Devotos de Iemanjá rinden tributos a la diosa

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Desde temprano en la mañana los devotos de Iemanjá, la diosa del mar, comenzaron a llegar a la Playa Ramírez para rendile tributo a esta fuerza de la naturaleza que adora los regalos.

Devotos y curiosos, pobres desesperados y ricos turistas acuden a las playas a participar del rito de una religión minoritaria, que hoy festeja una de las expresiones de religiosidad popular más masivas de Uruguay.

Iemanjá es madre y virgen. Nació en África pero parece una india blanca con vestido de princesa europea. Es una fuerza de la naturaleza, pero le encantan los regalos. Esa cualidad multifacética permite a Iemanjá atraer a multitudes cada 2 de febrero.

"Su cualidad de madre es lo que hace que sea popular: todos necesitamos protección y, en tanto demos un paso en esa búsqueda, la vamos a recibir. Porque milagros existen en todas las religiones, lo que importa es tener fe y brindarse, abrir el corazón", explicó Susana Andrade, o Mae Susana de Oxum según la religión umbanda.

Según la encuesta del INE, el porcentaje de umbandistas es mayor entre quienes tienen entre 26 y 45 años. Dentro de la población de ascendencia negra, el porcentaje sube a 2.4%.

Sin embargo, la festividad de Iemanjá obtiene cada año declaraciones de interés turístico y cultural de la Intendencia y de ministerios. Es que se ha vuelto una "fiesta popular", destacó Andrade. "Nos gustaría que el Ministerio de Turismo la incluyera en sus ofertas turísticas y diera más apoyo", como sucede con festividades similares en Brasil, añadió. Además, la federación umbandista IFA solicitó, en la junta local de Costa de Oro, una plaza para Iemanjá, y, en la Intendencia de Montevideo, una placa de los Orixás, que probablemente se colocaría en la rambla, contó Andrade. Es que fue de la mano de la diosa del mar que este culto consiguió ocupar un lugar en la identidad uruguaya.

EL PAÍS digital y El País

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