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SEBASTIÁN CABRERA

Los transexuales ganaron media batalla: el Senado votó el proyecto de cambio de nombre y sexo en registros públicos. A último momento se dispuso que los menores de 12 años deben tener el aval de sus padres para iniciar el trámite.

Cansado luego de una discutida sesión, el senador del MPP José Mujica concluyó: "Queda votado y pasa a la Cámara de Diputados para su entretenimiento y consideración". Los senadores se enfrascaron ayer en discusiones filosóficas acerca del cambio de sexo, la posibilidad que los menores tengan o no el aval de los padres y también el casamiento entre personas del mismo sexo.

Desde las barras, varios transexuales siguieron la sesión en estricto silencio. A la hora de criticar, la oposición preguntó si los travestis irán a baños de hombre o de mujer luego de cambiarse el nombre. También si se afectará el divorcio, las adopciones, la tenencia de hijos y hasta la reproducción asistida; si algunas personas harán el cambio de sexo registral para beneficiarse por los derechos jubilatorios y se planteó la posibilidad de un "tercer sexo" a nivel jurídico.

El debate llegó a todos los rincones del Palacio Legislativo: "¿Y vos qué opinas de esto del cambio de sexo?", le preguntó una limpiadora a un compañero, mientras pasaba el trapo por las escaleras de mármol. Los dos funcionarios se enfrascaron en la misma discusión que los senadores en cámara.

La iniciativa, votada solo por el Frente Amplio por 17 en 27, permite a los transexuales adecuar su nombre en registros y documentos públicos si la identidad sexual está en conflicto con el sexo biológico desde al menos dos años. No hay necesidad de operarse y el trámite debe realizarse ante los juzgados de familia.

En minoría quedó una moción del senador blanco Eber Da Rosa para que el proyecto no se votara y pasara a la comisión de Constitución a fin de evaluar el respaldo jurídico. El texto se trató durante varios meses en la comisión de Población y no en Constitución. Divididos, varios senadores blancos votaron algunos artículos, otros ninguno. Los colorados no votaron nada.

AVAL. El texto que salió de la comisión permite a los menores iniciar el trámite ante los juzgados de familia. La oposición advirtió que un niño de cinco o seis años podría cambiar el sexo, por lo que a último momento el Frente dispuso que "las niñas y niños menores de doce años deberán estar acompañados por padres o tutores".

Francisco Gallinal afirmó que es "aberrante" que se autorice a menores de 18 años a hacer el trámite e incluso "a un niño de cinco o siete años" cuando "todavía no ejerce su libre albedrío".

La polémica por el casamiento entre personas del mismo sexo sobrevoló toda la sesión debido a que el proyecto dice que el cambio de sexo registral "permitirá ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición".

Hasta el final de la sesión se discutió si quedaba en el texto una disposición que dice que, en estos casos, el oficial del Registro Civil debe informar en forma reservada al futuro cónyuge el cambio de identidad. Ese artículo se incluyó en comisión a pedido del senador blanco Enrique Antía, para dar "más garantías" y "evitar sorpresas".

Pero las duras críticas de la oposición al matrimonio homosexual hicieron que la frenteamplista Margarita Percovich planteara quitar esa disposición, en el entendido de que no aportaba nada, ya que difícilmente alguien no sepa la situación de su pareja transexual. Luego de idas y vueltas, al final se mantuvo esa norma.

Para el Frente Amplio no es casamiento homosexual y advierten que esto solo beneficiará a una pequeña población que a nivel jurídico y psicológico cambió el sexo. Blancos y colorados entienden que sí hay matrimonio homosexual porque el sexo biológico de las personas se mantendrá en la mayoría de los casos.

EN LA PRÁCTICA. El nacionalista Ruperto Long preguntó qué pasará con los baños públicos, vestuarios de clubes deportivos y los hospitales, "donde vamos a tener juntas dos personas que morfológicamente son de sexo distinto". Y preguntó cómo se permite el cambio a un menor cuando no puede votar o tiene inimputabilidad.

