Mientras corren los últimos días del contrato que Alfredo Etchegaray tiene con el Estado para el rescate de piezas del Graf Spee, los buzos poco han podido hacer porque la grúa del puerto que permite recuperar objetos pesados "se rompió".
"Se está trabajando con el sonar, pero no existe otra grúa para elevar cualquier pieza que supere los 5.000 kilos", informó Etchegaray.
El equipo dirigido por el buzo Héctor Bado pretendía rescatar uno de los cañones principales del buque, de unos 48.000 kilogramos, un cañón doble antiaéreo y tres piezas de artillería de 17.000 kilos, ubicadas en la banda de babor, idénticas a la que se exhibe en el Museo Naval de Malvín.
Pero los rescatistas pretendían llevar además a la superficie los blasones (escudos de armas) de la familia Spee, de más de dos metros de altura, que se encuentran adheridos a la proa del barco.
Bado dijo a El País que pese al percance de la grúa y al tiempo que les queda para el rescate (poco más de un mes), espera poder recuperar los escudos del fondo del río. "No sabemos si están soldados o atornillados. pero no son tan pesados; probablemente sean huecos, como el águila", indicó.
Concluido el plazo para bucear en el Graf Spee, los rescates submarinos a manos de particulares se terminarán. El motivo: un decreto firmado por Tabaré Vázquez (el 306/006), que suspendió indefinidamente la recepción de solicitudes de búsquedas y aquellas que estuvieran en lista de espera para adjudicación.
MUESTRA. Hacia fin de año (en el 70° aniversario de "La Batalla del Río de la Plata") se hará una exposición con objetos recuperados del Graf Spee. Etchegaray espera que pueda hacerse una copia, en yeso o en fibra de vidrio, del águila de bronce para ser exhibida (en la muestra o en un futuro museo) y preservar la original, que podría ser entonces vendida.