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DURAZNO | VÍCTOR RODRÍGUEZ

Villa del Carmen, "el pueblo del mejor pan y el mejor vino", vive hoy tiempos de bonanza a partir de la recuperación de la producción de la vid. Los viñedos han evolucionado notablemente con cuatro empresas establecidas, dos de ellas bodegas.

El rubro de la vid se ha catapultado como el mayor generador de mano de obra, superando en proporción a la actividad agropecuaria de la zona.

Esta pequeña localidad duraznense, de 3.200 habitantes, padeció años de ostracismo para su economía por la ausencia de empresas e industrias, pero revirtió esa situación.

"El Carmen" -como se le denomina popularmente- tiene 100 hectáreas de viñedos, la intención de incrementar las plantaciones y todo un camino por recorrer en materia de inversiones.

En este panorama de reactivación mucho tienen que ver la Intendencia de Durazno, empresas y actores locales, en particular Pedro González, considerado un ícono en la materia. A sus 80 años trabaja la tierra a la par de su familia y es consultor permanente en temas vinculados a las viñas.

Sus hijos Walter y Washington González de la empresa Centrovitis Limitada -declarada de interés departamental-, dijeron que "El Carmen" "siempre fue reconocido por sus buenos vinos, desde que Andrés Faraut eligió la región a principios de siglo".

Tiene la particularidad del suelo y el clima, con un terreno pobre, pedregoso y arenoso, de poco vigor y poco desarrollo, muy bueno para producir uva de calidad y vinos con alta graduación alcohólica, con buenos contenidos de polifenoles y todas las materias colorantes que le dan calidad a la uva y al vino.

"De aquí siempre salían buenas uvas y buenos vinos, pero generalmente no salían vinos de calidad; la apuesta a partir de la nueva etapa de vitivinicultura, con los cuatro establecimientos que hay, fue apostar a variedades para vinos finos", indicó.

SEQUÍA. Esta bonanza se vio un poco empañada por la sequía. Por la falta de agua la producción se verá afectada en casi un 40%, pero los objetivos se han cumplido igual. "Prueba de ello es que está demostrado que desde la zona salen vinos de primera calidad, restando ahora la colocación de los productos en los nichos de mercados para lo cual se está trabajando", indicó Washington González.

"Como empresa empezamos en 1998 con viñedos y hace cuatro años tenemos la bodega, y cada año vendemos menos uvas a la bodega de Montevideo y elaboramos más acá, para lo cual nos vamos equipando paulatinamente", resaltaron.

INTERÉS. "El Carmen" despierta también un interés científico. Se está llevando adelante una profunda investigación sobre sus vinos, en base al proyecto denominado "El Terruar", del que forman parte la Cátedra de Fruticultura de la Facultad de Agronomía, la Facultad de Psicología y la Escuela de Enología. "Al degustar un vino de acá, todo el mundo destaca el color que tiene, el sabor, la estructura, son vinos de cuerpo, pero no difíciles de tomar. Al contrario son vinos agradables que maduran bien, pero hay que demostrar sus bondades científicamente y a eso apunta la investigación".

Los entrevistados destacaron que "implementar una hectárea de viña cuesta entre US$ 12.000 y US$ 15.000".

TRABAJO. Los viñedos de Villa del Carmen tienen un gran impacto económico en la sociedad local por la mano de obra que generan.

Uno de los aspectos que resaltan en la actividad vitivinícola de Villa del Carmen es la interacción entre las empresas.

La competencia no existe y da paso a la solidaridad y la cooperación. "Mantenemos una excelente relación entre los cuatro establecimientos, compartimos asesor, directores y maquinarias debido a la proximidad y a la amistad que tenemos, cuando hay que comprar una maquinaria tratamos de que sea la que uno no tiene para complementar su uso en todos los predios. No nos interesa que al otro le vaya mal", sostuvo Walter González.

100 Es la cantidad de hectáreas de viñedos que hay en Villa del Carmen. Poner a producir cada hectárea de viña cuesta US$ 15.000