En las barras un transexual se pintaba cuidadosamente los labios. El senador blanco Luis Heber inquirió: "Quien nace como hombre pero se siente mujer, ¿se transforma en mujer aun sin operarse?". Planteó la posibilidad de un "tercer nivel" en el ordenamiento jurídico.

Gallinal dijo que esta ley es "una negación" de la condición humana, e ironizó: "No se puede ser más gay o lesbiana. Si sos hombre y homosexual y te sentís mujer, registrate como mujer. Si sos mujer y te sentís como hombre, registrate como hombre. Dejá de ser como sos".

El frentista Reinaldo Gargano le respondió: "El que quiere ser gay, puede ser gay toda la vida. Esto no es obligatorio, es optativo".

Percovich, en tanto, dijo que es "una obligación del sistema político hacer las modificaciones que los códigos necesitan", ya que las universidades "no los han actualizado". Y puntualizó que el MEC informó que es posible aplicar la ley.

El trámite de cambio de sexo registral se realizará ante un juzgado letrado de familia y la demanda deberá estar acompañada de un informe técnico multidisciplinario en identidad de género. Para eso, se formará un equipo técnico en el Registro Civil. En los primeros meses de vigencia se prevé una andanada de demandas, pero luego el número bajará. Por eso, el Registro Civil podrá contratar a los técnicos, en lugar de tener en funcionamiento el equipo en forma permanente, explicó la senadora frenteamplista Margarita Percovich.

Se hará lugar a la adecuación si el nombre o el sexo de la persona son discordantes con su identidad de género y si eso se mantiene por dos años. No se requiere cirugía de reasignación sexual. Si hay respuesta positiva, cambiará el nombre en los documentos, pero no los números. En caso que el interesado solicite la reserva del cambio, se anulará la partida de nacimiento original y se hará una nueva inscripción, dejando constancia al margen.

La ley beneficia a unos 3.000 transexuales, según estimaciones oficiales. Percovich cree que no se permitirá encubrir fraudes o deudas, porque no se alterará la titularidad de derechos y obligaciones jurídicas de la persona cuyo registro se modifica. El cambio autoriza a tener todos los derechos de la nueva condición. Hasta ahora la jurisprudencia ha admitido el cambio registral, pero ha habido fallos en contra cuando no hay cirugía.

Seré muy antiguo, pero esto generará un millón de consecuencias imprevisibles, en los divorcios, adopciones o tenencia de hijos. El matrimonio debe ser entre heterosexuales, pero aquí se admite entre dos personas del mismo sexo. Por vía indirecta se modifica el matrimonio civil", indicó el senador blanco Carlos Moreira. Cree que se abre la brecha a personas que exceden el colectivo transexual. Recordó que hace poco hubo un cambio de nombre de "un conocido artista", en referencia a Abigail.

La senadora frenteamplista Susana Dalmás advirtió que "el 99% de los homosexuales no deciden cambiarse de sexo ni nombre registral", sino que el proyecto refiere al pequeño colectivo de transexuales. "Ellos ya no son del sexo con el que morfológicamente nacieron. Por eso no se puede hablar de matrimonio homosexual. Cuando comparecen ante el Registro Civil para casarse no pertenecen al mismo sexo", explicó Dalmás. Igual justificó que se explique la situación al futuro cónyuge.

El senador colorado Juan Justo Amaro no comparte la filosofía del proyecto y cree que se confunde la identidad sexual con el sexo biológico. Ayer Amaro afirmó que en algunos manuales se considera "un trastorno" la transexualidad y calificó de "tremendo disparate" que los menores puedan cambiar el sexo registral sin el aval de sus padres. "Un menor no está maduro para tomar una decisión para el resto de su vida. Debe contemplarse la opinión de los padres", reclamó el senador.