Plazas para atraer a los vecinos

| Deporte. Proponen un modelo "Siglo XXI" que integra desde olla de skate a parrilleros | Hay 114 plazas públicas pero 60% no hace ejercicio

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El País

XIMENA AGUIAR

Unas 65.000 personas participan de actividades en las plazas de deportes, pero la oferta está limitada por el clima y las instalaciones. Un nuevo diseño propone revitalizarlas incluyendo nuevos deportes, espacios cerrados y más servicios.

Olla de skate y mesa de ping pong para los más jóvenes. Cancha de bochas y parrillero para los mayores. Gimnasios y piscina cerrados, solarium y cantina. Las plazas de deporte en las que se aplique el nuevo diseño "Plazas Siglo XXI" aspiran a jerarquizararse como verdaderos referentes barriales.

Hay 114 plazas de deporte en el país, y muchas de ellas están en mal estado. La reforma de las plazas comenzaría por la número 7 (ubicada en Paso Molino), la N° 5 (Unión) y la N° 11 (Cerro), y la continuación de la iniciativa dependerá de la próxima administración. El Ministerio de Turismo y Deporte prevé destinar unos US$ 5.000.000 para la reforma de estas tres plazas, aunque los costos finales dependerán del proceso de licitación, que comenzará en las próximas semanas. Se espera que la obra se inicie en setiembre, afirmó Guillermo Fraga, de la dirección de Deporte.

UN LUGAR PARA ESTAR. El diseño de las plazas realizadas hasta ahora, desde la primera construida en 1913 hasta la última construida hace 20 años, siguió el modelo propuesto a principios de siglo XX por la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ), contó Fraga.

Para realizar el nuevo diseño se reunieron técnicos del ministerio y de ACJ, incluyendo profesores de educación física, sociólogos y arquitectos, se acordó una propuesta conceptual y ésta se plasmó en un diseño, contó Lucía Cracco, arquitecta responsable del proyecto de parte del ministerio.

Entre los criterios del nuevo diseño se buscó "incorporar actividades físicas alternativas que no estaban contempladas, como bicimontaña, skate, acrobacias; e incorporar más lo recreativo y lo social, con espacios para estar para la tercera edad y para adolescentes, como sala de juegos de mesa y ping pong o club de bochas", contó.

El diseño del espacio buscó apoyar la integración y la independencia entre esa multiplicidad de actividades. "A veces se diseña la obra pública de manera que queda muy linda en la maqueta, con espacios que parecen esculturas, con visuales interesantes, pero no necesariamente dan ganas de estar, como en la Plaza 1° de Mayo", consideró Cracco. En contraste, el diseño de las plazas usa muchas líneas curvas que crean distintos espacios "para estar", desde el pequeño recoveco al lugar amplio cercano a espacios de circulación, señaló.

Además, se tuvieron en cuenta preferencias locales. Por ejemplo, en el Cerro se detectó que los vecinos jugaban a las bochas en una de las pocas calles semihorizontales del barrio, por lo que se consideró necesario incorporar una cancha, mientras que en Paso Molino se realizó una peatonal siguiendo el trayecto que ya utilizan muchos peatones como atajo.

SIN REJAS, CON CARNET. Otra de las innovaciones de las nuevas plazas será la colaboración público-privada, con la existencia de locales para alquilar en los que la empresa que se instale aporte para el mantenimiento, la seguridad o la limpieza.

"El gran riesgo de esta inversión no es construir la plaza sino cómo después sigue funcionado", señaló Cracco. Cyber, biblioteca o policlínica fueron algunas de las opciones que se manejaron. Además, en el Cerro se propuso ofrecer el espacio a un Abitab y, en Paso Molino, a una dependencia de la Policía.

Otro tema de discusión fue la modalidad de acceso. Actualmente, la plaza N° 7 está cerrada con rejas y se cobra un bono colaboración mensual de $ 80 para menores y $100 para adultos, aunque "quien no puede pagar no paga", dijeron en la plaza.

