Hay balotaje y paridad de fuerzas

Elección. Una jornada de sube y baja emocional que el Frente Amplio vivió casi como una derrota

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Habrá balotaje Mujica-Lacalle. El FA fue derrotado en sus expectativas: no alcanzó la mayoría más uno, está en gran duda su mayoría parlamentaria, y los plebiscitos no salieron. Hubo gran alegría colorada y un tono de esperanza en filas blancas.

La coalición de izquierdas obtuvo en los comicios de ayer en el orden de 47-48% de los votos según las proyecciones de las encuestadoras; el Partido Nacional entre 28,7 y 30% y el Partido Colorado -la sorpresa de la noche- se ubicó entre 17,5 y 17,8%. Los votos en blanco y anulados fueron un 3%

El Partido Independiente, con 2,5% de los votos, no alcanzó una banca en el Senado y Asamblea Popular no obtuvo un escaño en Diputados, ubicándose por debajo del 0,5%.

Con estos resultados, la mayoría en el próximo Senado dependerá de quién sea el próximo vicepresidente, es decir, del balotaje. Los escenarios que muestran las encuestas marcan 15 bancas para el FA, 9 para el Partido Nacional y 6 para el Partido Colorado, pero estos números podrían cambiar con el escrutinio definitivo y con la aplicación del sistema de cocientes decrecientes, aunque no es probable. Y en la Cámara de Diputados el FA perdería la mayoría. La composición más factible es de 49 diputados para la coalición oficialista, 30 para los blancos, 18 los colorados y dos para los independientes. Si el FA gana el balotaje quedaría con 65 legisladores (16 en el Senado y 49 en Diputados) y el resto de los partidos sumarían el mismo número de representantes en ambas cámaras.

Cambios de ánimo. El día entero fue un sube y baja de ánimos en las filas de los diferentes partidos mientras se filtraban resultados ciertos o falsos de los boca de urna de las distintas encuestadoras. Los pronósticos de las consultoras entre las 20.30 y las 22.00 provocaron una verdadera montaña rusa en los ánimos de los diferentes grupos partidarios.

La elección de ayer dejó dos grandes incógnitas: el resultado de una segunda vuelta y la composición final del Parlamento, que se aclarará con el escrutinio definitivo y con la segunda vuelta.

Al filo de las 19.00 reinaba el exitismo en el cuartel general del FA en el hotel NH Columbia y la decepción en la sede del Partido Nacional, que llegó a su climax en la primera aparición en televisión de los expertos a las 20.30. Pero los ánimos cambiaron drásticamente cuando los politólogos anunciaron sus vaticinios pasadas las 21.00. La militancia de izquierda congregada ante el NH Columbia pasó de la euforia y la alegría al estupor y el llanto.

Más duro fue el cambio de ánimos entre quienes preparaban una fiesta por el plebiscito de anulación de la ley de Caducidad en la explanada de la Universidad luego que los politólogos anunciaron que no había logrado los votos. (ver página A10)

Hacia la medianoche, los datos aportados por Luis Eduardo González de Cifra deprimieron más el sentimiento frenteamplista: confirmó el 47% para la coalición; el 30% para el Partido Nacional, y elevó a 17,5% su estimación del Partido Colorado. Blancos y colorados superaban así los votos del Frente Amplio.

Sentimientos. La votación blanca no satisfizo en el Partido Nacional. Fue unos cuatro puntos por debajo de la de 2004.

En la sede del Directorio del Partido Nacional, anoche, la militancia pasó en pocos minutos de un clima de derrota y pesimismo a un estruendoso festejo ni bien las encuestadoras anunciaron que había balotaje y, sobre todo, cuando Pedro Bordaberry adelantó que apoyará a Lacalle. Allí aparecieron cientos de banderas uruguayas que suplantaron a las nacionalistas.

En conferencia de prensa, Lacalle dijo que el debate con José Mujica es "cada vez más importante". Lacalle habló ayer con Bordaberry, que le transmitió el respaldo "sin condiciones", según anunció el presidenciable nacionalista. Blancos y colorados coordinarán "acciones inmediatas" esta semana y el titular blanco adelantó que, por ahora, no presentará a sus eventuales ministros, pero tal vez sí los equipos.

Renacer. En la sede del Partido Colorado sí había motivos para el festejo. Luego de obtener un magro 10,36% en 2004 y de soportar vaticinios de extinción en un nuevo escenario bipartidista, se recuperó más de siete puntos. Hubo euforia.

