Jerusalén | El premier israelí, Ehud Olmert culpó ayer a Hamas por el estancamiento en las conversaciones que buscaban la libertad de un soldado capturado hace casi tres años en la Franja de Gaza, y declaró que Israel no liberará a todos los prisioneros que el grupo extremista exige a cambio.

En un comunicado difundido por la prensa local, el primer ministro sostuvo que los esfuerzos continuarían, pero el tono con que habló indicaba que no quedan posibilidades de llegar a un acuerdo mientras él ocupe el puesto. El líder del Likud (derecha), Benjamin Netanyahu, está organizando el próximo gobierno, que se espera sea más radical y menos complaciente con las demandas de Hamas.

El fracaso de las conversaciones para el intercambio de prisioneros podría desatar una reacción en cadena de sucesos negativos. Las autoridades israelíes reiteraron ayer que no se suspenderá un bloqueo que ejercen sobre Gaza hasta que el soldado regrese a su hogar.

Desesperación. La familia del soldado, el sargento Guilad Schalit, de 22 años, que fue capturado en junio del 2006 durante un operativo de milicianos vinculados con Hamas, pide al gobierno que vote el intercambio de los 450 milicianos presos en Israel.

Los familiares están hace más de una semana instalados en una carpa a media cuadra de la casa de Olmert, donde varias personas protagonizaron estos días protestas para pedir que se pactara con Hamas.

"Venimos aquí para que la gente exprese su apoyo y solidaridad. Varios miles estuvieron aquí", expresó Noam Schalit, padre del militar secuestrado. Noam manifestó su temor ante la posibilidad de que con el nuevo gobierno "empecemos de cero y transcurran otros mil días". Sobre el peligro que representaría la liberación de milicianos, el padre sostuvo que "no es que los queramos ver fuera de la cárcel, es que eso es imprescindible para que liberen a Schalit".

Agencias y La NACIÓN/GDA