"A los profesores les preocupaba mucho el vandalismo y querían poner rejas, y poco menos que cadenas a cada pelota. Se planteó un giro a la cuestión, buscando la apropiación con la plaza de barrio. De hecho el vandalismo que se había producido no había sido por parte de gente de la zona. Se entendió que un lugar cerrado genera más reacción, mientras que un espacio abierto sin filtro es más tuyo, tenés menos ganas de destruirlo", explicó Cracco.

Por eso, el ministerio decidió que las plazas serán de libre circulación. Sin embargo, los espacios cerrados tendrían control de acceso mediante carnet. Para ser socio se definiría "una cuota razonable y en los casos en los que no se pudiera acceder se consultaría con una asistente social", dijo Cracco.

OBJETIVO: EDUCACIÓN FÍSICA Y DISFRUTE DEL TIEMPO LIBRE INTEGRADOS A LA VIDA COTIDIANA

El nuevo modelo de plazas de deportes incluye 8 módulos, que se pueden incorporar en forma parcial según los tamaños y necesidades de cada plaza. Una plaza completa, como la que se proyecta construir en la número 7, en Paso Molino, tendría los módulos artístico, social y gastronómico, multicancha, olla de skate y anfiteatro, cancha de bochas, espacio para otros servicios (por ejemplo policlínica), módulo deportivo y biblioteca. Estos módulos se integran a los espacios existentes y se adaptan a las necesidades de cada plaza. El ingreso a la plaza es libre, sin control de acceso a los espacios abiertos. Los espacios cerrados (deportivo, multicancha, piscina, etcétera) serían de acceso controlado mediante la entrega de carnet y el pago de una cuota accesible.

En la plaza N° 11, en el Cerro, el modelo se implementará parcialmente. Habrá locales en alquiler, una olla de skate más pequeña que no sirve como anfiteatro, polideportivo con piscina y cancha de handball cerrada, y una cantina con espacio para reuniones. La idea de tener espacios que puedan ser alquilados para otros servicios implicaría una colaboración público privada, en la que los emprendimientos a instalarse se encargarían parcialmente del mantenimiento o la seguridad de la plaza.

En cada plaza, el proyecto es realizado en consenso con los profesores de educación física que trabajan en ella. Por ejemplo, en ésta se pidió que el gimnasio cerrado fuera una cancha de handball, dada la popularidad del deporte entre quienes hacen uso de la plaza.

Movilizar a una sociedad quieta

La Dirección Nacional de Deporte tiene 114 Plazas de Deportes, 15 en Montevideo y el resto en el interior del país. Los deportes que más se practican en ellas son voleibol, basquetbol, fútbol, handbol, gimnasia, atletismo y natación. La oferta también incluye actividades recreativas y sociales, informó Ernesto Irurueta, de la dirección de Promoción Deportiva del ministerio.

En todo el país hay unas 65.000 personas inscriptas en las actividades regulares, (unas 20.000 en Montevideo y 45.000 en el interior), a los que se suman los que practican actividades libremente en las instalaciones.

Cerca de 500 docentes y 150 no docentes, son los funcionarios presupuestados destinados a las tareas vinculadas a las Plazas de Deportes. En verano, a través de contratos zafrales, se incorporan unos 200 docentes y 90 no docentes, ya que la habilitación de las piscinas aumenta la demanda, contó Irurueta.

SEDENTARIOS. Un 60,3% de los uruguayos es sedentario, y sólo 39,7% es físicamente activo, según la encuesta de hábitos deportivos realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2005. La actividad física es aun más baja entre las mujeres, entre los mayores de 18 años y entre las personas con menores ingresos, según el relevamiento. Quienes no realizan ningún tipo de ejercicio dijeron que la razón era, en primer lugar, la falta de tiempo, seguida por razones de edad o salud, falta de interés, y en cuarto lugar falta de dinero.

Los lugares más comunes para hacer ejercicio son los centros de enseñanza y las instalaciones privadas.

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