ANDRÉS OPPENHEIMER
La distribución masiva de computadoras gratuitas a los escolares de varios países de América Latina, que empezó experimentalmente hace casi tres años en Uruguay, se ha disparado en toda la región, y tendrá varios impactos -tanto positivos como negativos- en las futuras generaciones latinoamericanas.
El 17 de marzo, Perú firmó un acuerdo para recibir otras 260,000 laptops del programa Una Computadora por Niño del Instituto Tecnológico de Massachusetts, una organización sin fines de lucro que ofrece computadoras a US$ 188 para sistemas escolares de todo el mundo. Este nuevo pedido llevará a 590.000 el número de laptops entregadas por el gobierno peruano a los alumnos de las escuelas primarias, bajo un programa que destina casi todas las máquinas a escuelas en zonas rurales de alta pobreza.
El 18 de marzo, el gobierno argentino entregó las primeras computadoras de una orden de 250.000 laptops Intel Classmate que serán destinadas a estudiantes de escuelas secundarias técnicas.
Horas antes, el jefe de gobierno de Buenos Aires había anunciado que la ciudad comprará 190.000 laptops para niños de escuelas primarias. Brasil, a su vez, está por cerrar una licitación para la compra de nada menos que 1.5 millones de laptops para alumnos de las escuelas primarias.
Uruguay se convirtió recientemente en el primer país del mundo que ha entregado a todos los niños de la escuela primaria pública una laptop con conexión a internet. Las máquinas son propiedad de los alumnos, y las pueden llevar a sus casas.
"Latinoamérica está muy por delante de Asia, África y otras regiones del mundo en la penetración de computadoras escolares en la escuela primaria``, me señaló Rodrigo Arboleda, el director operativo a nivel mundial del programa de M.I.T. "Los países se están dando cuenta de que esto funciona, y no quieren quedarse atrás``.
Según las proyecciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el número de escolares cubiertos por programas de una computadora por niño en Latinoamérica aumentará de 1.5 millones actualmente a 30 millones en el 2015.
"Es una tendencia imparable, nos guste o no nos guste``, me dijo Eugenio Severin, un experto en tecnología educativa del BID.
¿Pero el impacto de esta avalancha de laptops será inequívocamente positivo?, les pregunté a varios otros expertos. Para mi sorpresa, muchos dijeron que no. Entre sus criticas se cuentan:
- Primero, entregar laptops a escolares que en muchos casos están desnutridos no servirá de mucho. Antes de darles laptops, deberíamos darles desayunos escolares, para que puedan iniciar el día con una mente alerta, señalan algunos.
- En segundo lugar, no tiene sentido entregar laptops a millones de niños sin entrenar primero a los maestros sobre cómo usarlas como instrumentos de aprendizaje. Cuando las computadoras dejen de ser una novedad, las escuelas abandonarán el uso de estas máquinas, y los países latinoamericanos se convertirán en gigantescos "cementerios de laptops", aducen los críticos.
- En tercer lugar, el internet introducirá la pornografía, la violencia y teorías conspirativas delirantes en millones de hogares de poca educación.
La mayoría de los niños de clase media que entran en un sitio nazi de internet, por ejemplo, tienen padres que pueden actuar como contrapesos culturales, y decirles que el odio racial es malo. ¿Pero qué ocurrirá con los niños con padres ausentes, o que no están culturalmente preparados para guiarlos?, preguntan los críticos.
Los partidarios de las laptops escolares replican que los programas gubernamentales para alimentar a los niños y los programas de entrega de laptops no son mutuamente excluyentes: se deberían hacer las dos cosas.
Con respecto al adiestramiento docente, los defensores afirman que muchos países ya lo están haciendo, aunque en muchos casos los gobiernos han sido demasiado rápidos para entregar las laptops -con miras a ganar las próximas elecciones- y demasiado lentos para invertir en adiestramiento docente.
En cuanto a la pornografía y los sitios de propaganda racista, los defensores dicen que las laptops tienen filtros, al menos en lo que hace a la pornografía.
Lo más importante es que las laptops están estimulando la curiosidad de los niños, promoviendo el autoaprendizaje y obligando a los maestros a superarse para no quedarse atrás de sus estudiantes, dicen los defensores de estos programas.
Mi opinión: Los críticos hacen algunas objeciones válidas, pero la avalancha de laptops es una de las mejores cosas que están pasando en Latinoamerica en este momento.
Es un shock tecnológico que sacudirá los anticuados sistemas escolares de la región, y sus poderosos sindicatos de maestros, que constituyen uno de los principales motivos por los que Latinoamérica se está quedando cada vez más atrás de Asia en la economía global.
En el peor de los casos, este shock sacudirá la inercia educativa de la región, y erosionará la convicción generalizada de que no se puede hacer nada para mejorar la calidad educativa latinoamericana.