P. MELENDREZ / D. ISGLEAS
Al no encontrar elementos que permitan responsabilizar a los guardiacárceles, la Justicia Penal clausuró ayer mismo la causa que indagó el incendio de un sector del Comcar. Se entendió que la demora en llegar a la celda no implicó una omisión.
Apenas ocurrió el incidente, las autoridades del centro penitenciario dieron cuenta del hecho al juez penal de turno, Luis Charles, que durante la noche del lunes se constituyó en el lugar para verificar en forma presencial la situación.
El magistrado, junto con la fiscal Dora Domenech, abrieron una investigación sobre lo ocurrido, y a primera hora de ayer iniciaron la indagatoria en el juzgado de Bartolomé Mitre casi Buenos Aires, lugar al que concurrieron a declarar los responsables del Comcar, los cinco guardiacárceles que se encontraban de turno y 19 reclusos que estaban en otras celdas del Sector Boxes.
El juez Charles y la fiscal Domenech constataron que los cinco reclusos fallecidos -utilizando un encendedor de gas que luego fue encontrado en el calabozo- prendieron fuego trozos de los colchones que se encontraban en la celda, los cuales arrojaban hacia el pasillo central de unos tres metros de ancho, como forma de reclamar su traslado inmediato al Penal de Libertad, el cual ya había sido autorizado.
En determinado momento, pretendieron incinerar un trozo de mayor tamaño que no lograron pasar entre los barrotes, por lo que cayó en la celda, donde tomaron fuego otros colchones, ropa y frazadas, según los informes de Bomberos y Policía Técnica que fueron enviados al magistrado.
Basado en los testimonios de los guardiacárceles y los otros reclusos, se comprobó que los funcionarios policiales actuaron con la mayor celeridad posible, aunque la compleja situación generada por el fuego, no les permitió rescatar con vida a los encarcelados.
Eso determinó que la fiscal Domenech pidiera el archivo del caso ya que a su juicio, no hubo una situación de negligencia sino una demora provocada "por las circunstancias del hecho y no por una conducta omisiva" de los funcionarios.
"No se encontró ningún tipo de omisión que ameritara solicitar responsabilidad penal pa-ra nadie", dijo Domenech al ser consultada por El País. "Se creó un ambiente de pánico. Hubo gente que incluso se desmayó. Todos los testimonios coincidieron en que los guardias hicieron lo que pudieron", sostuvo la fiscal.
De todos modos, la clausura del expediente fue dispuesta sin perjuicio de que si en el futuro surge algún elemento que pueda cambiar la situación, el caso podría ser reabierto, explicó Domenech. Todavía resta el informe definitivo de Bomberos, pero se estima que esa pericia no aportará ningún elemento determinante.
PARLAMENTO. Por otro lado, la situación registrada el lunes en el Comcar, tuvo una rápida repercusión en el ámbito parlamentario, donde se espera que el comisionado Álvaro Garcé presente a la brevedad un informe sobre lo sucedido ante la Comisión de Seguimiento del Sistema Penitenciario.
Además, el diputado colorado Gustavo Espinosa, miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, pidió una entrevista a Garcé para conocer los pormenores de los hechos.
En diálogo ayer con El País, Espinosa adelantó que su intención es tener explicaciones respecto del "incumplimiento del mandato presidencial, expresado tiempo atrás, de descongestionar el sistema penitenciario".
"La muerte de reclusos en el Comcar, los reiterados hechos de violencia, el comercio interno de drogas, la existencia de presos que delinquen desde las cárceles, que trafican drogas, la difícil situación sanitaria y las graves consecuencias contra la sociedad -fruto de un sistema que no rehabilita-, son motivos más que suficientes para promover una urgente revisión y reestructuración del sistema penitenciario", reclamó el legislador colorado.
Por su parte, el senador nacionalista Carlos Moreira, dijo que el Comcar "es un caos" debido al hacinamiento existente, ya que el centro fue previsto para alojar 1.400 reclusos, pero actualmente alberga casi 3.000. "Yo mismo vi 18 personas en una misma celda", alertó.
En tanto, desde el Frente Amplio, el diputado Javier Salsamendi, consideró que se trata de un hecho "terrible", aunque dijo no tener más elementos de juicio. "Hay que esperar el resultado de la investigación", opinó el legislador.
Guardiacárceles advierten que no tienen "poder de respuesta"
Lo ocurrido por la madrugada de ayer en el Comcar no es sorpresa para los guardiacárceles que todos los días trabajan en los centros de reclusión. Para ellos, se trata de episodios cotidianos de motines o protestas, aunque nunca había ocurrido que una situación de este tipo terminara con reclusos fallecidos.
"Son situaciones bastante habituales, principalmente, en la Cárcel de Mujeres. En el Comcar quizás no es tan común que se opte por la quema de colchones porque, por lo general, llevan adelante medidas más duras", dijo Andrea Villamil, secretaria general del Círculo Penitenciario, asociación que nuclea a 1.100 de los 1.800 guardiacárceles que trabajan en las dependencias de todo el país y que hoy evaluará lo ocurrido en el Comcar.
Los funcionarios han reclamado en el último tiempo la mejora en sus condiciones de trabajo y el ingreso de nuevo personal, ya que la sobrepoblación dificulta su labor. En el Comcar hay solamente un guardia cada 57 reclusos.
"Estas cosas pasan y van a seguir pasando, porque no tenemos poder de respuesta", dijo Villamil a El País. Agregó que no pueden cumplir con su rol de "rehabilitación" sino que "a duras penas" logran hacerlo con la tarea de custodia.
Disponen exámenes de ADN
El juez penal Luis Charles y la fiscal Dora Domenech ordenaron ayer que cuatro de los cinco cuerpos de los reclusos fallecidos sean sometidos a estudios de ADN, ya que debido al importante estado de calcinamiento, no fue posible reconocerlos ni por parte de los familiares ni por el estudio de sus huellas dactilares. En el caso del restante detenido que murió, su cuerpo no presentó quemaduras de magnitud, por lo que pudo ser identificado rápidamente.