El papa Benedicto XVI cargó un cirio encendido, que simbolizaba la esperanza cristiana, hacia la Basílica de San Pedro, el sábado por la noche, durante el tradicional inicio de la misa y vigilia del Vaticano en la víspera de la Pascua.
El rezo "Lumen Christi" ("luz de Cristo" en latín) retumbó en la basílica que estaba oscura y llena de feligreses.
Luego, en el vasto espacio comenzaron a cintilar numerosas luces, cuando los cardenales y otros prelados prendieron sus cirios con la llama de la vela de Pascua del papa. Uno por uno, los congregados comenzaron a hacer lo propio con las velas de sus vecinos - en una rápida iluminación de velas -.
Luego comenzó la misa encabezada por el Papa, vestido con una túnica blanca y dorada.
El Domingo de Pascua es el día festivo más importante del cristianismo, cuando los creyentes celebran su creencia en la resurrección de Cristo tras morir crucificado. Para los cristianos de todo el mundo, la Pascua representa la promesa de Dios de vida eterna luego de la muerte.
Cinco adultos convertidos al cristianismo fueron seleccionados para ser bautizados por el papa durante la ceremonia: dos hombres italianos, y mujeres de China, Italia y Estados Unidos.
Antes de avanzar por en medio de las bancas de la basílica, el Papa tomó un punzón y grabó las letras "alfa" y "omega" en el cirio. A continuación, metió cinco granos de incienso en la cera.
El domingo por la mañana, el Papa celebrará la misa en la Plaza de San Pedro. A mediodía (1000 GMT) leerá su mensaje de Pascua para el mundo.
La vitalidad de Benedicto, quien cumple 82 años el 16 de abril, aparentemente se ha mantenido bien durante las ceremonias de Semana Santa, incluyendo la procesión del Vía Crucis que observó el Viernes Santo por la noche desde una terraza que mira al Coliseo.
AP