Una coalición con el Partido Nacional y la eventualidad de participar en un próximo gobierno son, en las estimaciones coloradas, una plataforma para volver a aspirar en el futuro a disputar el gobierno nacional.

El anuncio de Bordaberry de que votará a Lacalle en la segunda vuelta fue recibido con señales claras de adhesión de la militancia. El ex candidato convocó una reunión urgente del CEN para analizar qué posición tomará el Partido Colorado.

Nueva lucha. Para el Frente Amplio, el resultado de ayer representó un retroceso respecto al 50,4% de 2004 y deberá defender y aún incrementar su caudal para disputar la segunda vuelta si se confirma la supremacía de los sufragios blancos y colorados sumados.

Más allá de las reflexiones optimistas de la fórmula de la coalición, la mayoría de los simpatizantes vivió la jornada como una derrota.

La dirigencia del FA procuró volver a un centro, valorizando su alta probabilidad de ganar el balotaje, y su fórmula anunció que priorizará el discurso de que se juegan dos modelos de país: el que llevó adelante el gobierno de Tabaré Vázquez y el que cumplieron los partidos Nacional y Colorado. José Mujica y Danilo Astori también reiteró en diversas ocasiones su propuesta de acordar con la oposición en cuatro áreas (educación, seguridad, energía y medio ambiente). Mujica adelantó que en la segunda vuelta no buscará los votos colorados específicamente, sino que le hablará a la ciudadanía en general, puesto que la polémica es "suprapartidaria".

El debate sigue siendo poco probable: Mujica reiteró su propuesta de que confronten las fórmulas y no los candidatos presidenciales. Consideró que la sociedad le exige "un esfuerzo más" al FA, "participar de una segunda vuelta", en la cual esa fuerza política parte de "un punto de partida muy optimista". "Estoy encantado con este resultado, porque soy hombre de lucha y nunca nadie me regaló nada", dijo. "Quedan 30 días de lucha", remarcó.

Plebiscitos. La ley de Caducidad se mantuvo en pie en su segunda ratificación plebiscitaria, aunque haya quedado herida por el pronunciamiento sobre su inconstitucionalidad en la Suprema Corte de Justicia. El Sí solo alcanzó entre el 47% y el 48,3% según las encuestadoras.

El voto epistolar, una aspiración de la izquierda para sumar votos de lo que estima un enorme reservorio de uruguayos en la diáspora, obtuvo entre el 36% y el 38%.

Noche agitada para los encuestadores

Paralelamente a la guerra electoral, ayer se desarrolló otra: la de las encuestadoras, duramente cuestionadas desde los partidos tradicionales en las semanas previas al comicio. Los resultados electorales no tuvieron grandes discrepancias con las predicciones, salvo la subestimación del voto colorado (ver nota en página A9)

Los principales popes de las consultoras disputaron los minutos para dar sus vaticinios, pero todos comenzaron al filo de las 20.30 sin arriesgar números. Manejaron tendencias.

Menos de tres cuartos de hora después, casi en simultáneo Luis Eduardo González (Cifra) y Oscar Botinelli (Factum) dieron sus primeros números. Para González, fue 47% el FA, 30% el Partido Nacional (más tarde fue 29,5%) 17% el Partido Colorado (que corrigió luego a 17,5) y 2,5% el Partido Independiente.

Botinelli manejó primero rangos: 47-49% para el FA, para dejarlo luego en 48%; 29-31% para el Partido Nacional, para quedar en 28,8%; 17-19% para el Partido Colorado, dejándolo luego en 17,7% y 2,3% para el Partido Independiente, cerrando en 2,5%,

Minutos más tarde, Ignacio Zuasnábar de Equipos Mori arriesgó: 47,4% para el FA; 29% para el Partido Nacional; 18% para el Partido Colorado y 2,5% para el Partido Independiente.

González, que en su primera aparición en Canal 12 auguró el triunfo de la papeleta rosada por la anulación de la ley de Caducidad, se corrigió en su segunda salida para confirmar que los votos no alcanzaron y al final se disculpó sentidamente de su error inicial. En este punto, Botinelli fue más cauto al principio, pero también dijo esperar un triunfo de este plebiscito. Luego sus números confirmaron lo que estimó González en su segunda salida.

Sobre el plebiscito para el voto epistolar, que las encuestadoras daban como ganador en los sondeos previos, todos manifestaron sorpresa por el resultado de las urnas.

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