"Señor Mujica, ¡el gobierno son ustedes, den respuestas ahora!", gritó Larrañaga una y otra vez anoche en la convención. Los roles quedaron claros en el Atenas: el candidato a vice asumió el papel de ataque al Frente y Lacalle se dedicó a proponer.
Clima de euforia, gritos, papelitos, bocinazos, tambores y hasta cánticos típicos de hinchada de fútbol ("volveremos, volveremos otra vez") fue parte del menú de la convención blanca, que ayer a la hora 18 proclamó formalmente la fórmula, después que 409 convencionales eligieran por voto nominal a Jorge Larrañaga como candidato a vicepresidente.
En el centro del gimnasio del club Atenas se ubicaron los convencionales. A la izquierda del escenario, los jóvenes de Unidad Nacional con banderas de la lista 71, 33 y 404. A la derecha, los jóvenes de Alianza. En un discurso de barricada y en un clima agobiante por la alta temperatura, Larrañaga advirtió que ésta es una elección entre dos modelos y que el Partido Nacional representa "la alternativa seria y responsable" que promete "un país seguro, sin miedo" y no una sociedad "basada en el asistencialismo y la cultura del pobrismo".
El senador criticó el librillo publicitario publicado la semana pasada en la prensa por el Frente. "Señor Mujica, ¿acaso el gobierno no son ustedes? ¿Cómo es eso de prometer seguridad o eliminar la pobreza?", preguntó, a los gritos. Y siguió: "Señor Mujica... Y si no Pepe, porque los otros días se enojó porque no le digo más Pepe. ¡El gobierno son ustedes, el gobierno son ustedes, Pepe! Den respuestas ahora y no prometan a futuro". Para Larrañaga, José Mujica y Danilo Astori hoy están unidos solo "por el espanto de perder".
"Y atacan, y atacan y atacan y siguen atacando", denunció.
Pidió respeto al Partido Nacional y volvió a cargar contra Mujica. "No basta con un candidato que, ante las preguntas difíciles, diga `ta, ta`. Hay que dar respuestas. No basta con un candidato que diga lo que al otro día sus compañeros se encargan de corregir. No basta con un candidato que diga que debatirá cuando se le antoje, en una expresión de soberbia inadmisible", cuestionó.
CALMO. En un tono más conciliador y hablando en forma pausada, Lacalle inició su discurso saludando a Mujica "y a los que lo votan", a Pedro Bordaberry y Pablo Mieres (aunque se equivocó y lo llamó José María). Dijo que quiere ejercer la Presidencia "en nombre de todos" y conduce "una campaña positiva, sin distraerse de los gritos al costado del camino".
Criticó al Frente por decir que él cortará el gasto social con "la motosierra". "No nos entendieron o se hicieron los que no entendían. Para nosotros invertir en un compatriota no es un gasto", explicó. Insistió en que ahora es más humilde y concluyó: "Cuidado con la nostalgia. Mañana empieza la cosa y será mejor que hoy".
Promesas de campaña
Entre sus principales promesas de campaña, Luis Alberto Lacalle recordó ayer que -si gana- aplicará "mano firme" contra la inseguridad, eliminará el IASS a las jubilaciones, desmontará el IRPF en forma progresiva desde las franjas más bajas y aplicará un plan de viviendas.
Al dejar la presidencia del directorio, Carlos Julio Pereyra acusó al gobierno de tener "raíces totalitarias". Dijo que la idea de reelección era "antirrepublicana" y que la ley de educación quiere "hacer de las aulas tribunas políticas para adoctrinar a la juventud con ideas totalitarias".