FEDERICO CASTILLO
El Hospital de Ojos formará parte de un proyecto multilateral para capacitar a oftalmólogos uruguayos en una técnica novedosa: con una pieza dental del paciente se fabrica una córnea artificial que se injerta en el ojo dañado y revierte la ceguera.
Volver a ver gracias a tus propios dientes. Recuperar la vista con la ayuda de los caninos superiores de tu boca. Ese cuento, aunque increíble, ya lo contaron unas 1.000 personas en el mundo y ahora se busca trasladar la experiencia a Uruguay.
Se trata de una técnica surgida en Italia hace más de 35 años y que busca extenderse a los países de la región mediante un proyecto que tiene a Chile como plataforma y referencia en Latinoamérica.
En ese país ya se operó con éxito a un paciente y hay seis más en lista de espera. La idea es que en las próximas intervenciones que se realicen allí, ya se cuente con la presencia de profesionales uruguayos para aprender a desarrollar la técnica que se pretende implementar en el Hospital de Ojos en el primer trimestre del año que viene. Claro, eso si no hay huelga que posterguen las operaciones como sucede ahora.
Cirugía. La intervención es denominada Osteo Odonto Queratoprotesis Modificada (Mookp, por sus siglas en inglés) y está indicada para pacientes con ceguera corneal bilateral ocasionada por accidentes graves como quemaduras químicas o con patologías autoinmunes que impidan realizar un trasplante normal de córnea, pues es rechazada.
Es ahí cuando la dentadura aparece como solución al problema. La técnica consiste en extraer los dientes caninos superiores de la boca del paciente (todo el diente, inclusive el hueso y el tejido circundante) y fabricar con ese soporte una lámina dental a la que se le agrega un cilindro transparente de acrílico. Así se construye una córnea artificial que luego, en otra intervención, reemplazará a la dañada.
Este es el primer paso de un largo proceso que demanda unos tres meses. Es que después de fabricada la córnea, se injerta en una zona de la cara para lograr que el lente se adhiera completamente al hueso dental. Luego, al ojo se le retira parte de sus componentes (el iris y el cristalino) y se recubre con mucosa de la boca del paciente.
Tres meses más tarde, el paciente es sometido a una nueva y definitiva intervención donde finalmente se le injerta la nueva córnea, que ya está solidificada y a prueba de gérmenes. La prótesis, fabricada con un diente, se instala en el globo ocular permitiendo que reingrese la luz, lo que devuelve la visión.
Ver. "Con este procedimiento, el paciente vuelve a ver al otro día de culminada la operación", aseguró a El País el director general del proyecto para Latinoamérica, el profesor italiano Valerio Branchi. "El problema era que no se podía fijar una cornea de plástico porque era rechazada y generaba infecciones", explicó sobre las ventajas de esta nueva técnica.
El especialista dijo que se han hecho unas 450 cirugías de este tipo en Italia -país pionero en esta intervención- y ya suman unas 1.000 en todo el mundo.
Branchi señaló que el proyecto en Uruguay prevé la alta formación de recursos humanos para realizar este tipo de operaciones. La semana pasada, el profesional italiano recorrió las instalaciones del Hospital de Ojos y certificó que cuenta con tecnología y equipamiento para recibir pacientes de cirugía de alta complejidad, aunque observó la carencia de formación especializada.
Los técnicos deberán especializarse en Chile con el propósito de comenzar a desarrollar esta metodología durante el 2010. El director del Hospital de Ojos, Yamandú Bermúdez, reconoció que faltan recursos humanos y confió en su capacitación para empezar a usar la técnica en el país.
Ver tras cuatro años
La noticia acaparó los titulares de la prensa chilena un año atrás: un paciente que había perdido la visión hace cuatro años en un accidente laboral (se quemó con el vapor de una olla a presión que explotó y le daño sus corneas) recuperó la vista gracias a la técnica que ahora se pretende impulsar en Uruguay.
Raúl Rojas, de 31 años, se transformó así en el primer latinoamericano en recuperar la vista gracias a un implante dental. Lo primero que quería mirar cuando recuperara la visión era el rostro de su hija, que había cambiado en los cuatro años en que estuvo ciego, señalaron las crónicas periodísticas. El director del Hospital de Ojos, Yamandú Bermúdez, no pudo precisar la cantidad de pacientes que puedan beneficiarse con esta cirugía en Uruguay. "Deben existir muchos casos", dijo.