Un grupo de niños de entre diez y 15 años fueron condenados en Somalia a 38 latigazos cada uno porque estaban jugando al fútbol, informó hoy el sitio Mareeg.
Lo decidió una corte islámica de Jowhar, 90 kilómetros al norte de Mogadiscio, que está bajo el control de los Shabaab, considerado el brazo armado de Al Qaeda.
Según la corte, jugar a la pelota es una pérdida de tiempo no islámica. Y para que el mensaje fuera claro, los milicianos invitaron a la población a asistir al castigo público.
Entretanto el domingo en Marca, unos 100 kilómetros al sur de la capital y también bajo control de los Shabaab, fueron fusilados dos jóvenes de 20 y 21 años acusados de espionaje a favor del Gobierno de Transición Federal (TFG).
En la misma ciudad el sábado se decidió que los hombres tienen obligación de usar barba. Y en algunas zonas controladas por los integristas se decidió también que las mujeres podrán usar un solo tipo de sostén, considerado apto para la moral islámica.
Según algunos testimonios, algunas jóvenes que no respetaron la orden de inmediato fueron expuestas con el seno desnudo al escarnio público.