inversionistas.

Sin embargo, lo que preocupa a los inversionistas es que toda la deuda de alto riesgo que pesa en el balance del Citigroup se convierta eventualmente en pérdidas, a medida que empeora la economía y persiste la turbulencia en los mercados, dado que sería prácticamente imposible revertir esas pérdidas.

Citigroup es un integrante tan grande e interconectado en el sistema financiero que un colapso podría causar estragos en las condiciones financieras y económicas, ya de por sí críticas. Los analistas consideran que el organismo es el más vulnerable entre los principales bancos estadounidenses, especialmente después de que no lograra comprar Wachovia Corp., que quedó en manos de Wells Fargo & Co. ( LA NACIÓN / GDA )