Doña Cris y sus dos amigos

Compartir esta noticia

REBAR

La presidenta argentina fue protagonista a fines de abril, de un acto destacable en el marco del Salón Blanco de la Casa Rosada. En razón de que su país preside la Comisión Demarcatoria de Límites Boliviano-Paraguaya, recibió allí a sus amigos Evo Morales y Fernando Lugo para entregarles la Memoria Final de la citada Comisión, instándolos a firmar un Acuerdo que borre cualquier huella de resentimiento que pudiera haber quedado entre ambas repúblicas hermanas, como consecuencia de la delirante matanza conocida por "la Guerra del Chaco", de cuyo estallido se cumplieron el pasado 10 de mayo, 76 años. Desde luego, es ciertamente elogiable la mediación de la señora de Kirchner en esa ceremonia, que -según expresara ella misma- "opera como símbolo de la clausura definitiva de aquella etapa de enfrentamientos sin sentido".

Resulta curioso que esta circunstancia -tardía, pero feliz- se haya dado en momentos en que Bolivia y Paraguay están gobernados por dos actores de la comedia latinoamericana a quienes se les ha caído la máscara en plena representación de sus respectivos papeles (¿o papelones?). Evo, primer indígena en acceder a la presidencia de Bolivia, está haciendo equilibrios sobre el alambre frente a reiteradas y multitudinarias exteriorizaciones de la oposición: dos de sus severos críticos, tratan de bajarle la careta. Por un lado, el aimara Víctor Cárdenas -fundador de la Confederación Sindical Única de Campesinos de Bolivia- aseguró a "Perfil" (edición del 1° de abril ppdo.) que "el rostro aborigen fue usado por su libretista Hugo Chávez para seducir al mundo, pero Morales no habla ninguna lengua indígena", y, por otro lado, Felipe Quispe -ex diputado e inconmovible líder indigenista de Bolivia- dijo al mencionado "Perfil" hace ya medio año, que "Evo se llena la boca hablando del indio, pero lo mata de hambre". Evidentemente, opiniones como ésas le importan poco al folclórico personaje, que se ha despachado recientemente con una confesión innecesaria, referida a algo muy sabido: dijo el hombre, enmarcado en uno de sus disfraces de patrón del Altiplano: "Yo también soy marxista-leninista... ¿Y qué?... ¿Por eso me van a expulsar de la OEA?"..., en indisimulable alusión a la ausencia de Cuba en ese organismo continental. La verdad es que, con personajes de tal calibre, la sigla OEA va en camino de cambiar su actual definición por la de Orates En Aumento.

Por su parte, el ex obispo Lugo -devenido presidente paraguayo- no pretenderá contar con un coro de ángeles que lo deleiten acompañados de un arpa guaraní. A raíz de lo que se ha sabido de sus incursiones misioneras por la romántica selva femenina, alguien ha recordado que, en determinado momento de su campaña electoral, se le oyó decir: "A Jesús lo mataron por iluminar al pueblo"; comentándose que lo que realmente pensaba expresar (y se contuvo a tiempo) era: "A mí me reconocerán como el iluminado de los grandes alumbramientos".

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar