¿Más ministros?

Compartir esta noticia

Con pobres argumentos, la ministra de Educación y Cultura, María Simon, vuelve a las andadas con su propuesta de crear un nuevo ministerio, el de Justicia y Derechos Humanos. Alega que esas dos funciones, actualmente de su competencia, deberían situarse en la órbita de una nueva secretaría de Estado dada su complejidad y especialización. Alega Simon que el abanico de tareas del ministerio de Educación es "muy vasto", lo que justificaría el desgajamiento que propone.

La idea de Simon no es nueva ya que su subsecretario, Felipe Michelini, viene bregando desde el comienzo mismo del actual período de gobierno por el alumbramiento de ese nuevo ministerio. El subsecretario Michelini, que acompañó primero la opaca gestión de Jorge Brovetto y que continúa ahora con Simon, nunca ocultó sus deseos de ser designado al ministro de Justicia. Tan es así que en los hechos estableció una virtual intervención de la Fiscalía de Corte a la que hostiga cada vez que puede transgrediendo las normas y usos corrientes en la materia. Michelini no sólo dificulta la homologación de las decisiones del Fiscal de Corte sino que intenta, de manera permanente, incidir de una forma u otra en la actividad de los fiscales, algo que le está vedado.

Seguramente, a pedido de su subsecretario, Simon insiste ahora, sobre el final del período del actual gobierno, con este proyecto, a fin de que la iniciativa se incluya en el programa del Frente Amplio. Como principio, la idea de la especialización ministerial no ha sido de recibo entre nosotros, entre otras razones porque, dadas las características del país y los apremios presupuestales, no se justifica seguir ampliando el gabinete al infinito.

Con argumentos parecidos a los de Simon, el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, por ejemplo, podría solicitar un reparto de sus funciones entre tres nuevos ministerios. Algo similar podría hacer el de Turismo y Deportes, y así sucesivamente hasta tener dos docenas de ministros en lugar de una.

Más le valdría a la ministra Simon contener las ansias de su subsecretario y concentrarse en contribuir a mejorar la educación pública.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar