PILAR BESADA
La reciente aprobación del matrimonio gay en Argentina y las declaraciones del nuevo presidente del INAU a favor de la adopción por parejas gay reavivaron la polémica.
En un debate que remueve concepciones filosóficas y religiosas y dispara debates jurídicos y éticos, los diferentes enfoques esgrimen investigaciones científicas, a favor y en contra de la adopción de parejas gay y su efecto en los niños.
La asociación Familia y Vida, creada recientemente, emitió el viernes un comunicado señalando que "existen estudios científicos que destacan las consecuencias negativas" de la crianza a cargo de parejas del mismo sexo en los menores, y afirma que "para el sano desarrollo psicológico, afectivo y sexual" de los niños "se requiere la relación con un padre y una madre".
La asociación afirma estar conformada por personas de distintas filosofías y religiones, "unidas por la preocupación ante los cambios que se proponen que alteran la naturaleza de la familia o que son atentatorios contra el derecho a la vida", señaló Gustavo Ordoqui, uno de los miembros y ex presidente de la Comisión Arquidiocesana de Bioética Juan Pablo II, que dejó de funcionar y cuyos miembros se integraron a Familia y Vida.
En tanto, en un informe preparado para el Parlamento en 2008, cuando se discutía la ley de adopción, la doctora Laura Viola, directora de la Clínica de Psiquiatría Infantil de la Facultad de Medicina, indicaba que "en términos generales, la evidencia científica señala que las facultades parentales de los padres gay y mujeres lesbianas no difieren estadísticamente de las de los padres heterosexuales".
Viola hizo una revisión de 123 artículos sobre el tema publicados en revistas internacionales. En su informe, la experta indica que seleccionó "aquellos que hablan de las consecuencias a largo plazo". Según Viola, en esos informes "parecería no haber diferencias sustanciales entre los niños criados en hogares con ambos padres de los hogares con padres homosexuales".
En el debate que se planteó en Argentina, la Universidad Austral publicó un informe que sostiene que "el matrimonio heterosexual es el mejor ámbito para el desarrollo de los niños" y que "las uniones homosexuales aumentan los riesgos para los menores". Allí citan un estudio publicado en 1996 por las científicas Susan Golombok y Fiona Tasker, según el cual "un hijo de padres homosexuales del mismo sexo tiene una mayor tendencia a desarrollar, a lo largo de su vida, una orientación homosexual".
El informe de la Universidad Austral también señala que las uniones homosexuales "son sensiblemente menos estables y duraderas que las heterosexuales", y citan un estudio de 1994 que concluye que, de la muestra estudiada, "el 15% de los hombres homosexuales y 17,3% de las mujeres homosexuales duran más de 3 años en una relación".
El texto de la universidad señala "falta de fiabilidad científica de los estudios que afirman que es indiferente criarse con parejas del mismo sexo", ya que, por ejemplo, utilizan muestras "muy pequeñas para ser significativas" o "hay ausencia de grupos de comparación".
De hecho, Viola cita una editorial del British Medical Journal sobre adopción de parejas de lesbianas, que señala que "una limitación del cuerpo de investigación existente es que solo pequeñas muestras de voluntarias han sido estudiadas, y por lo tanto, madres cuyos hijos experimentan dificultades pueden estar subrepresentadas".
En tanto, el psiquiatra Miguel Cherro, que fue vicepresidente de la Federación Latinoamericana de Psiquiatría y Psicopatología de Niños y Adolescentes, señaló que "la investigación demuestra que no son diferentes los hijos de homosexuales", aunque sí pueden "enfrentar mayores dificultades del punto de vista del entorno social, porque se las tendrán que ver con prejuicios y discriminaciones". Agregó que, en cuanto a la crianza, "existe consenso científico en cuanto a que lo importante es el tipo de vínculo que se establece entre el chico y sus cuidadores significativos, con independencia de la orientación sexual de estos últimos". Cherro afirmó que conoce casos de parejas homosexuales con hijos, que "son capaces de crear familias funcionales".
En Argentina, la postura de la Universidad Austral se enfrenta con la de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), que dictaminó recientemente que "es favorable a la adopción por parte de padres homosexuales".
El documento de la SAP indica que "para que un niño sea criado en un clima saludable, es necesario contar con la salud emocional y mental de la pareja y la misma no depende de su orientación sexual".
El dictamen se apoyaba, entre otros, en un estudio de la Academia Americana de Pediatría, de Estados Unidos, que en 2002 concluyó que "los niños que crecen con uno o dos padres homosexuales se desempeñan emocional, cognitiva, social y sexualmente, tan bien como los niños cuyos padres son heterosexuales".
Anómala. El comunicado de la asociación Familia y Vida señala que "el niño que se da en adopción ya está afectado por una situación familiar irregular, y es totalmente injusto cargarlo con la situación anómala que significa convivir con dos padres adoptivos del mismo sexo".
La asociación señala que "siendo más numerosas las parejas heterosexuales que demandan niños para adoptar, que el número de niños que anualmente se dan en adopción, no parece lógico ni sensato entregarlos para su crianza a parejas de homosexuales".
Se mencionan las "dudas y vacilaciones de los jueces" con respecto a la posibilidad de adopción gay en la nueva ley. "No hay ninguna cláusula que expresamente autorice la adopción de niños por parejas homosexuales", se indica.
Hay más aprobación al casamiento gay que a la posibilidad de adopción
Los últimos sondeos en Argentina mostraron un alto rechazo a la posibilidad de adopción gay. Según una encuesta de Ipsos-Mora y Araújo divulgada en marzo, indicó que el 57% de la población estaba en contra de la adopción gay, y la desaprobación aumentaba con la edad. En tanto, el 50% estaba a favor del casamiento gay, el 42% en contra y el 8% se abstuvo de opinar.
Según un sondeo de la consultora Graciela Römer realizado en febrero, el 53% de la población de la capital y la provincia de Buenos Aires estaba en contra de la posibilidad de adopción gay, el 35% está de acuerdo y el 12% no tiene posición tomada. Según la misma encuesta, el 47% está a favor del matrimonio gay.
En Uruguay, el último sondeo realizado sobre el apoyo a que las parejas gays puedan adoptar es de 2005. Ese estudio, de Research Uruguay, indicó que el 33% de la población estaba "muy en desacuerdo" y el 25% "de acuerdo" con esa posibilidad, el 30% "en desacuerdo", y el 4% "muy de acuerdo".
La adhesión era más alta con respecto a la posibilidad de que las parejas homosexuales se puedan casar y tener los mismos derechos que las parejas heterosexuales. El 50% de los encuestados estaba de acuerdo, el 40% en contra y el 10% estaba indeciso. Los menos favorables a esta iniciativa eran las personas de mayor edad, las de nivel socioeconómico más bajo, los que se identifican con la derecha en política, y los votantes del Partido Nacional, indicó el sondeo.
En el mundo, Holanda es el país donde la adopción homosexual es más aceptada en la población, dado que el 69% la apoyaba en 2006.
En aprobación, lo siguen España (54%), Suecia (51%), Dinamarca (44%) y Austria (44%), Bélgica (43%), Alemania (42%) y Luxemburgo (39%). En todos los países hay más aceptación del matrimonio gay que de la adopción gay.
Permitida en varios países
El primer país del mundo en aceptar la adopción por parte de una pareja homosexual fue Holanda. Actualmente también se permite en Bélgica, España, Gran Bretaña, Dinamarca, Suecia, Noruega, Canadá, Israel y Argentina, y en algunos territorios de Estados Unidos y Australia. También se permite la adopción gay en la ciudad de México, que en diciembre de 2009 se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica en permitirlo.