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La justicia argentina prepara un pedido de extradición del espía Iván Velázquez, recluido en el Comcar y acusado de haber intervenido correos electrónicos de políticos argentinos y uruguayos, así como de periodistas y personajes de la farándula.

El pedido de extradición lo dará a conocer la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, en los próximos días, informó ayer el diario argentino La Nación.

El ex miembro de la contrainteligencia del gobierno argentino, procesado con prisión en Uruguay a fines de enero, escribe su autobiografía en el Comcar. Velázquez se desempeñó en la Secretaría de Inteligencia (SIDE) del vecino país y fue remitido a la cárcel por la jueza penal Graciela Gatti, luego de constatar que había obtenido información sobre el armamento de la Jefatura de Policía de Montevideo a través de un software informático que él mismo donó.

Este enigmático hombre, que en mayo de 2008 había pedido asilo político en Uruguay, ya había sido procesado sin prisión el 28 de diciembre del año pasado por coimear a un policía para acceder a información de Migraciones.

En la oportunidad, fue procesado por "un delito de cohecho simple en reiteración real de utilización indebida de información privilegiada en calidad de coautor". Sin embargo, la primera denuncia penal contra el ex agente argentino había sido presentada por Antel, ya que se determinó que había logrado clonar las páginas web de Adinet, Hotmail y Gmail, de donde obtenía en forma ilegal claves de los usuarios, entre ellos, varios políticos y otras personalidades públicas uruguayas.

Además, según publicó "El Observador", habría espiado los correos electrónicos de los funcionarios diplomáticos que a principios de 2007 llevaron adelante la mediación entre los gobiernos de Uruguay y Argentina por el conflicto de la instalación de la planta de Botnia, la cual fue propiciada por el rey de España, Juan Carlos de Borbón, a través del embajador Juan Antonio Yáñez Barnuevo.

COMPAÑERO. Velázquez tenía un socio, Pablo Carpintero, detenido la semana pasada en Buenos Aires, cuando arribó desde Montevideo en un barco de Buquebus y se entregó a la Justicia.

Según la prensa argentina, la captura de Carpintero hace crecer la posibilidad de que tanto él como Velázquez revelen secretos de la SIDE, digan para quién trabajaban y nombren al que les encargó la operación clandestina. Se espera además, que la publicación completa de las memorias de Velázquez aporten más datos a la causa.

Antes de la indagatoria, los abogados de Carpintero habían presentado un pedido de excarcelación que fue rechazado.

Entonces, apelaron ante la Cámara Federal de San Martín con el argumento de que "quien se presenta para ponerse a disposición de la Justicia no lo hace para luego profugarse".