MADRID | El gobierno de España mantendrá la condición de ilegalidad del partido vasco independentista Batasuna, proscrito en 2003 por ser considerado el "brazo político" de los terroristas de ETA, mientras exista este grupo armado, advirtió ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Días después del atentado de Burgos, que causó 64 heridos, y el de Mallorca, en el que murieron dos guardias civiles, Rubalcaba declaró que tiene "algo más" que la impresión de que dentro de unos meses, Batasuna podría desmarcarse de la violencia con la esperanza de volver a ser legal. Pero sostuvo que la respuesta va a ser siempre "radicalmente que no".

Batasuna fue ilegalizado en 2003 por el Tribunal Supremo español por estimar que la formación política estaba vinculada a ETA, un año después de que el Parlamento español votara una ley para excluir de las cámaras a los partidos que no condenaran la violencia. El 30 de junio, la Corte Europea de Derechos Humanos confirmó la ilegalidad de Batasuna, que integra la lista de organizaciones terroristas de la UE.

"Los tribunales ya han demostrado que ETA y Batasuna son lo mismo", afirmó Pérez Rubalcaba, y añadió que si "alguien está pensando en solicitar la legalización aprovechando un desmarque de la violencia más o menos explícito, la respuesta va a ser no. Hay que decirle a Batasuna con toda rotundidad que nunca volverá a las instituciones mientras ETA siga viva".

Algunos observadores adivinan tras los atentados la voluntad de ETA, muy debilitada en los dos últimos años por los operativos policiales, de situarse en posición de fuerza para que el gobierno sea favorable a una negociación. Pero el ministro aseguró que no habrá un final dialogado con ETA pues esa es "una vía descartada que forma parte de la historia", puntualizando que en el mundo de la organización extremista hay quien está abriendo expectativas de diálogo y que quien hace esto "está engañando y abriendo una vía que conduce a ninguna parte".

Pérez Rubalcaba recordó que "esa vía se exploró tres veces y fracasó porque ETA no quiso poner fin al terrorismo. Esa vía está descartada y es parte de la historia. Ni legalización, ni diálogo. La tesitura es o ETA lo deja, o las fuerzas de seguridad, jueces y fiscales se lo harán dejar. Es importante que el mundo de la violencia reciba nítidamente este mensaje".

Con relación al atentado a la casa cuartel de Burgos, el jerarca confirmó que el explosivo utilizado fue amonal. En cuanto al paradero de los etarras que atentaron en Mallorca, explicó que la Policía y la Guardia Civil están trabajando con la hipótesis de que pueden seguir en la isla o tal vez partieron después de la explosión. Y añadió que también creen que fueron algunas personas, "una, dos o tres", las que se desplazaron a la isla, no contactaron con nadie, vivieron "como turistas", pusieron la bomba y se han ido o siguen allí". Por Daniel Beltrán Rohr, Corresponsal, y AFP