El candombe y el tango, ahora patrimoniales, siempre postuladas como expresiones "nuestras", no son tan populares. Al menos según la encuesta de Imaginarios y Consumo Cultural 2009, presentada ayer, a la sombra de Abu Dhabi.
Sólo el 4% de los 3.421 uruguayos consultados entre febrero y abril de 2009 para este relevamiento, incluyeron al candombe entre sus tres géneros musicales favoritos. El tango reúne una preferencia mayor: 21%. Ambos porcentajes bajaron respecto a la misma encuesta, llevada a cabo en 2002, desde el enfoque de consumo cultural.
Sin embargo, en el capítulo de "Imaginarios", el candombe es motivo de pregunta entre otras propuestas patrimoniales (playas, bañados de Rocha, grandes obras de arquitectura e ingeniería). Allí, ante la pregunta más franca, específica, sobre el gusto o no respecto a las cuerdas de tambores, el 71% de los consultados respondió "Me gusta escucharlas", el 12% afirmó haber participado de tamborileadas, el 16% adscribió a la respuesta "Me molestan pero las tolero" y casi 3% estuvo de acuerdo en que "deberían prohibirlas".
Todos los valores fueron mayores a los 2002. De acuerdo a los resultados de la encuesta de este año, son las edades más joven las que las escuchan en mayor porcentaje y quienes más han participado. "En Montevideo, las zonas de mayores ingresos es la que presenta los mayores porcentajes en relación al gusto de escuchar las cuerdas de tambores, y son quienes viven en la zona de ingresos intermedios quienes más han participado en ellas. En la zona de menores recursos económicos es mayor el porcentaje que dice tolerarlas, opinan que hay que prohibirlas o le son indiferentes", indica el análisis de las investigadoras Susana Dominzain, Sandra Rapetti, Rosario Radakovich.
TANGO. Sólo entre los mayores de 60 años el tango ocupa un lugar destacado en las preferencias musicales. El género más nombrado entre las preferencias (cada persona podía mencionar hasta tres) es el folclore, con 59,8% y segundo el tango con 51,7%, luego la música clásica (37,8%), con porcentajes cercanos al 20%, la música popular y la melódica.
El folklore, al igual que en la encuesta de 2002, es el género musical que recibe mayor número de menciones (38,3%). Al segundo lugar subió el rock y pop (29,6%); le sigue la cumbia (27%) y luego la música melódica (25,4%), seguida por la música popular (22,5%). A continuación aparecen la música clásica (21,8%) y el tango (21%), presentando disminuciones de aproximadamente 2 puntos con respecto a 2002.
En conclusión, sólo una de cada cinco personas incluye al tango entre sus tres géneros musicales preferidos, una proporción menor fue o vio bailar tango en el último año.
La encuesta de Imaginarios y Consumos Culturales. Evalúa una cantidad de aspectos que trascienden los hábitos de esparcimiento, el uso del tiempo libre y el uso que le gustaría dar, los gustos personales o las habilidades artísticas (tocar un instrumento , por ejemplo).
Por ejemplo, pregunta a las personas si tienen familiares o amigos en el exterior con los que mantienen contacto habitual. Más de la mitad contestó que sí.
Además, busca explicaciones a los fenómenos: por ejemplo, a quienes no han ido a conciertos de ninguna índole en el último año -dos de cada tres personas- les pregunta por qué: "no tengo tiempo" 30%, "no me interesa" 13%, "prefiero hacer otra cosa" 10% y "Las entradas son caras" 19%.
La investigación este año incluye preguntas sobre el plan Ceibal -que lógicamente no estaban en 2002- que ha ingresado al 15% de los hogares del país, indaga sobre consumo de televisión, radio y prensa, y pregunta a los uruguayos cuántas veces fueron a una biblioteca en el último año: 8 de cada 10 respondió que "nunca".
Son 242 páginas que pretenden ser una radiografía del ser uruguayo.
IMAGINARIO, CONSUMO E INTERNET
Entre 2002 y 2009 algunas variables se mantuvieron y otras variaron significativamente. Una proporción similar de los uruguayos continúa pensando que cuesta cambiar, pero menos consideran que sus habitantes son solidarios. Además, aumentó la percepción de que hay racismo en el país. Otros datos llaman la atención: 34% de la población nunca lee y sólo la mitad abrió un libro en el último año. Además, se duplicó quienes utilizan Internet.