ANTONIO TORMO
Coleccionista, inventor y experto en periodismo, es el creador del Museo Viviente de la Radio y las Comunicaciones. Con infinito celo fue juntando miles de piezas en remates y ferias hasta formar este peculiar museo que convocó la atención de la CNN. Tormo enfrenta un problema que pone en riesgo la obra que construyó pacientemente a lo largo de su vida. El museo no tiene un sitio fijo y las piezas que contiene empiezan a deteriorarse. Cuenta que ha tenido ofrecimientos extranjeros para vender parte del acervo, pero odiaría tener que hacerlo.
MARTHA AGUIAR
Confiesa que él solo no lo hubiera logrado. Antonio Tormo le debe la creación del Museo Viviente de la Radio y las Comunicaciones, José Gervasio Artigas, a la paciencia de su santa esposa, Ligia Ferreira de Tormo.
Ella misma guardó con el mayor celo cada una de las piezas que su marido rescató del olvido en las ferias de los domingos, allá por la década del 50. Cada vez que Tormo salía de compras, volvía con un aparato bajo su brazo, o al menos alguna pieza de radio que acaparaba su atención.
La esposa celebraba la compra, y buscaba un lugar seguro dentro de la casa para colocar el preciado hallazgo, sin imaginar siquiera que la inquietud de su esposo terminaría por llevarle a casa miles de objetos, de todo tipo, color y tamaño, que hoy resultan imposible de contabilizar.
"El comedor desapareció. Guardábamos las piezas debajo de la cama, porque teníamos que atender a las escuelas, a los liceos, a los periodistas, y no teníamos lugar suficiente en la casa", cuenta Torno, quien se inició en esa prolija búsqueda, al comprar su primer equipo como radioaficionado.
"Un domingo mi señora me mandó a comprar la verdura y los ravioles a la feria. En el camino, encontré una radio de pie, que era una verdadera belleza. Unos $ 160 pagué por ella, y terminé llegando a casa a las 5 de la tarde. Almorzamos tardísimo..." recuerda el hombre, que dialoga sin pausas, tal como lo haría un locutor que transmite un partido de fútbol. Cada tanto hay que conducir la conversación, diciéndole: "Tormo, por favor, no se vaya de tema".
LA CASA DE SUS SUEÑOS. El Museo Viviente de las Comunicaciones es una maravilla de las que existen pocas en el mundo. Hasta la cadena CNN envió un periodista desde Atlanta para entrevistar a este uruguayo, que se define como "experto en comunicaciones".
En la actualidad el museo cuenta con más de 4000 discos, 5000 válvulas, miles de repuestos, 250 master de televisión, programas antiguos, grabaciones ortofónicas, vitrolas, impresoras, teléfonos antiguos, proyectores de cine y varias cámaras de TV utilizadas por los canales privados. Incluso, cuenta con varias lámparas del taller privado de Thomas Alba Edison. Sin embargo, tanta riqueza histórica, corre severos riesgos de deterioro. La razón es que Tormo y la comisión que lo apoya, no han podido encontrar un sitio digno para su museo. Desde hace 7 años, las piezas están depositadas en un cuarto del Museo de Antropología, situación que no conforma a su fundador.
"Yo reparo las piezas, las pinto, las ordeno, pero no puedo evitar el deterioro de las colecciones que están sufriendo el paso del tiempo, por estar mal acondicionadas. Algunas piezas del siglo pasado se están apolillando. La polilla es enemigo de los muebles porque trabaja sobre la madera, así que me enfrento a un gravísimo problema", cuenta Tormo.
Agrega con cierta pena, que el Museo Viviente no ha recibido hasta ahora ayuda de nadie. "Lo que estamos pidiendo es una colaboración, más que nada una casa donde el museo pueda ser instalado. Más de una vez han querido comprarme alguna pieza, pero mi señora y yo no queremos desprendernos de nada. Nuestro sueño es que el Museo Viviente quede en nuestro país, y pueda ser apreciado por todos los uruguayos".
Perfil
Nombre:
Antonio Tormo
Nació en:
Montevideo.
Profesión:
Enamorado y estudioso del mundo de la radio y las comunicaciones.
Otros datos:
Es el creador de los
premios CX a los medios.
UNA RADIO ECOLÓGICA
Antonio Tormo fue el inventor de curiosos modelos de radio. En su casa funcionó durante algún tiempo una radio a fruta. "Tomé tres kiwis y tres bananas, y le instalé electrodos y transistores. Así fabriqué una radio que funciona lo más bien y, además, no es contaminante ni peligrosa para los niños", comentó Tormo. Este modelo ecológico, puede estar en funcionamiento 30 días sin apagarse. En la misma línea de preocupación por el medioambiente, Tormo hizo una radio a planta. El creador lo explica con sencillez. "Estamos rodeados de energía, las plantas y los árboles generan pequeñas corrientes eléctricas, hay que saber cómo utilizarlas y nada más", cuenta Tormo, que también creó una radio vitrola.